martes, 17 de febrero de 2015

¡FELICIDADES GUSTAVO!


Y ya pasan los 179 años desde que naciste… y te recordamos y te admiramos… si, ya se que tuviste defectos humanos un montón y pocos meritos sociales, heroicos… incluso literarios… mas bien escasos… pero tu sensibilidad, tu música, tu poesía… ha sido y será siempre un regalo para los románticos que no se conforman con “pan y circo”…

Este jueves próximo a tu aniversario, trataremos unos relatos tuyos, cortos pero intensos… cargados de música y sentido… forma, belleza… alma de amor en palabras inflamadas por tu imaginación y tus genios de fantasía y leyenda…

Me he permitido entresacar hilos de tus preciosos tapices… colores de tu mágica paleta… rastros de tus suspiros antes de que vayan al aire…y con ellos… entrelazados, con mi pluma, sin tu gracia, con tu permiso, deseando aprender de ti, que no enfadarte ni copiarte… te dedico estas palabras que fueron tuyas… en otro bordado que es ahora, recompuesto, nuestro homenaje…

Perdona nuestro atrevimiento, Gustavo… y sonríe desde tu gloria a estos que siguen tu estela…

“Yo quisiera forjar para cada uno de vosotros una maravillosa estrofa tejida de frases exquisitas, en la que os pudierais envolver con orgullo, como en un manto de púrpura.”

“Yo quisiera poder cincelar la forma que ha de conteneros, como se cincela el vaso de oro que ha de guardar un preciado perfume. ¡Más, es imposible?” 

“No quiero que en mis noches sin sueño volváis a pasar por delante de mis ojos, en extravagante procesión, pidiéndome con gestos y contorsiones que os saque a la vida de la realidad, del limbo en que vivís semejantes a fantasmas sin consistencia.”

“No quiero que al romperse esta arpa vieja y cascada ya, se pierdan a la vez que el instrumento las ignoradas notas que contenía.
Deseo ocuparme un poco del mundo que me rodea pudiendo, una vez vacío, apartar los ojos de este mundo que llevo dentro de la cabeza.”

Gustavo Adolfo Bécquer-Introducción Sinfónica.

“Si tú supieras cómo las ideas más grandes se empequeñecen al encerrarse en el círculo de hierro de la palabra; si tú supieras qué diáfanas, qué ligeras, qué impalpables son las gasas de oro que flotan en la imaginación, al envolver esas misteriosas figuras que crea, y de las que sólo acertamos á reproducir el descarnado esqueleto; si tú supieras cuan imperceptible es el hilo de luz que ata entre sí los pensamientos más absurdos que nadan en su caos: si tú supieras... pero, ¿qué digo? Tú lo sabes, tú debes saberlo.”

Gustavo Adolfo Bécquer-Carta II - Cartas literarias a una mujer.

"Yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma

al mundo de la idea.
Yo, en fin, soy el espíritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso
de que es vaso el poeta."

Gustavo Adolfo Bécquer-Rima V – El Libro de Los Gorriones.



Escrito por: Javier Morera

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