viernes, 30 de julio de 2021

SIMONE BILES YA LO HA ENTENDIDO

  


Sigue su curso este verano que nos recuerda cual es  la temperatura fácil para la vida en nuestros climas continentales templados. Siguen los contagios de nuestra pandemia que, como era de esperar están en proporción directa y ascendente con el número de vacunados… o lo que es lo mismo, en proporción directa con esa pérdida del miedo y su consiguiente menosprecio de los cuidados preventivos…  Siguen los deportes y sus exigencias sobre los pobres que han creído que cuantas más medallas ganen más fácil será que lleguen a la inmortalidad de los dioses… ¡Que triste!...

¡Tanta educación, tantos libros y tantas oposiciones para estos resultados tan catastróficos!… si mis abuelos levantarán la cabeza… ¡qué vergüenza para esta especie que se cree regentadora del Olimpo!…

Afortunadamente algunas pocas excepciones comienzan a descolgarse de esta marea sin sentido… Os recuerdo que releáis el post pasado del 23 de este mes: (Leer y competir)… y luego curioseéis las noticias sobre el abandono de algunas atletas del más alto nivel olímpico… por salud mental…

(Noticia de BBC: “Tokio: cómo Simone Biles y Naomi Osaka están cambiando el deporte con sus decisiones”)

Recordemos que los juegos olímpicos que queremos imitar de la antigua Grecia, nacieron para proponer perfecciones en el cuerpo y la mente del humano… requerían destreza, belleza, perfección…. Equilibrio y proporción… consistía en mejorar la educación de esos jóvenes que serian los ciudadanos más sanos y perfectos… Hoy es una jaula de doma donde extenuamos y forzamos al límite a los pobres desgraciados/as que caen en estas absurdas competiciones de guerras encubiertas entre banderas e ideologías…

Curiosamente algunas mujeres son las primeras en darse cuenta… como Simone… Pero la gran mayoría siguen entusiasmados por el circo romano y unas cervezas que les distribuirá el emperador con himnos nacionales y honores de gran desfile militar… El héroe ha salvado al pueblo… ¿nos falta saber de qué?...

Han quemado su vida y su salud para demostrar a todos lo que era imposible de conseguir… ¿Y para qué?

Es mejor leer un libro y competir solo con la invasión del Covid que es medalla de oro en exterminarnos… sin diferencia de bandera.


  Escrito por: Javier Morera

viernes, 23 de julio de 2021

LEER Y COMPETIR


Todos tenemos conocidos que leen mucho, que cuentan los libros por semanas, meses, años… Y nos cuentan sus estadísticas y sus frecuencias.

Hay lectores que leen rápido, muy rápido y consiguen “pasar” hojas y hojas por hora… Libros por día, por cada fin de semana…

Hay amistades que leen muy atentamente, muy profundamente… que piensan en lo que leen y reflexionan sobre sus lecturas… No es fácil medir sus aprendizajes pero seguro que son muchos…

Pero leer, como cualquier otra actividad humana, no se realiza para “competir” y menos para ganar… ¡Parece absurdo que te plantees si lees mas que otros o si lees más rápido que otros!…

En general tener que medirse, que ganar… tener que competir es un aspecto que nos resulta normal entre los “machos” de especies que deben “ganar” a la hembra receptiva… también puede ser ventajoso competir por recursos que son escasos, como comida, herramientas, territorios fértiles, agua…

Comprendemos que nos quedan esos atávicos “instintos” primitivos en nuestra naturaleza animal… y que se desarrollan en edades primeras hasta que son vencidas por los procesos de socialización y la educación humana y civilizada… y que se den en varones mas que en mujeres… y que aun estén vigentes en la difícil adolescencia…

No comprendemos que la educación de esta sociedad este apoyada en la competición, en el premio al mejor y el castigo a todos los demás…No comprendemos que se precie solo el éxito y no el esfuerzo y la superación personal…

Cuando estudias psicología, fácilmente piensas que estos fanatismos de la competición y en ser el primero, es un claro síntoma de inseguridad, de inmadurez… que busca el premio sobre todos ya que de lo contrario no se queda tranquilo…

Este viernes, 23 de julio de 2021, aun con retrasos y pandemias, sin publico presencial… empieza la fiesta mas absurda de cuantas se pueden imaginar en una cultura y un siglo que pretenden ser integradoras e intelectuales… Miles de personas, entrenados, seleccionados, elegidos, hiper especializados hasta el extremo de lo “inhumano”… competirán por unos trozos de metal que otorga la cónclave de caciques de todas las tribus a los mas súper especializados de nuestra especie… medallas de oro…

No harán nada por los demás… no ayudarán a nadie, ni conseguirán nada mas que el privilegio y el prestigio de ser el o la mas… que nadie…

Lo único peor que todos esos engañados, son los millones de admiradores, espectadores… que estarán allí o en sus “televisores” “luchando” vicariamente por sus ídolos… en zapatillas o bañadores…

Tendremos que hacer unas olimpiadas para ver quien lee más… Quien lee más rápido… quien lee mas profundo… ¡Estamos en la época de ganar en algo!…

¿Y para qué?

¿Para que todos lo reconozcan?

¿Y si no?

¡La vida sin premio no merece la pena ser vivida!

¡Que sociedad de inmaduros! 


Escrito por: Javier Morera

 

viernes, 2 de julio de 2021

VERANO Y RÍO

 


Y tan suave y silenciosa como llegó, se nos fue la primavera. Con sus luces y sus aguas. Con sus verdes y sus flores, con sus nubes y sus azules… Tormentas y pájaros la han animado… Colores y vientos la han sentado en la tierra…

Comienza el verano. El sol, tras vencer a todos los elementos, se comienza a adormilar y antes de darnos cuenta, ya se habrá retirado a sus cuarteles del sur.

Los ríos recogen con paciencia todas las aguas, tanto las de violentas tormentas recién caídas, como las de nieves lejanas que se derriten sin resistencia.

Los ríos siguen bajando, descendiendo, menguando en fuerzas, en corrientes, en altura, en caudal…

Los ríos son la sangre de la naturaleza, son la vida de la vida, son el camino del agua y el camino de la humanidad.

Los ríos han formado y conformado la vida, la naturaleza, los pueblos y las culturas. Hay ríos que tienen ya asignada su historia, que resulta un conglomerado de muchas otras narraciones. El Nilo, el Ganges, el Tigris, el Danubio, el Rin, el Támesis,  el Tiber, el Ebro, el Guadalquivir, el Misisipi, el Orinoco, el río Amarillo, el Amazonas…

Hay ríos menos conocidos, como el Musketaquid, que está en América del Norte y en lengua aborigen significa “Río Herboso” y es por el que descendió en barca Henry David Thoreau y su hermano, a mediados del siglo XIX, desde Concord… en su encuentro con la Naturaleza… pasan días de retiro, de silencio, de reflexión… navegando con el agua que discurre como el tiempo de nuestra vida…

Como los hindúes y tantas culturas, deberíamos mirar y admirar más los ríos, estudiar lo que nos dicen con su lento deslizarse hacia el final… Deberíamos aprender del río como regala sus aguas por la tierra, perdiendo su cantidad para dar la vida a las más variadas formas, siguiendo su camino que siempre termina donde empezó todo… en el mar.


 

Escrito por: Javier Morera