miércoles, 30 de mayo de 2018

LEER VELÁZQUEZ, PENSAR CON SHAW



Termina mayo, mes de mayores, de flores, de fiestas de primavera y de madres… Siguen pasando las hojas del calendario, las páginas de nuestra agenda y las de libros y libros que seguimos comentando…
La semana pasada leímos lienzos preciosos de Velázquez… bodegones, batallas, retratos…

Si nos motiva y complace leer libros, tal vez mas nos inquieta “leer” entre colores y luces los significados de estos pintores y artistas que nos dejan su policromo mensaje, su biografía colorida y detallada, sus conocidos y famosos retratos e imágenes…

Libros para entender los cuadros, cuadros para “ver” sus capacidades… palabras que llenaron nuestra tertulia y nunca llegan a “decir” todo lo mucho que hay en esas capacidades de artistas tan magníficos…

Esta semana Pigmalión de George Bernard Shaw, otra mano maestra que plasmó en teatro lo que todos queremos saber sobre tantos temas sociales y humanos…

Nos disolvemos en la sociedad de principios del siglo XX, un Londres de culturas superpuestas y de clases diferenciadas por prejuicios y maneras… Han cambiado desde entonces las modas de vestir… y poco más… todo continúa suficientemente diferente como para que no se note que es similar….

No nos bañamos dos veces en el mismo río, pero mi abuelo tenía los mismos problemas que yo… que tendrán mis nietos… trabajo, familia, educación…
¿Quién soy? ¿Qué soy? ¿Un producto o un proceso? Hoy tenemos unas palabras más que hace un siglo… somos mercancías… de una época consumista…



Escrito por: Javier Morera

martes, 15 de mayo de 2018

¿CREES EN LOS SUEÑOS QUE SE CUMPLEN?



El 9 de noviembre de 1818, nacía en Oriol, Rusia, Iván Turguéniev. Un escritor del romanticismo ruso, menos conocido que esos famosos de los grandes libros como Pushkin (1799-1839), Gogol (1809-1852), Dostoyevski (1821-1881), Tolstoi (1828-1910)… Pero también un gran escritor que con su vocación europeísta y renovadora intento la culturización del mundo de su tierra y de su época…

Esta semana, en nuestra tertulia de literatura nos dedicaremos a uno de sus pequeños relatos, “Un Sueño” en el que nuestro autor nos relaciona sus sueños con sus retajos biográficos y nos hace pensar en encuentros misteriosos y circunstancias casuales que parecen destinadas a cumplirse y nos desorientan en la realidad para hacernos pensar en otros mundos y otras casuísticas menos fáciles de protocolarizar con las coordenadas cartesianas que Kant (1724-1804) nos dejó para entendernos entre el espacio y el tiempo…

Para incitarte a la lectura de este curioso cuento, te pongo el inicio del capitulo primero:

“Yo vivía entonces con mi madre en una pequeña ciudad del litoral. Había cumplido diecisiete años y mi madre no llegaba a los treinta y cinco: se había casado muy joven. Cuando falleció mi padre yo tenía solamente seis, pero lo recordaba muy bien. Mi madre era una mujer más bien bajita, rubia, de rostro encantador aunque eternamente apenado, voz apagada y cansina y movimientos tímidos. De joven había tenido fama por su belleza, y hasta el final de sus días fue atractiva y amable. Yo no he visto ojos más profundos, más dulces y tristes, cabellos más finos y suaves; no he visto manos más elegantes. Yo la adoraba y ella me quería”…

También es muy cercano a muchos de nosotros un fragmento del capitulo segundo, donde el autor se nos identifica como un lector intenso…

“Mi madre había concentrado en mí todos sus pensamientos y su solicitud. Su vida se había fundido con mi vida. Este género de relaciones entre padres e hijos no favorecen siempre a los hijos… Suele ser más bien nocivo. Por añadidura, mi madre no tenía más hijo que yo… y los hijos únicos, por lo general, no se desarrollan adecuadamente. Al educarlos, los padres se preocupan tanto de sí mismos como de ellos… Eso es un error. Yo no me volví caprichoso ni duro (una y otra cosa suele aquejar a los hijos únicos), pero mis nervios estuvieron alterados hasta cierta época; además, tenía una salud bastante precaria, saliendo en esto a mi madre, a quien también me parecía mucho de cara. Yo evitaba la compañía de los chicos de mi edad, en general rehuía a la gente e incluso con mi madre hablaba poco. Lo que más me gustaba era leer, pasear a solas y soñar… ¡soñar…! ¿De qué trataban mis sueños? No podría explicarlo…

Si te ha gustado, si tienes unos pocos minutos, léelo… es sorprenderte y tiene relación con otros escritos de otros autores… pero eso lo hablaremos el jueves… Y comenzamos a celebrar el 200 aniversario de este buen escritor…
¿Crees en los sueños que se cumplen?





Escrito por: Javier Morera

jueves, 10 de mayo de 2018

UN FIEL AMIGO, UN COHETE FAMOSO Y UN JOVEN REY...



Este jueves nos volvemos a encontrar con nuestro querido amigo Oscar Wilde… en esta ocasión conversaremos sobre tres de sus preciosos cuentos… cuentos con valores, con moraleja y aplicables a la sociedad actual… por desgracia, son temas que siempre estarán de moda…

El primero nos habla de dos tipos muy diferentes de persona… uno lo da todo por su amigo –incluso su propia vida y el otro muy lejos de admitirlo le saca todo lo que puede a través de chantajes… Os dejo una cita de lo que es la amistad para el molinero... ¿y para ti, que es la amistad?...

“-No está bien que vaya a ver al pequeño Hans mientras duren las nieves -decía muchas veces el molinero a su mujer-. Cuando las personas pasan apuros hay que dejarlas solas y no atormentarlas con visitas. Ésa es por lo menos mi opinión sobre la amistad, y estoy seguro de que es acertada. Por eso esperaré la primavera y entonces iré a verle; podrá darme un gran cesto de velloritas y eso le alegrará.”

El segundo cuento, trata de un cohete tan fanfarrón que se cree famoso y que lo único que sabe hacer es alardear… tan ocupado está en ello que no se da cuenta de lo desgraciado que es en realidad… El propio cohete habla en paradoja… y nos hace reflexionar sobre la felicidad, el egoísmo o como conversar…

“-Es un motivo bien egoísta -dijo el cohete con ira-. ¿Qué derecho tiene para ser feliz? Debería pensar en los demás, debería pensar en mí. Yo pienso siempre en mí y creo que todo el mundo debería hacer lo mismo. Eso es lo que se llama simpatía. Es una hermosa virtud y yo la poseo en alto grado. Suponga, por ejemplo, que me sucediese algún percance esta noche. ¡Qué desgracia para todo el mundo! El príncipe y la princesa no podrían ya ser felices: se habría acabado su vida de matrimonio. En cuanto al rey, creo que no podría soportarlo. Realmente, cuando empiezo a pensar en la importancia de mi papel, me emociono hasta casi llorar.”

El tercer cuento habla de diferencia de clases, de riqueza, de pobreza… Os dejo una cita que lo dice todo…

“—En la guerra —dijo el tejedor— los fuertes hacen esclavos a los débiles, y en la paz, los ricos hacen esclavos a los pobres. Tenemos que trabajar para vivir, y nos dan salario tan escaso que nos morimos. Trabajamos para ellos todo el día, y ellos amontonan oro en sus cofres, mientras nuestros hijos se marchitan antes de tiempo, y las caras de los que amamos se vuelven duras y malas. Nosotros pisamos las uvas, y otros se beben el vino. Sembramos el trigo, y nuestra mesa está vacía. Estamos en cadenas, aunque nadie las ve; y somos esclavos, aunque los hombres nos llamen libres.”

Y de esta forma, seguimos con el interesante Ciclo de Cuentos y de Filosofía y Vida… y seguimos aprendiendo, compartiendo, creciendo y disfrutando… ¿Qué sería de nosotros sin las tertulias de los jueves?... ¿Qué sería de ti, si vinieras todos los jueves?...


  
Escrito por: Eva Morera


martes, 1 de mayo de 2018

LA DIFICIL REALIDAD DE LA CONVIVENCIA





Esta semana nos dedicamos a una pequeña obra de un gran autor. “El Último Abencerraje” de Chateaubriand, una especie de cuento o narración corta, donde se puede apreciar, como para el autor romántico, el fuego del amor puede prender en cualquier tipo de material y momento histórico, pero para establecer las compatibilidades de la convivencia, hay que aceptar sacrificios y perdidas…

Hoy creemos que lo importante es el trabajo… en otras épocas se valoran mas otras cosas y siempre los contextos de los que van a convivir deben ser parecidos o al menos alguien debe estar dispuesto a  adaptarse bastante a las circunstancias del otro…

De lo contrario el riego de quedarse en una pequeña anécdota es muy alto.
Veamos una cita de este texto que os invito a leer… tranquilamente:

“¡De cuán poco depende la paz de nuestra vida! La patria no ocupa ya sola y por entero el alma de Aben-Hamet: Granada no es a sus ojos un desierto, una ciudad abandonada, viuda y solitaria; es más cara a su corazón que antes, pues un nuevo prestigio embellece sus ruinas, porque al recuerdo de sus mayores mézclase ahora otro encanto. Aben-Hamet había descubierto el cementerio en que descansaban las cenizas de los abencerrajes; pero al orar, al prosternarse, al derramar por su memoria filiales lágrimas, piensa que la joven española ha pasado alguna vez sobre aquellos sepulcros, y sus antepasados, aunque difuntos, le parecen felices.

En vano intenta ocuparse exclusivamente de su peregrinación al país de sus padres; en vano recorre las colinas del Darro y del Genil, para recolectar plantas al amanecer, pues la flor que ahora busca es la hermosa cristiana. ¡Cuán inútiles esfuerzos ha hecho ya para volver a hallar el palacio de su encantadora! ¡Cuántas veces ha intentado volver a pasar las calles que le hiciera recorrer su divino guía! ¡Cuántas ha creído reconocer el tañido de aquella campana y el canto de aquel gallo que oyera no lejos de la morada de la peregrina española! Alucinado por iguales rumores, corre presuroso al paraje donde se escucharan; mas el mágico palacio no se presenta a su vista. Y acaecíale también que el uniforme traje de las granadinas le inspiraba una fugaz esperanza, porque a cierta distancia todas las cristianas se parecían a la señora de su corazón, y era el caso que miradas de cerca, ni una siquiera atesoraba su hermosura y sus gracias. Aben-Hamet había recorrido las iglesias para descubrir la extranjera, y hasta había penetrado en las sepulturas de Fernando e Isabel, siendo éste el más costoso sacrificio que hasta entonces hiciera en aras del amor.”

El jueves nos encontramos con este francés precursor del romanticismo en su país… si tus contextos te lo permiten… acércate a los nuestros y convivimos esta novela…


 
Escrito por: Javier Morera