sábado, 27 de junio de 2020

EMBOSCADAS DE LA VIDA


Como decíamos hace quince días en un post sobre “MEMORIA Y ADAPTACIÓN”, este año que llamaremos del Covid-19, no ha sido bueno para nuestra marcha organizada de sesiones “tertulias”, muy sociales y concurridas… Es posible que sea un año intenso para leer, para pensar y reflexionar, puede que incluso para crecer y madurar en estas emboscadas de la vida y la enfermedad que nos hace poner las cosas en escalas de valores… Salud, Economía, Trabajo, Relaciones sociales, Relaciones familiares y amistosas, Ocio, Deporte, Juegos… todo tiene que sopesarse en su orden y en su nivel… Riesgos, Higiene, Contactos, Verse… hablarse por medios informáticos o telefónicos… Todo se pone en su lugar… y poco lugar hay para nuestras situaciones de encuentro en centros públicos que cuidan y controlan todo, tanto, que no dejan espacios para “contagiarse” de las opiniones y pareceres del otro…

Terminamos semestre, mitad del año, sin poder haber afrontado ni la mitad de los temas y citas que teníamos previstos. De los 24 preparados, solo 10 hemos podido desarrollar, 9 antes del “Confinamiento” y uno solo de forma diferente en esta ultima temporada.

Pensemos en positivo… ¡La de buenos ratos que nos quedan por disfrutar!... aprovecharemos este descuido de la epidemia y nos reuniremos en cualquier parque, en alguna espesa sombra de un árbol que no este hacinado en su aforo… nos separaremos para poder bajar las mascarillas y sacaremos esos alientos románticos y emocionados con los que compartimos nuestras lecturas… ¡Nos quedan obras y autores de un potencial intrínseco máximo!...
Soñar nos ayuda a soportar las crisis… leer nos enseña que estas cosas han ocurrido siempre y seguirán ocurriendo… aunque sepamos mucho de todo y tengamos tanto control sobre casi nada… Al fin un ser que ni siquiera es bicho, que no lo vemos, que no huele, que no ruge, que no tiene armas ni ejércitos… nos ha vencido una vez mas… nos ha puesto en nuestro lugar… nada mas que seres vivos que respetan poco la vida de los demás… y son vencidos por los mas pequeños y absurdos simplones de la escala de la existencia…

Como en nuestras mejores novelas, el héroe es escarnecido en donde menos se lo espera, en una emboscada donde ha caído por su propia altanería de creer que casi todo lo tiene conocido y controlado…

Aprovechemos a leer y tertuliar esta tregua del enemigo. Volverá y será más difícil juntarse un rato simplemente para compartir unas opiniones y poco de estas experiencias que vienen encerradas en un relato.
Cuídate y lee… y cuida a los demás… como sabía Robinsón Crusoe, los amigos y familias son un tesoro insustituible.


 Escrito por: Javier Morera

miércoles, 24 de junio de 2020

LA MAÑANA


“Mis noches terminaron aquella mañana. El día era triste; la lluvia caía, golpeando lúgubremente los cristales de mi ventana. Mi cuarto estaba oscuro, me dolía la cabeza y el vértigo se apoderó de mi.”

Así da comienzo esa especie de epilogo que sigue a la cuarta “Noche Blanca” de Dostoyevski.

Nuestro protagonista recibe en su casa una carta de Nastenka…

La leemos. Imagina que emoción debe recorrer ese corazón y esa psicología desangrada del autor que nos cuenta su experiencia traumática… Romanticismo puro.

“¡Oh! ¡Se lo ruego de rodillas! ¡Perdóneme! Le engañé; me engañé a mi misma. Fue un sueño… ¡He sufrido hoy tanto por usted!

No me recrimine; mi cariño no ha cambiado. Le dije que le amaría, y aun ahora mismo le amo, y aun mas. ¡Oh Dios mío! ¡Si pudiese amarles a los dos! ¿Por qué no es usted él?

Dios mismo sabe lo que hubiera querido hacer por usted. Comprendo cuanto sufre usted. He humillado su cariño; pero usted no ignora que, cuando se ama, la injuria se olvida. Y usted me ama. Le estoy agradecida por este amor, y queda grabado en mi pensamiento como un dulcísimo ensueño, del cual nos acordamos largo tiempo después de haber despertado. Recordaré siempre el momento en que me ha abierto usted tan francamente su corazón y ha acogido el mío para protegerle, acariciarle, curarle… Si me perdona, ese recuerdo vivirá en mí embellecido por este sentimiento de eterno agradecimiento, que no desaparecerá nunca. Le seré fiel; no traicionaré nunca mi corazón, que es muy constante. Demasiado sabe usted cuan rápidamente ha vuelto a aquel a quien pertenece para siempre.

Nos volveremos a ver. ¡Vendrá a casa! No nos abandonará nunca. Será siempre nuestro amigo, mi hermano. Y cuando me encuentre, me tenderá la mano, ¿verdad? Porque estoy segura de que me ha perdonado y de que me ama usted como antes. ¡Oh! Ámeme, no me abandone, porque yo le tengo aun un gran cariño y seré digna del suyo, le mereceré, mi queridísimo amigo. Mi boda se celebrará la próxima semana; ha vuelto enamoradísimo. ¡No me había nunca olvidado!... No se enfade si le hablo de él. Iremos a verle los dos; le querrá usted a él también, ¿verdad?

Perdóneme, pues; acuérdese de mí y ame a su:
NASTENKA

Ya hemos leído y vivido estas “Noches Blancas”… hoy que celebramos San Juan… y ya se hicieron esas hogueras que nos recuerdan como empezamos a caminar hacia la oscuridad y el invierno…

Un poco mas adelante, nos dice el autor sobre el estado emotivo del protagonista…

“Los rayos del sol, que durante un instante habían logrado atravesar las nubes, desaparecieron, y todo se hizo negro a mi alrededor…”

Una curiosa historia llena de sentimientos y ternura, de amor y de tristeza, de esperanza y de soledad…

Es muy difícil conseguir el cielo en la Tierra… los realistas lo pregonan… los románticos siempre lo van buscando… pero el cielo siempre corre más deprisa que nosotros…

Varias veces, a lo largo del relato, nuestro héroe agradece, a Nastenka y al destino, que al menos durante unas horas, durante unas noches blancas, se hacían realidad sus sueños…

La despedida es triste, la vida de Dostoyevski no fue alegre…

“¡Dios mío! ¡Un instante de felicidad no basta a una vida humana!"

  

Escrito por: Javier Morera

martes, 23 de junio de 2020

CUATRO TEMAS: CUATRO


Y llegamos a la cuarta noche.

“¡Dios mío! ¡Cómo ha terminado todo esto!... ¡Qué final! Fui a las nueve. Ya estaba allí ella. La vi de lejos, y, como el primer día, estaba acodada sobre el parapeto del puente y no me vio aproximarme.

Así empieza esta corta cuarta cita que tienen el joven desconocido y Nastenka, en “LAS NOCHES BLANCAS”, de Dostoyevski.

Si has seguido leyendo la obra, al ritmo de estas publicaciones, ya habrás visto que difícil situación… que cruce de caminos mas paradójico y extraño para estos dos seres tan románticos y solitarios. También habrás observado o intuido que la solución es difícil… si aparece el amor de Nastenka, mal para nuestro héroe… si no aparece, arreglo difícil para ambos… conformarse, dar compasión, trazar pactos y conciliaciones, no es la mejor salida para amores y parejas…

Hay un momento en este cuarto encuentro que parece que las cosas se aclaran y todo puede tener una solución agradable para muchos lectores actuales que han sido educados por la cultura Disney… pero la realidad, el drama, la tragedia romántica, tiene que aflorar…

Nastenka llega a decir:

“Es usted mejor que él y mas noble”

Y parece que todo se puede “arreglar”… pero un poco mas adelante leemos…

“-Mire el cielo, Nastenka, Mañana hará un hermoso día. ¡Que luna!¡Qué cielo mas azul! Fíjese en aquella nubecilla amarillenta que va a cubrir a la luna; pero no, pasa junto a ella. Mire. Mire.

Pero Nastenka no contemplaba la nubecilla. Permanecía silenciosa, como clavada en su sitio; y un instante después se estrecho tímidamente contra mí, su mano tembló en la mía; la miré… y se apretó contra mí aun mas fuertemente.

En ese momento un joven pasó junto a nosotros. Detúvose repentinamente, nos miró fijamente, dio algunos pasos. Mi corazón tembló…

Si, es mejor que tu leas lo que viene… y decidas si te gusta o si prefieres esas comedias americanas donde siempre se deshacen los malentendidos y todos quedan bien…

Ya ves cual es el cuarto tema, el de hoy… empezamos con esperanza y luz en esas largas noches que solo son atardeceres… seguimos desentrañando ese triste compañero de todos y todas… la soledad… Ayer veíamos que no es posible razonar con las pasiones   y hoy comprendemos que lo único que puede y debe triunfar es el amor… el problema es que en esta historia, el amor no estaba para el protagonista…  Por eso cambió algo en la vida de su autor cuando vivió esta experiencia… por eso era romántico y por eso la escribió… y por eso me gusta… y por eso llevamos juntos cuatro post… y si quieres, mañana hablamos de lo que ocurrió a la mañana siguiente, en ese húmedo y fresco San Petersburgo de 1848…

Y si quieres… lee algo romántico… ahora que la crisis del Covid te ha dejado respirar unos pocos días… Vendrán las largas noches del confinamiento y sin Nastenka…

A Dostoyevski le llevaron a Siberia una buena, larga, fría y oscura temporada… 



Escrito por: Javier Morera

lunes, 22 de junio de 2020

CUATRO TEMAS: TRES


Ya es la tercera de “LAS NOCHES BLANCAS”. Nuestro protagonista se ha visto y conocido un poco mas con su Nastenka…
El texto comienza desalentador…

“El día fue triste, lluvioso, sin sol. Ideas extrañas me habían atormentado, confusos problemas agitaban aun mi pensamiento y no tenia fuerza ni deseo para resolverlos”

Y luego nos habla de los cambios en ella…

“Y mi pequeña Nastenka se hizo súbitamente tan tímida y tan asustadiza, que debió comprender, al fin, que yo la amaba, y tuvo piedad de mi pobre amor. Y es que, cuando somos desgraciados, sentimos mas profundamente el dolor de los demás, nuestro sentimiento se concentra…”

En esta tercera noche, se trata uno de los temas tan preciosos y tan poco reconocidos por los observadores de las relaciones personales… ¡La importancia de los sentimientos, de las emociones, de la magia y el misterio, que son influencias máximas, al menos para los románticos, e inversamente proporcionales a las razones y razonamientos…

Observamos como el protagonista quiere, y casi consigue atar sus emociones al protocolo de la relación, al interés en servir a su amada… Calla, retiene, sufre… Mientras Nastenka, explica, se auto disculpa, razona y organiza con lógica lo que le ocurre y lo que deben hacer ambos…

¡Que imposible cumplimiento, nos relata maravillosamente Dostoyevski!... ¡Como se nota que sabe de lo que escribe! ¡Como se nota que escribe de lo que sufre!

Este es el tercer tema de esta colección. El primero es la luz y la esperanza… El segundo la soledad y los miedos a no compartir nuestra existencia con otro ser… El tercero: ¡no quieras razonar lo irrazonable!…

Seguro que ya sabes cual será el cuarto tema de estas “Noches Blancas”…
Recuerda que es bueno para tu salud afectiva, leer una noche cada día… Y si ves que algún síntoma o inestabilidad te esta alterando, ¡deja de leer y consulta con algún romántico bien curado de amores!.. Que solo encontraras en los libros o en el cementerio…


 Escrito por: Javier Morera

domingo, 21 de junio de 2020

CUATRO TEMAS: DOS


Estamos en el primer día del verano en el hemisferio norte. Las lluvias de estos pasados meses, junto al baño largo de sol que ahora nos regala nuestra situación geografía, nos dan una naturaleza verde, florida, exuberante… La noche casi no llega… y aun no se ha desvanecido del todo el fulgor de ese astro que nos alienta la vida, cuando vuelve muy pronto a despertar en pequeños resplandores por el otro lado de nuestro horizonte…

Ayer empezamos a leer esa pequeña obra de ese gran autor que fue Dostoyevski… “LAS NOCHES BLANCAS”… En su primera noche conoce a esa mujer, esa jovencita insegura llorosa, que fija todos los anhelos del protagonista… y hablan, apoyándose en una circunstancia, en un detalle… se cruzan sus caminos, se encuentran sus destinos en un momento y en un lugar… Todo misterio, todo casualidad, todo magia romántica… imposible, como el milagro de la vida y del amor…

En esta segunda noche, ya se presentan, ella es Nastenka… la mujer perfecta para el protagonista… él es un soñador… y nos describe mejor que nadie lo que eso significa… un tímido e inteligente constructor de mundos de ilusión, de fantasía, de amores y de novelas… Y ella nos cuenta sus miedos y sus dramas… y él se enamora… y ella esta enamorada, pero de otro sueño…
Recordar que os recomiendo leer cada noche separada de las otras… es corto el texto pero es largo el sentimiento… es enorme el impacto que a los románticos nos pueden hacer estas obras, estas esencias de sentimientos y amores…

Os pongo una cita emocionante de la segunda noche…

“Nos hemos vuelto a encontrar, Nastenka, tras de una larga separación… porque hace ya mucho tiempo que la conozco. Hace muchos años que buscaba a alguien, a usted precisamente, y estaba escrito que habíamos de encontrarnos.”

Un poco más adelante, sigue el protagonista abriendo su corazón a Nastenka, como nunca lo había hecho y ya nunca volvería a hacerlo…

“El, que esta convencido de que la vida es pequeña, mezquina, vulgar, no se pregunta si llegará quizá una hora en que, por una jornada de tal existencia, daría con alegría todos los años de ensueño vividos.”

¿Qué cuatro temas se citan en estas cuatro noches blancas de Dostoyevski?... Ayer y hoy vemos la importancia de la luz, símbolo de la esperanza, de la ilusión, de conocer, de ver, de entender… de creer…

Hoy en las presentaciones de sus protagonistas vemos ese infinito sufrimiento del humano en su paso por la Tierra… la soledad… El gran novelista nos describe como sus protagonistas viven rodeados de gente… pero solos… tristemente solos… Muchos años después nos explicarían grandes psicólogos y filósofos como ese miedo a la soledad explicará muchas cosas… Pero ahora sigamos  disfrutando… esta segunda “noche blanca” es el momento bueno para nuestro héroe… dejémosle que viva su sueño, su noche de luz…

¡Ha encontrado a Nastenka! 





Escrito por: Javier Morera

sábado, 20 de junio de 2020

CUATRO TEMAS: UNO


Estamos en el último día de la primavera en el hemisferio norte. El periodo en que los rayos del sol nos caen más perpendiculares y potentes. Es el momento de la luz, del calor, de las noches cortas y los días largos.

En una localización muy al norte, como la bella ciudad de San Petersburgo, en la Rusia de nuestras historias literarias del siglo XIX, ocurre esa curiosa circunstancia geográfica… desde finales de mayo, hasta empezar de julio, las noches no llegan a ser oscuras. El atardecer se alarga y une a un precioso amanecer… sin oscuridad… sin frío… sin perderse en el desolado e incierto invierno de esas latitudes que ahora nos queda muy lejos…

Para los habitantes de estas tierras y más en épocas históricas, donde se dependía mucho de la luz natural y el calor del sol, estos días largos eran la alegría y la esperanza de la vida, de la salud, de encuentros y diversiones, de trabajos fáciles y preparar y gozar el mundo que luego se haría frío y tenebroso.

Aquí, en este marco tan curioso, nos encontramos con una obra singular, de un escritor de los más famosos y celebrados de la literatura universal. Aquí se escriben y describen “LAS NOCHES BLANCAS” de F. M. Dostoyevski.
Os recomiendo leer una noche cada día, son cuatro… y esperar a que pase una noche… para leer la siguiente… y así sacar toda la emoción de esta obra maestra, muy corta, muy intensa, condensada de sociedad, de tragedia, de amor, de psicología… literatura de la buena, en formato compacto… Fase romántica de un autor ecléctico y universal.

Os pongo una cita del empezar de la primera noche…

“Hermosa era la noche, tal y como no puede menos de ser cuando somos jóvenes, amables lectores. El cielo estaba estrellado y tan claro, que, al contemplarle, uno no podía por menos que exclamar: “¿Es posible que, bajo tan bello dosel, vivan seres llenos de cólera y de veleidad?”

Unas pocas páginas más adelante, termina esta noche blanca… con unas frases… que ahora te reproduzco para que recuerdes o te decidas a leer esta pequeña gran pieza de literatura… Entre medio, pasan cosas… que solo pueden pasar en una noche blanca, en San Petersburgo, en una personalidad romántica y joven… que Dostoyevski nos regaló para la eternidad.

“Y nos separamos. Vagué la noche entera por la ciudad; no podía entrar en mi casa. ¡Era tan feliz!...” 




Escrito por: Javier Morera

miércoles, 17 de junio de 2020

900 AÑOS DE CUTANDA


Hace hoy 900 años, el Batallador venció en la mayor de las batallas que tuvieron lugar en el Reino de Aragón.

El 17 de junio de 1120, en los campos de Cutanda, la hueste aragonesa, con el apoyo de tropas pamplonesas y francesas, infringieron a los almorávides una gran derrota. Como consecuencia, quedó asegurado el control aragonés de Zaragoza, y también el de los valles del Ebro, del Jalón, y del Jiloca. En aquella jornada, puede decirse, se dirimió el futuro del Reino de Aragón.
Apenas hay documentación del enfrentamiento, y ni siquiera sabemos con seguridad donde tuvo lugar. El campo de batalla de Cutanda sigue siendo uno de los misterios de nuestra Historia, pero si hoy somos Aragón, se debe, en parte, a lo que ocurrió aquél atardecer de junio, en un barranco del Teruel profundo y olvidado… Entre los musulmanes, aún existe una expresión que guarda la memoria de la que fuera una de las peores catástrofes del imperio almorávide: “peor fue la de Cutanda”.

 Hoy, “Cutanda” todavía suena en nuestros labios con un acento épico. Fue la Gaugamela de Alfonso I; las Navas de Tolosa de Aragón; Cutanda es nuestra Historia.


Escrito por: Eloy Morera


martes, 16 de junio de 2020

QUINIENTOS… SEGUIMOS…


Mis queridos amigos y amigas… este número que estas leyendo es el 500 de este blog. Han pasado cerca de diez años desde que empezamos a hacer formal y oficial nuestra tertulia cultural y literaria… Podéis ir recorriendo nuestras publicaciones que alrededor de semanalmente desde comienzos del 2011 se ofrecen a los que desde cualquier ventana del mundo se asoman a esta plaza pública y amistosa que es Internet…

Recordamos algunas palabras de la primera publicación…

001: EMPEZANDO (25-02-2011)

Hoy empieza un nuevo proyecto… hemos dado el primer paso para formarnos como Asociación Cultural y de lectura...

Un poco más adelante definíamos algo más nuestro objetivo…

003: EL RINCÓN DEL ROMÁNTICO (9-03-2011)

Con esta reunión surgió nuestro nombre: “El Rincón del Romántico”, ese lugar alejado de las personas… integrado por recuerdos, fotos, libros particulares, historias, ideas, melancolías, ilusiones, ensoñaciones… y una vela que da la suficiente luz para seguir escribiendo sin descanso, cartas, poemas de amor, melodías llenas de emociones y sentimientos…

Y llegamos al número 100 ya en plena expansión, leíamos de todo y publicábamos de todo… ¡Recuerda!…


Pero otros creemos, sin ser devotos de este sir inglés, que sus obras no son tan “absurdas”… primero nos alientan a leer, que no es poco; luego nos describen paisajes, personas y situaciones que son desde bellas y pintorescas hasta típicas y emotivas… pero mas allá de esto, nos dan lecciones de sensibilidad, de observación, de intuición y de métodos perceptivos y analíticos… no diré deductivos, ya que no lo son en su mayoría, pero sí nos “inducen” a pensar… a buscar explicaciones, a razonar, a investigar y a trabajar con todas las lupas y detalles que podamos recolectar…

En cuatro años, ya estábamos por el doscientos… y ya nos creíamos mayores…

200: ENTRADAS PUBLICADAS (5-08-2015)

Nos hemos enfrentado a Shakespeare, a Tomás Moro, a los Don Juanes de muchos autores, a Hemingway, Hesse, Sparks, Delibes, Jane Austen, Conan Doyle, Bécquer, Barrie, los hermanos Grim, Machado, Durero, Erasmo, Ende, Goethe, Sender, Vermeer,… y tantos libros… El Gran Gastby, El Fantasma de la Opera, El principito, el Caballero de la Armadura…, Harry Potter,  El Queso que se nos comen… Salvador gaviota, El Alquimista”… y nos hemos paseado por Soria, por Veruela, por Loarre… con dibujos de Gosé, de Arturo Elena, de los Madrazo… con músicos y con filósofos, con teatro y con cualquier arte…

Pero, especialmente, hemos leído, y hemos animado e intentado que todos vosotros os lancéis a leer, a entender desde nuestra inmensa obra cultural de diverso formato, que la vida no es ni para consumir ni para consumirla… la vida es para vivir aprendiendo y disfrutando de esas diferentes maneras de sentirla que nos regalan esos maestros que llamamos autores…

Otros dos años escasos y saltábamos al trescientos… sin parar… pero sin correr… suavemente… como un coqueto y ondulante río romántico… tal vez con poco agua, siempre procurando dejarse oír, embellecerse de flores y musgos… entre pasiones y tormentas…


Oscar Wilde vuelve a nuestro club… ya hablamos de “El Retrato de Dorian Gray” y de “La Importancia de Llamarse Ernesto”. Este viernes hablaremos de tres de sus conocidísimos cuentos…
Comparto una cita de cada uno... Seguro que sabéis cuáles son… pero lo importante, además de la belleza de la narración, son los sentidos y valores que encierran estos fragmentos de la exquisita inteligencia de Wilde.

Y ya en el 2018, hace poco más de un año, llegó el numero cuatrocientos… Ya somos mayores en estos mundos tan jóvenes.. y lo mejor es que seguimos con esa constancia de la formalidad pero con las energías apasionadas de los románticos…

400: LA MAGIA DE LA REALIDAD (Harry Potter y la reliquias de la muerte) (14-11-2018)

Parece que es para jóvenes, pero nos lleva al serio y difícil mundo de la sociedad adulta y sus problemas… tan serios como el racismo, las luchas por el poder…

Parece que es una trama de magia y fantasía, pero nos introduce en las complicadas circunstancias de la vida más real y realista… con la historia de un huérfano, con el difícil ascenso en la educación, los colegios, la profesión… y especialmente con ese tema tan claro como la vida, pero tan poco tratado y oscuro como es la muerte…

Parece que es un cuento, pero nos abre los ojos ante la poca considerada fuerza de la Ilusión, de la Esperanza, de la Amistad…

Hasta aquí hemos llegado… El proyecto ha dado lugar a un desarrollo… esperamos seguir… deseamos seguir… siempre habrá libros y lo que es más importante: siempre habrá personas que vivan con pasión y que describan sus pasiones… siempre habrá lectores de esas historias… siempre habrá admiradores y enamorados que pasaran horas sin cuento hablando, debatiendo esas historias, esos autores… esos recortes de vidas intensas…

Gracias a todas y a todos…  Quinientos… ¡Seguimos!




Escrito por: Javier Morera

sábado, 13 de junio de 2020

MEMORIA Y ADAPTACIÓN


Estamos a mitad del último mes del primer semestre de 2020. Ya tenemos la Memoria del año 2019 cerrada y deberíamos estar preparando la primera evaluación de ese primer medio año que se nos esta escapando por el discurrir continuo de día a día, semana a semana, mes a mes…

2019 fue un año con menos actividades que otros, más completos de acontecimientos y actos, pero bastante cumplido en nuestras lecturas y sesiones… hubo los contratiempos normales de nuestros asociados con sus múltiples y absorbentes trabajos, los cambios de fechas, de orden, debido a los inconvenientes ineludibles de los protagonistas… El verano con sus retardos por razones de ausencias… las faltas de asistencia por tantos temas y ocupaciones… en fin, lo normal

Este 2020, pensado de acuerdo con esas premisas, comenzó con buena fluidez y control… primer mes, completo… segundo mes, completo… pero marzo con la pandemia nos ha desbaratado calendario y sesiones…

Solo nueve sesiones hemos podido completar con “normalidad”… después la sequía que ha acompañado a estos tiempos revueltos, de incertidumbre, de crisis, de descontrol en lo social…

Es cierto que seguimos leyendo… y comunicándonos por medios a distancia… Seguimos bien y en relación… seguimos con este blog y mil correos y llamadas… Pero se han interrumpido las agradables sesiones de encuentro y tertulia… no hay locales, ha estado prohibido y aún ahora resulta desde molesto, por las distancias y barreras protocolarias, hasta un poco inadecuado lo de quedar… “solo para hablar de libros”… cuando hasta para temas muy serios se están disolviendo y posponiendo las reuniones personales…
De momento, podemos recordar los cientos de sesiones que nuestras memorias nos recuerdan… más de 400… nuestros momentos de Leertes… mas de 300… nuestros post publicados… ¡éste es el numero 499!

En breve, viendo las posibilidades de encontrarse que vamos aceptando, podremos convocarnos para conversar sobre alguno de nuestros temas previstos, aunque sea al aire libre, aunque sea un ratito, los que podamos… aunque solo sea para recordar nuestra tertulia que tantas horas y alegrías nos ha proporcionado en estos años pasados…

Retomaremos algo de nuestra forma y fórmula… de aquella normalidad que ahora nos parece extraordinaria… y que tendremos que modificar y adaptarnos para hacer la célebre y extraña conceptualización paradójica de “nueva normalidad”…

Sabemos que de momento, lo correcto es que estamos en cambio… en sesiones extraordinarias y adaptadas a circunstancias especiales… Sabemos que tal vez, con tiempo y adelantos nos adaptaremos a esas u otras formas de relacionarnos y entonces no serán ya nuevas, serán “normales”, normalizadas, frecuentes y ordinarias… Pero hoy sabemos que aún no sabemos como ni cuando serán esas otras futuras normalidades… Sabemos que no sabemos… sabemos que sabremos… sabemos lo que hemos hecho… eso es nuestra Memoria que nos parece normal… la vieja normalidad de nuestro camino hasta aquí.


  

Escrito por: Javier Morera

sábado, 6 de junio de 2020

¿LEER O ESCRIBIR?


¿Jugamos a escribir?...

Francisco es el nombre de un medico joven, inteligente, curioso, listo y vivo como el hambre… Pronto destacó en la escuela y en el instituto como un “preparado”… Superaba exámenes y no con mucho esfuerzo… algunas notas brillantes, otras aceptables… menudo, nervioso, vivaz… hijo tercero de cinco hermanos… padre medico rural, madre maestra… Rebasaba sin dificultades la vida académica… Se ilusionaba en libros y novelas… Deportista sin ser campeón… fuerte sin ganar en nada… Atento a todo y aburriéndose de casi todo…

Fran se manejaba estupendamente en las nuevas tecnologías, le divertían los idiomas, para usarlos, no creía ni en religiones ni en filosofías… Amigos, pocos. Amores, menos… Vocación: saber, entender, controlar… ver mas, ver antes, ver mas lejos que nadie… Sus objetivos: diagnostico, pronóstico, tratamiento, evaluación… éxito… Nuevas terapias, eclecticismo de picoteo, congresos… llegar antes y mejor al resultado perfecto… salud… No hay enfermedades, hay enfermos, le habían dicho en la Facultad… No hay terapias, hay habilidad del terapeuta, decía él…

Llego la crisis del Covid-19. Fran era de los mejores y sus pacientes tenían más oportunidades… El virus era su enemigo y se le parecía… joven, mutante, adaptado, con su capacidad de alojarse en la parte más débil de su huésped… Fran le perseguía, casi lo conocía, lo vaticinaba… casi lo alcanzaba… Lo vencía…

Carolina era una compañera. Enfermó. Contagiada. Débil de corazón. Fue un caso fácil para el Covid-19. Fue un fracaso demasiado profundo para Fran.
Agotamiento, apatía, astenia, desmotivación, inseguridad, frustración… Síndrome de Burnout le dijo su jefe a Fran. Descansa. Pasaremos sin ti y volverás para ayudar más fuerte.

En su casa del pueblo donde había sido medico muchos años su padre y ahora descansaba en la tierra, su madre le servia un té bajo el árbol centenario que tanto vio jugar a Francisquito de niño, cuando soñaba con ser de mayor medico como papá…

La sombra del árbol, los pájaros que allí cantaban, su anciana madre mirándole en silencio. Té rojo, sin azúcar, sin hospital, sin móvil, sin reloj, sin mascarilla… Pasaron minutos, horas de silencio. La luz decaía. El té quedó frío y denso… La madre le había dicho hacia años, al doctorarse en el extranjero con honores… y aun lo oía en su memoria…

“Por muy alto que llegues, hijo mío, recuerda que solo eres una persona”




Escrito por: Javier Morera