martes, 31 de diciembre de 2019

TERMINA EL AÑO


Termina ese periodo que nos marca la circunvalación al sol… Termina un calendario de libros y reuniones y ya estamos deseosos de comenzar el nuevo… Terminaron unas ilusiones, unas lecturas, unas sesiones cargadas de puntos y análisis, de opiniones y de conocimientos…

Otro año. ¡Un año más! ¡Muchos más relatos y películas que hemos hecho nuestros!... Historia y vida de nuestra Asociación, que es una parte de nosotros… ¿O nosotros somos una parte de ella?...

También podríamos decir… ¡un año menos!... ¿Cuánto nos queda por leer? ¿Cuánta historia podremos recorrer?

A lo largo de 2019 se han dejado algunas sesiones sin hacer, por diversos motivos… Las propuestas eran cincuenta, alguna de las perdidas se han dejado para este 2020, que ya nos amenaza con empezar… Otras se han desvanecido por el camino…

Pero lo importante es el gran encuentro, en las que se han celebrado… La fuerza de la amistad ha enmarcado momentos preciosos de disfrute y de aprendizaje… entre libros y temas hemos encontrado caminos y horarios… espacio y tiempo para ese lago profundo de conocimientos y cálida amistad…
Seguiremos bañándonos en ese gran estanque… procuraremos que sea mar y hasta océano… procuraremos que las tormentas personales o sociales no nos hagan naufragar… que lo que hay que hacer no nos impida lo que queremos hacer… que no perdamos el rumbo… no ahogarnos… que no se seque el lago de motivación y entusiasmo…

Procuraremos seguir leyendo…
Procuraremos seguir viviendo lecturas…

Procuraremos seguir leyendo la vida… y juntos…



Escrito por: Javier Morera

lunes, 30 de diciembre de 2019

EL AMOR Y LA BELLEZA…


El pasado jueves tuvo lugar la última sesión de este año, en nuestro club de lectura… compartimos una interesante y participativa tertulia sobre Platón y “El banquete”… una obra que recoge diferentes discursos sobre el amor, la belleza…

Phaidros comenta: “De manera que por si cualquier obra de encantamiento un Estado o un ejército pudiera estar compuesto solamente de Amantes o de amados, no existiría otro pueblo que profesara tanto horror al vicio ni estimara tanto la emulación de la virtud”.

Agatón dice: “El Amor mora en los corazones y en el alma. Su virtud es que no puede recibir ofensa. La violencia y el Amor son incompatibles.”

Sócrates pregunta: “No puedes desear lo que posees puesto que ya lo tienes, ¿no es amar, lo que no se está seguro de poseer, lo que no se posee todavía, el desear tenerlo en el porvenir como lo que actualmente se posee?"

Diotima explica: El amor está entre lo mortal y lo inmortal, no es un Dios sino un Daimon (nexo entre lo inmortal y lo mortal) y que “El Amor consiste en desear que lo bueno nos pertenezca siempre”


Con el libro “Sobre la Belleza” de Enrique Lynch, nos damos cuenta de que la idea de “belleza” ha ido cambiando desde la Antigua Grecia hasta nuestros días… “La belleza, en un sentido platónico, tiene un valor casi instrumental, es la vía que permite acceder a una esfera de la realidad que nuestros engañosos sentidos no nos permiten abordar.” Se puede entender como el amor a la sabiduría al conocimiento de nosotros mismos y de las otras personas, acercándonos al mundo de las Ideas… Y más adelante nos desvela una de las claves del Banquete: “Sócrates asegura que cuanto sabe del amor le fue impartido por Diotima, quien le enseño que el amor existe para permitirnos gozar de la belleza.”


Escrito por: Eva Morera

sábado, 28 de diciembre de 2019

APRENDER COMO NECIO



“Y tu también, Agatón aprovéchate de estos ejemplos y procura no dejarte engañar a tu vez por este hombre; que mi triste experiencia te ilumine y no imites al insensato, que según el proverbio por la pena es cuerdo”.

Este es un pequeño fragmento del final de “El Banquete”, uno de los celebres diálogos de Platón… Seguro que lo habéis leído y releído… ¡Hay tantas cosas interesantes en estos escritos viejos de un filósofo viejo! Cualquiera de los “dialogantes” nos dicen algunas de las posturas o conocimientos que en aquellas épocas eran relevantes como “saber” para poder estar informado y decidir sobre cuestión tan importante como es el amor…

En otras traducciones de los doctos intelectuales de este clásico, aun son más expresivos y el texto queda:

“Lo cual también a ti te digo, Agatón, para que no te dejes engañar por este hombre, sino que, instruido por nuestra experiencia, tengas precaución y no aprendas, según el refrán, como un necio, por experiencia propia”.

Aun me gusta mas esta forma clara de decir el tema: no seas un necio aprendiendo de tus propios errores… Parece que Platón ya tenia claro que debemos “aprender” para no equivocarnos… deberíamos prever para que no nos ocurrieran los fallos, los desastres que nos acontecen…

El aprendizaje debe estar guiado para prevenir y anticiparse a los problemas con los que nos vamos a encontrar… Eso es ser inteligente… ver desde lejos… aprender por los que ya han “sufrido” ese problema… recordar los malos sucesos o prepararnos con los buenos caminos y métodos apropiados… para no caer en fallos y calamidades…. Abismos de perdidas irrecuperables…
¡¿Como se permite y potencia el que los niños, los jóvenes, las personas tengan que experimentar tantos desastres para que aprendan?!

¿Llevamos a los médicos a que padezcan enfermedades para que aprendan a tratarlas?...

¿Llevamos a los políticos a las penurias para que aprendan a gobernar adecuadamente?...

¿Llevamos a los delincuentes a sufrir el ojo por ojo para que aprendan lo que le han hecho a la victima?

Por que dicen muchos necios que de las caídas se aprende… De las caídas muchos no se levantan… otros sacan fracturas… y algunos aprenden a huir de esa situación… Nadie aprende de caerse… lo único que se aprende de una caída es que el golpe duele…



Escrito por: Javier Morera

miércoles, 25 de diciembre de 2019

¡FELIZ NAVIDAD 2019!

Para felicitaros la Navidad, os dejamos en este post el enlace a una sencilla presentación que contiene fotografías de las sesiones literarias de los jueves y actividades realizadas entre nuestros asociados, para recordarnos momentos y lecturas que han tenido lugar durante este inolvidable año 2019…

¡Ya podemos ir preparando lo que nos representará en el 2020!


¡Mucha felicidad entre libro y libro!



domingo, 22 de diciembre de 2019

ME ERES ESENCIAL, QUERIDO WATSON


En “La Aventura del Hombre que Reptaba”, uno de los varios relatos de la serie Sherlock Holmes, en su última entrega titulada: “El Archivo de Sherlock Holmes”, nos encontramos a un Doyle más cercano y humano, más sincero y humilde… Es bonito como en voz de Watson leemos esa verdad que todos hemos sospechado en otros escritos de este autor, aunque no se han dicho explícitamente:

“Yo era la piedra de afilar en la que se aguzaba su inteligencia. Yo lo estimulaba. Le gustaba pensar en voz alta estando yo delante. No se podía decir que sus observaciones iban dirigidas a mí (muchas de ellas podían ir dirigidas lo mismo a su cama que a mí); pero, una vez adquirida la rutina, le agradaba hasta cierto punto que yo tomase nota y que interviniese. Si esa especie de lentitud metódica de mi mentalidad lo irritaba, esa irritación servía únicamente para que sus llamaradas de intuición y sus impresiones estallasen con mayor viveza y rapidez. Ése era mi humilde papel en nuestra alianza”

Aunque, de vez en cuando, nos vuelve a recordar sus principios de método que tan buen resultado le dan…

“—¡Siempre el mismo, viejo Watson! Jamás comprenderá usted que los más graves problemas pueden depender de las cosas más insignificantes”.

Un poco mas adelante nos recuerda su maravillosa vitalidad que es siempre el arma de un ser frente a su destino, la energía, la fuerza, sentirse vivo y sentirse capaz… Hemos desarrollado verdaderos cursos de autoestima y motivación en el siglo XX para afrontar las dificultades… Pero Holmes simplemente decía…

“—No tenemos sino que intentarlo.

—¡Magnífico, Watson! Algo así como una mezcla de “siempre adelante y manos a la obra”. No tenemos sino que intentarlo. Es la divisa de la firma. Encontraremos, con seguridad, alguna persona amiga en el pueblo que nos sirva de guía”.

Y para terminar… me despido con el bueno de Watson que agradece a Dios el poder encontrar relaciones entre hechos que no parecen estar vinculados…

“—Gracias a Dios que encontramos algo que puede relacionarse con algo —dije yo—. Por el momento, parece que nos encontramos frente a una larga serie de incidentes inexplicables y totalmente desconectados unos de otros”.

Gracias a Doyle por tantas horas de compañía y tantos ejemplos de buenas practicas para obtener información… tanto ejemplo de amistad y honradez… tantas refinadas estrategias para encontrar verdades y ayudar a inocentes… Y gracias a Watson por su labor de “piedra de afilar” a esa navaja de la perspicacia de Holmes… ¡Buen equipo!... ¡Si hubieran sido políticos!... ¡que buen gobierno! 




Escrito por: Javier Morera

sábado, 14 de diciembre de 2019

LAS OLAS DE LA VIDA




No enviaré a mis hijos a la escuela, ni pasaré una sola noche de mi vida en Londres, Aquí, en esta amplía estación, todo son ecos y hueco tronar. La luz es como la amarilla luz bajo un alero, Jinny vive aquí. Jinny saca de paseo a su perro en estos pavimentos. Aquí, la gente recorre de prisa y en silencio las calles. Nada miran, como no sea los escaparates de las tiendas. Todos mueven la cabeza arriba y abajo, y sus cabezas están todas situadas, aproximadamente, a la misma altura. Las calles están atadas entre sí con hilos de telégrafo. Las casas son todo vidrio, guirnaldas y brillo…” dijo Susan en la segunda sección de “Las olas”

Adelina Virginia Stephen, más conocida con el apellido de su esposo: Virginia Woolf, nació en Londres el 25 de enero de 1882, y tuvo una vida rodeada de libros y de intelectuales, en lo que se conoce como el círculo de Bloomsbury, del que también formaba parte su hermana, Vanessa Bell aunque no tan conocida, fue una artista, qué en lugar de palabras utilizaba colores… fue una de las introductoras del impresionismo en Inglaterra…

Este jueves compartimos una tertulia sobre estas interesantes mujeres del S. XX… y en particular sobre “Las olas” (1931)… esa obra que al comenzar a leer te confunde y te sumerge en un mar lleno de olas… y cada vez te lleva en una dirección… hasta que te elevas en la ola que rompía en la playa del conocimiento… y con ella ves más allá de las letras… y sientes y al sentir, sabes más de los seis personajes que existen… del constante movimiento del libro, del paso del tiempo… de la vida. Y descubres que el protagonista de esos poéticos fragmentos que inicia cada parte, es el SOL… su trayectoria desde que nace hasta que muere en el horizonte de las olas… y que nada es casualidad…
El Sol es un milagro… como cada uno de esos seis personajes que aparecen en la obra…
Las olas son como las etapas de ese mar, que es la vida que nunca está quieta… el tiempo pasa…

Un texto muy original, muy poético, sin una trama concreta, sin diálogos, pero lleno de emociones y sentimientos, en el que lees los pensamientos  de esas seis personas que flotan en la corriente donde todo es liquido, todo fluye… y en el que se preguntan ¿Quién soy?...


Y os dejo con la última frase de esta obra… con la cita que cierra el círculo y el ciclo de la vida, por que las olas sí que tiene una estructura, un sentido, una dirección, mucha sensibilidad,  simbolismo y poesía:
Las olas rompían en la playa.

Escrito por: Eva Morera

martes, 10 de diciembre de 2019

LAS OLAS NO SON UN RIO


En el primer “momento” de lectura de Las Olas, de la celebre escritora Virginia Woolf, nos perdemos entre esas múltiples frases, pensamientos, situaciones… que nos gustan, pero no entendemos del todo…

“Islas de luz flotan sobre el césped”

En el segundo “movimiento” comenzamos a entender algo de la diferente mecánica de este texto… seguimos algo perdidos… pero una variable que es el tiempo comienza a darnos pistas… el sol sigue elevándose, los personajes crecen… se hacen constantes aunque siguen confusos…

“Ahí esta la muy poderosa locomotora, toda ella espalda y muslos, sin cuello, de color verde botella, jadeando vapor.”

Nos adentramos en esa tercera “nave” de relaciones relatadas… los protagonistas ya emergen con cierta personalidad… sus perfiles de conducta asumen subjetividades que los hacen reconocibles… El crecimiento físico les ha llevado a estudios y distancias… el espacio también existe… barcas cruzan lagos de juventud entre vegetación y decisiones…

“… Todas las horas algo nuevo aparece en la superficie. ¿Qué soy?, me pregunto. ¿Esto? No, soy aquello…

Por el cuarto “volumen” de este libro no muy grande, de menos de trescientas páginas, pero muy denso, sin capítulos, con más poesía disfrazada de prosa que historias explicitas de personas… nos situamos en una forma diferente, que se convertirá en referente, para contar poco, pero cantar mucho a la vida y la existencia sin rumbo, manejada y difusa de ese comienzo del siglo XX que se debatía entre crisis económicas, guerras y existencialismo decadente…

“… Para ser yo, necesito la iluminación de las miradas de otras gentes, y en consecuencia nunca puedo estar totalmente seguro de lo que soy.”

…/…

He atravesado el territorio sin sol de la no-identidad. Tierra extraña, por cierto.

Se va perfilando un devenir, un escribir, un tejer la vida desde el más íntimo subjetivismo y la completa y caótica vivencia del momento que no se sabe de dónde se ha generado y a donde nos conduce…

Os dejo en ese restaurante en que todos esperan al gran Percival que es amado y admirado… para despedirlo… por su viaje… que pronto sabremos que será más que un viaje geográfico…

Y así, tras haber descubierto el tiempo y el espacio, se siguen descubriendo otras dimensiones… nos encontramos con otros escritores contemporáneos que también viajaron por estos lugares como Scott Fitzgerald, James Joyce… y nos sumergimos en “la búsqueda del Tiempo Perdido" de Proust…

Esta semana lo escudillamos en nuestra tertulia… Nos daremos cuenta, si lo leemos, que las Olas no es como la mayoría de las novelas, un rio que tiene principio, desarrollo y fin… Nos daremos cuenta de que las Olas de Woolf es ya un rio desembocado en un mar que se agita y mezcla todo… en sus aguas sin forma, en sus fondos ignotos, en su aparente ritmo continuo observable… el oleaje sin principio ni fin…



Escrito por: Javier Morera

sábado, 7 de diciembre de 2019

CURIOSIDADES DENTRO DE SU ESTILO



El relato corto de Arthur Conan Doyle: “El Problema del Puente de Thor perteneciente a la colección titulada: El Archivo de Sherlock Holmes” contiene varias ideas muy atractivas para pensar y curiosas en exceso para ser escritas por el “clásico” citado autor ingles de finales del XIX:

Comienza este relato con una presentación de algunos de los varios “casos” que Watson guarda archivados pero no han podido resolverse… o no pueden presentarse a la opinión publica todavía… ¡Curioso este reconocimiento!
Cuando ya se mete en el asunto que describe en esta historia… el propio Holmes se auto inculpa de su torpeza, de su falta de rapidez al no haberse dado cuenta antes, de determinados detalles que se le han escapado… ¡Pocas veces este personaje jactancioso y petulante ha sido tan humano y humilde! ¡Curioso en Holmes!

Claro esta que el caso se las trae… y claro es que Holmes lo resuelve de magnifica forma… pero aun así, no deja este “tipo” creado por Doyle, unas lecciones de simple sentido común, que sin presumir de “lógica” ni de criminología… todos deberíamos saber y utilizar mas y mas fácilmente que la tabla de multiplicar… ¡Pasiones, celos, amor…!

Veamos algunas citas… y ¡A leer el relato completo! en una de estas tardes de frío y solitario retiro invernal…

Era una desapacible mañana de octubre, y observé, al vestirme, cómo las últimas hojas que quedaban iban siendo arrebatadas del solitario platanero que crecía en el terreno de detrás de nuestra casa. Bajé a desayunar preparado para encontrar a mi compañero deprimido, pues, como todos los grandes artistas, fácilmente se dejaba influenciar por el ambiente. Por el contrario, vi que casi había terminado su desayuno y que su humor era especialmente luminoso y alegre, con ese buen ánimo algo siniestro que caracterizaba sus momentos más ligeros.
—¿Tiene algún caso, Holmes? —hice notar.
—La facultad de deducción es ciertamente contagiosa, Watson —respondió—…

….. /….

—No es así, Watson. Me había llamado la atención, incluso la primera vez que lo leí por encima, como algo muy extraño, y ahora que estoy más en contacto con el caso, es mi única base firme de esperanza. Tenemos que buscar coherencia. Donde falta, debemos sospechar engaño.

….. /….

—Pero ¿qué pudo causarlo? Sólo una violencia muy grande pudo tener tal efecto. Holmes no contestó. Su cara pálida y ansiosa había asumido de repente esa expresión tensa y remota que me había acostumbrado a asociar con las supremas manifestaciones de su genio. Tan evidente era la crisis en su mente que ninguno de nosotros se atrevió a hablar, y allí nos quedamos sentados, el abogado, la procesada y yo, observándole en un silencio concentrado y absorto. De repente se levantó de la silla de un salto, vibrando de energía nerviosa y de apremiante necesidad de acción.
—¡Vamos, Watson, vamos! —exclamó.


Verdaderamente curioso, amigos… muy curioso.



Escrito por: Javier Morera