sábado, 30 de marzo de 2019

ENTRE TRAGEDIAS Y CUENTOS


El pasado jueves seguíamos con una sesión de esas tragedias griegas que tanto nos enseñan. Esquilo, el gran Esquilo, nos conducía dentro de su trilogía dedicada a Agamenón y Orestes, por esas formas estéticas y dramatúrgicas de educar en dialéctica entre lo individual y lo consensuado, de enfrentar lo personal y lo publico, de encontrar los sentimientos frente a las justicias y venganzas consentidas, pero siempre sin sentido humano…

Reflexionamos de cómo hace mucho mas de dos mil años, un pueblo enfocaba con perspectivas didácticas, leyendas y mitos de sus ancestros para educar y construir un puñado de ciudadanos cultos, demócratas, libres y especialmente aptos para pensar, para dilucidar lo que debería ser su gran problema de vida: el gobierno de las pasiones del humano en sus relaciones sociales e incluso familiares…

Guerras por el trono, conquistas y guerras, infidelidades y traiciones… Esquilo… Shakespeare… la Historia del humano… de cada familia… del día a día… eso es lo nuestro… lastima que no se estudia, no se practica… ni tan siquiera nos paramos a observar esas piezas de literatura que nos enseñan a ver nuestros mas cercanos defectos o nuestra mas clara identidad…

La semana que empieza nos volveremos a meter en el cuento… Otro universo diferente en su forma pero que trata lo mismo… pasiones, emociones, problemas y sentimientos de este humano que tanto se para a mirar todo y que poco se dedica a auto observarse para conocerse, para no caer tantas veces en el mismo o parecido error…

El día 2 de abril celebraremos otra vez el nacimiento de ese gran pensador de cuentos para niños que piensan muy inteligentemente… Hans Christian Andersen… y seguiremos con uno de sus cuentos mas significativos y curiosos, donde supo enseñar muchas cosas difíciles en un simbolismo sencillo para niños…

Este año hablaremos de “El Patito Feo”… pero eso es otra historia..
La semana pasada con Esquilo… una tragedia para ancianos muy clásicos…
La semana que viene con Andersen… un cuento para niños muy sencillos…

¿Y tu?... ¿Dónde estas ubicado?...
¡Tal vez ese es tu problema!

¡Te crees que estas en todo y no existes!



Escrito por: Javier Morera


sábado, 23 de marzo de 2019

UNA LÁPIDA DESNUDA


Cuanto nos influye el paisaje es siempre una duda en el estudio y análisis del comportamiento humano. Sabemos que el calor nos agobia y nos ponemos “nerviosos”… sabemos que el frío nos hace encogernos y buscar cobijos y letárgicos descansos… sabemos que una lluvia constante nos da tristeza, nostalgia, melancolía… sabemos que la primavera nos hace florecer en proyectos y el otoño nos invita a leer viejas novelas románticas a la luz de una lámpara hogareña…

Cuando lees una gran novela como “Cumbres Borrascosas”… te preguntas cuanto de explicación a esas conductas y a esas personalidades se debe a ese páramo ingles, frío y desértico, que tanta literatura nos ha generado… ¿Cómo hubiera sido ese encuentro entre Heathcliff y Catherine en la agradable campiña italiana o en un cortijo andaluz?...

Los vientos del Noroeste, la proximidad del mar frío, la naturaleza tan austera… los caminos tortuosos, el despoblamiento… todo parece contribuir a esas relaciones tan adustas, a esas personalidades tan autárquicas en sus pensamientos, a esas limitaciones egoístas en la colectividad…

Cuando terminamos de leer la obra, si hace frío, si estamos solos… si hemos paseado a menudo por cementerios de pueblos ya olvidados… nos parece oír el viento susurrando entre la vegetación que nos dice palabras, voces, nombres… recuerdos..

Nos vienen a la mente poemas, autores, versos y otros libros…

La obra te sensibiliza y ya te das cuenta que la vida es un pedazo de tiempo entre dos infinidades, arrancado al destino por tu conciencia… extendido entre unos instantes de percepción y de comunicación con unos pocos otros seres que te cruzas, por azar en el mismo sector de tiempo y espacio… Y piensas ¿que quedará de tu presencia cuando solo sea ausencia?… y ¿cuando ya no sea nada?…

Recuerda el final de tantos sufrimientos en la casa de “Cumbres Borrascosas”… unas lapidas… nada…

“Busqué y hallé fácilmente las tres losas inmediatas al declive que mira al páramo. La del centro, gris y medio sepultada entre los brezos; la de Edgar Linton, adornada de césped y musgo que crecía a sus pies; la de Heathcliff, aun desnuda.

Erré por las cercanías bajo aquel cielo tan benigno; miré revolotear las mariposas y las campánulas entre el brezo; escuché el susurro de las altas plantas mecidas por la brisa y me pregunté, asombrado, como había quien pudiera atribuir un descanso atormentado a los que duermen en la serenidad de aquella tierra tan tranquila”.



Escrito por: Javier Morera

sábado, 16 de marzo de 2019

¿QUE TIENE DAISY?


En ese libro tan especial que se titula “El Gran Gatsby”, de F. Scott Fitzgerald, a mitad del capitulo primero, cuando Nick visita a esa familiar y amiga que es Daisy, ella, que se encuentra descansando de no hacer nada en un sofá, junto a su deportista amiga Jordan Baker…

… intentó levantarse, se echó ligeramente hacia delante con expresión concienzuda, y se echó a reír, con una risita absurda, encantadora; reí yo también y me adentré en la habitación:
-Estoy… paralizada de felicidad
Volvió a reírse, como si acabara de decir algo muy ingenioso, reteniendo mi mano un momento, mirándome a la cara, asegurándome que no había nadie en el mundo a quien tuviese más ganas de ver….

Es el primer apunte que nos hace el autor, a través de la narración de Nick, de la que es el gran amor de Gatsby.

A lo largo de los capítulos nos la presenta… nos la muestra… siempre elegante y perdida, inmadura y a la moda… superficial y desencantada…
Pero el protagonista esta enamorado, ilusionado, obsesionado por ella, por verla, por oírla, por agasajarla y por adorarla en un altar de admiración y embeleso…

Cuando lees el libro, desde el análisis racional, te preguntas… ¿pero… qué tiene Daisy?... ¿Qué es lo que cautiva y seduce a Gatsby?... ¿Cuál es la clave para descifrar su dependencia de esta mujer?...

Recordemos que Gatsby es un personaje que puede triunfar y lo hace tanto en lo físico como en lo intelectual, que con su pericia y valentía ha ganado títulos, batallas, fama y mucho dinero…

Un romántico sabe cual es la respuesta. La pregunta debería reformularse. No es qué tiene Daisy, sino ¿Qué encuentra Gatsby en Daisy?...

Goethe, Stendhal, Víctor Hugo… nos escriben mucho y bien de estos temas… y en sus novelas siempre nos queda la duda de quien es el culpable de esos amores tan agudos y explosivos… ¿la persona amada a la cual se inviste de mil propiedades que los demás no vemos? ¿La especial interpretación de esa persona desde el punto de vista de la persona que se enamora?...

Los psicólogos, especialmente algunos autores psicoanalistas, tal vez han ayudado a descifrar estos enigmas que a lo largo de páginas y de la Historia nos sorprenden…

Nunca sabremos que buscaba Gatsby en Daisy… nunca sabremos si lo hubiera encontrado de permanecer unos cuantos años a su lado… nunca sabremos si era la especial atracción de ella o el especial interés que le ponía él…

Si sabemos, al leer el libro de Fitzgerald, especialmente entorno al centro de este relato, que Gatsby, tras tanto intentarlo, cuando consigue llevar a esa encantada Daisy a su mansión y mostrarle tantas cosas… como esas camisas de mil colores que tiene para deslumbrarla a ella… ¡consigue lo que anhelaba!… ¡consigue la felicidad!… todo lo demás era necesario para llegar ahí… superfluo, si ya la tiene a su lado…


¿No lo entiendes?... bueno dedícate a la cocina… cuando tengas en su punto la paella serás feliz…



Escrito por: Javier Morera

sábado, 9 de marzo de 2019

LEER Y BUSCAR… LARRA Y BÉCQUER


El 17 de febrero de 1836 nacía en Sevilla Gustavo Adolfo Bécquer… Algo menos de un año después. Aquel lunes de carnaval, 13 de febrero de 1837 se quitaba la vida en Madrid Mariano José de Larra.

Dos españoles, dos románticos, Larra uno de los primeros, de los precursores de ese romanticismo en España… Bécquer de los últimos, un retardado del romanticismo español… Ambos escritores y emocionales, Larra muy critico, Bécquer muy poético… Larra articulista, Bécquer de poemas y leyendas…
Todos los que los leemos y admiramos, sabemos que aunque no se encontraron, si que se parecen… Al menos Bécquer tuvo la suerte de poder leer y admirar a Larra, que no a la inversa.

Los dos escritores vivieron pocos años… Larra 27, Bécquer 34. Los dos nos han dejado sus sentimientos y sus ilusiones, sus amores y sus sueños… sus escritos y sus desesperanzas…

Hay obras de los dos autores en las que se encuentran parecidos, palabras idénticas, títulos cercanos, personajes similares, actitudes, indefensiones… coincidencias… puentes que se cruzan, sincronías, fantasmas que se intercambian… Al menos nos lo parece a algunos de sus lectores que nos deleitamos en sus páginas y visionamos sus paisajes, sus ambientes, sus melancolías… sus romanticismos.

El 24 de marzo de 1809 nacía Mariano José de Larra… pronto se cumplirán 210 años… ¡Celebrémoslo!... si no se hubiera suicidado Larra… seguro que habrían tomado un café juntos en ese Madrid de mediados de siglo XIX… Pero… no pudo ser…

En varios escritos Bécquer no solo demuestra haber leído a Larra, sino que lo sigue, lo retoma, casi lo cita… pero siempre desde su estilo y gusto…
Comprobarlo y disfrutareis…

¿Qué cuales son los artículos?... es mejor leer y buscar… disfrutar mientras aparecen…

¡Buena suerte!…



Escrito por: Javier Morera


sábado, 2 de marzo de 2019

HOMERO 1 – ESQUILO 2


Cuando lees la estupenda tragedia de Esquilo que tituló Agamenón, y que es la primera de esa trilogía que llamamos Orestiada, te encuentras enfrentado a la versión Homérica de ese personaje en la Iliada.
El Agamenón de Esquilo es un rey que ha podido ser valiente y triunfador en la guerra y saqueo de Troya por los griegos, pero no demuestra la madurez y la inteligencia perspicaz de un guerrero y buen estratega que sepa atacar y guardar los flancos y la espalda…

Esquilo, en su tragedia, nos muestra un Agamenón, arrogante, vanidoso, triunfante y engreído… que no ha pensado las posibles y más que certeras intrigas que se han tramado en su casa y en su trono durante los diez años de campaña troyana… Agamenón no se ha preocupado del efecto tan enojoso que provocó el sacrificio de Ifigenia para propiciar los vientos al ejército aqueo… Agamenón no repara en los posibles desajustes que se van a propiciar cuando se presente en Micenas sin sus soldados ya perdidos por guerra o por navegación… Tampoco se previene de la repuesta que su esposa, Clitemnestra le puede increpar por traer una concubina que es la joven y bella princesa Casandra de Troya, como botín, raptada y violada en la guerra.

En fin Agamenón, o el Agamenón de Esquilo, se nos presenta como un simple egocéntrico, petulante y ególatra que da por buena toda la admiración y adulaciones que le brinden… y pisa la alfombra roja, reservada a los dioses… y entra en palacio, y se desnuda de escoltas y armas… y cae en una trampa tan sencilla que nunca debería haber sido la tumba de un hábil guerrero y experto caudillo curtido en mil ardides de trono y guerra…
Agamenón, el de Esquilo, era un melón…

Me lo imagino de negro cuero, bajando de una moto ruidosa y con pelos y barbas canas y largos… llevando de paquete una pobre “colgada” y “fumada” que no tiene a donde ir y que podría ser su nieta…oliendo a cerveza y tabaco… sucio y con sus gafas oscuras… chuleando y atronando… ya que como todos los petulantes tiene que presumir de lo que no es… y muere como todos ellos, ya que alguien menos fuerte, pero mas inteligente le prepara una celada entre los endebles hilos de su propia vanidad.


Bueno esta es mi opinión, en el campo de Agamenón, Homero 1, Esquilo 2… seguiremos la liga de campeones…



Escrito por: Javier Morera