martes, 24 de abril de 2012

REFLEXIONES ANTE EL MAR...





Unos han nacido y se han criado en el mismo sitio,
y hay quienes han nacido en uno y se han criado en otro, tal es mi caso, nacida en ciudad y criada frente al mar.
Muchos de los recuerdos de infancia que guardo están ahí, en esa sábana de eternidad azul... pero hoy, ahora, sentada frente a él... no solo siento mis recuerdos... sino también los suyos, aquellas historias que el mar vio con sus ojos infinitos...

Porque...

¿Quién ha dicho que el mar no tiene recuerdos?

Un navío cargado de cerámicas griegas naufragado frente a costas cossetanas...
Un pequeño barco pesquero que salió a navegar un día de tormenta...
Un amor que nació inundando sus pupilas de su belleza eterna...
Una joven, que en lo alto del acantilado, oteaba el horizonte esperando que apareciera el barco de su amado....



¿Quién ha dicho que no esconde mil misterios....
... aquel que hace humilde al más poderoso de los hombres?
... aquel que da vida y te la arrebata en un segundo?
... aquel que puede provocarte desde admiración hasta miedo?
... aquel que cambia ante la Luna?
... aquel que esconde otro mundo en su interior?
¿Pues no parece, a veces, uno de nosotros?
Nos corresponde a nosotros la decisión de intentar desvelar, o no, esos misterios...



Mientras tanto... es mejor quererle así y seguir sintiendo esa canción en su abrazo....

Escrito por: Nieves Montes


domingo, 15 de abril de 2012

EL ARTE, LA MODA, EL PRECIO Y EL GUSTO




En la oferta de las múltiples exposiciones de una ciudad como nuestra familiar Zaragoza, se pueden recorrer estos días una gama cultural y artística muy diversa y no solo diferente sino contraria, casi paradójica de estilos, modas y gustos…
Me explicaré: no dudo desde mi pequeña cultura de ciudadano de clase obrera, preparado en escuelas nacionales y universidades publicas, que solo nos enfocan a “técnicas” para desempeñar oficios… (y pasar el domingo con fútbol o toros)… que todo lo que los “cultos” sabios de las academias nos dicen que es arte, pues es arte… Así que todas las muestras que nos ofrecen las exposiciones, en sus salas mas prestigiosas de esta ciudad, en el centro de la cultura de nuestra tierra, avaladas por los comisarios de dichas muestras… es arte… y a callar… La dictadura del experto deja paso a la dictadura de la masa domada… mal asunto este para los románticos que siempre hemos sido revolucionarios con las academias y mas aun con la uniformidad insensible al sujeto…
Así, en la sala Patio de la Infanta, de Ibercaja, puedes admirar los acrílicos dibujos de un tal Andy Warhol… “fotos”….”caricaturas”… “biografías”… De esta visita he comprendido lo que es moda… (sala abarrotada, filas de espera, agotados los catálogos)…(término mas frecuente en una distribución)… y también me ha hecho pensar en “precio”… arte de triunfar, triunfar en el arte… arte de vender… vivir del arte… arte de cobrar por decirle al mundo lo que debe pagar… ¡Filosofía pura he aprendido en esta visita!...
A la otra parte de las cismáticas obras del tranvía… en el Paraninfo de la Universidad… en una olvidada sala de exposiciones, se encuentran los dibujos y pinturas casi inacabados del ilustrador Xavier Gosé… sobre el París elegante de principio del siglo XX… La sala vacía… los catálogos amontonados, el guardia de seguridad contento de que alguien le distraiga unos minutos en su tarde de morriña… el silencio de un espacio sin moda… los dibujos esperando ser devorados… damas coquetas, caballeros dandys, modernismo y art decó…grandes sombreros y delgadísimos personajes que siempre tienen una postura, un gesto, una tendencia dinámica… labios, perfiles, detalles de vestidos y de caracteres que se hundieron en ese Titanic de los tiempos… hace un siglo…
En esa sala he aprendido menos de filosofía de precios y de modas… pero he comprendido más mi GUSTO… en el arte.



Escrito por: Javier Morera

miércoles, 4 de abril de 2012

CUANDO LA TIERRA SEÑALA AL CIELO




Soy montañero.
Ha sido siempre mi pasión.
Desde niño subía con la mirada las escarpadas montañas que enmarcaban los valles por los que curveaba en el coche que mi padre conducía con la paciencia de los motores y los puertos de montaña de los años sesenta… en el siglo ya olvidado de las guerras y las bombas.
De adolescente y de joven, empleé todos mis músculos y mis energías en subir laderas, piedras, neveros y hasta glaciares… Todos los deportes eran preparación para la montaña, todos los entrenamientos eran pocos, todos los equipos ayudaban… pero al final, el reto era siempre… uno mismo, su aguante, su voluntad de darlo todo por nada… de subir para luego bajar… de llegar, para pronto marcharse de esa cima donde no puedes estar mas de unos pocos minutos…
Ahora, de mayor, subo despacio, subo mas bajo, subo menos… y me sigo preguntando
¿Por qué subir?...
Y cuando veo estas formaciones que apuntan al bello cielo azul, que nos lanzan a vuelos infinitos…me digo, que, tal vez, no estaba tan equivocado… que la Tierra, que no puede, siempre nos está indicando lo que desea… lo bueno… nos está señalando al cielo…
Subir a la montaña es estar… más cerca del cielo…

Escrito por: Javier Morera