domingo, 3 de marzo de 2024

DESIGUALDAD HASTA EN PANDEMIA

 


Comienza marzo y no podemos olvidarnos de esa crisis que nos superó, en este mes, hace cuatro años, cuando el llamado Covid-19 nos enfrentó a situaciones muy difíciles para las que no teníamos ni preparación ni serenidad suficientes.

Como en tantos desastres que no sabemos afrontar, pasado un tiempo, los que lo hemos superado, pretendemos ignorarlo… como el trauma y su “lapsus de memoria” para continuar en la normalidad sin “tanto miedo”… Son típicos Mecanismos de Defensa del Yo… que se sabe insignificante ante estos elementos tan enormes…

Ya en el siglo XX habíamos hecho de la ciencia una religión… y de los científicos sus sacerdotes y visionarios…. Habíamos hecho de la ciudad el lugar seguro y sagrado donde todo estaba resuelto por mil vigilantes y apoyos… Habíamos hecho de nuestro cuerpo un juguete con el que plantearnos retos, entrenamientos, modelados y aventuras de todo tipo… el riesgo era parte de la diversión… al final una ambulancia y mama hospital te curaba!...

Y de repente, como una invasión extraterrestre… se nos caía la medicina, desbordada, anulada por la infección; la ciudad era lo insano… el cuerpo era invadido por virus y nosotros éramos el arma asesina que contagiaba a otros y los mataba!.

Las calles, los bares, las tiendas… los medios de transporte públicos… el turismo, el ocio… hasta la educación era “contagio”, “malo”, “impuro”…

Y apareció lo casi oculto… el miedo… la inseguridad, la soledad, la depresión y mil formas de estar mal… la casa se convirtió en cárcel… los cercanos se hicieron difíciles y hasta inaguantables… hubo mas maltrato… mas desavenencias… mas de lo malo…

Y se notó que si siempre hay diferencias… cuando las cosas van mal, las diferencias aun se aprecian mas… hacinados en casas pequeñas, muchos y no muy amigables… violentos y molestos sin poder salir de pequeños cubícalos, sin terrazas, sin jardines, sin paseos y sin salones donde diferenciar las distintas apetencias…

En el libro LA PANDEMIA DE LA DESIGUALDAD, el antropólogo y profesor José Mansilla, nos cuenta con sus estudios y datos como vivimos esa difícil crisis en nuestra cultura y que mal lo pasamos… por lo menos los que por razones económicas y personales no podían acceder a ciertas libertades que otros puede que tuvieran…

Han pasado cuatro años… y solo queremos olvidar… se nos han quedado las terrazas invadiendo las calles y plazas publicas con su mercantilismo privado… se nos han quedado miedos de contagiarnos… pero estamos ampliando la invasión turística y los hacinamientos para cualquier absurdo evento deportivo o lúdico, musical o folclórico…

No mejoramos nuestra alimentación… No mejoramos nuestros paseos por zonas más naturales… No evitamos las aglomeraciones… No mejoramos nuestras revisiones médicas ni nuestras infraestructuras sanitarias…

Las pandemias tampoco enseñan… y las diferencias existen hasta frente a las pandemias.

 


Escrito por: Javier Morera