Por segunda vez este año Nicholas Sparks ha estado con
nosotros. Nos hemos acercado a él con la película “La última canción” y con el libro
que se forjó a partir del guión de la misma.
Y como en multitud de preciosos paisajes en los que se
desarrolla la historia…mirando al mar…me lanzo a la búsqueda de la verdad.
Pero ¿qué verdad? ¿mi verdad? ¿tu verdad? ¿LA VERDAD?
A lo largo de la novela, se nos muestra multitud de
ocasiones en que los personajes mienten, ocultan, fuerzan situaciones, cometen
errores…
A veces se miente con maldad, pero otras veces se ocultan
cosas para “encubrir” a los amigos, o
se dicen “mentiras piadosas” para no hacer sufrir a personas que se quieren, o se
encuentran excusas para justificar los errores, para evitar castigos,
reproches, o se engaña uno a sí mismo. Se construyen falsas imágenes de cada uno
imaginando que es lo que los demás piensan de nosotros y acabamos creyéndonos
lo que hemos inventado, o nos sentimos presionados por lo que nos dicen deberíamos
ser y no somos…quizás porque nadie nos enseñó a querernos a nosotros mismos tal
como somos.
Otras veces simplemente no queremos saber la verdad…
Somos incapaces de conocer toda la realidad, de saber qué
es lo correcto, por lo que decidimos qué es la verdad para cada uno y en cada
momento…confiamos en las personas…y creemos en las personas que queremos y en
nosotros mismos. El amor, la amistad nos ayudan a entretejer los hilos de la
verdad y al final, como en “La última canción”, deseamos que triunfe.
Necesitamos buscar ese camino de la verdad en esta vida
llena de hipocresías, falsedades, apariencias, crueldad y mentiras.
Debemos perder esos miedos que nos impiden ser uno mismo,
construir una canción, una vida, que no sea copia de nada ni de nadie…ser protagonistas
de nuestra propia existencia, trascender, como le ocurría a uno de los
protagonistas de nuestro libro.
Sparks apuesta por las relaciones humanas, por la familia,
por los jóvenes, por sus valores, aún sabiendo que como las tortugas bobas,
indefensas, sólo algunas conseguirán seguir la luz hacia el mar y sobrevivir. Otras
simplemente, tras sortear muchas adversidades, acabarán engullidas por el
océano, por la vorágine del mundo…y desaparecerán... es el círculo de la vida.
Escrito por: Rosa Andrés