domingo, 30 de abril de 2017

CUATRO MESES




Se nos termina Abril. Cuatro meses de este 2017 que ya es un joven resuelto superando la adolescencia convulsa de la primavera. Han pasado 120 días. Un tercio del año… una buena parte de nuestro calendario. 15 sesiones que se han cumplido según nuestro plan y en las que ha habido de todo.

Seis libros, no muy grandes pero si interesantes: Chopra, Chéjov, Cicerón, Constant, Cervantes… incluso la presencia de escritores hablando con nosotros como Irene Vallejo para dar vida a las letras… Cuatro películas que recogen desde obras maestras como la tragedia de Macbeth hasta los temas protesta de “Los Lunes al Sol” pasando por el folclore aragonés de la zarzuela “Gigantes y Cabezudos”… o las aventuras de ese simpático agente secreto que nos recuerda las luchas por el poder de los grandes… 007

También hemos vivido tres obras de teatro… “Don Álvaro o la Fuerza del Sino”, “La Vida es Sueño” y “Áyax”…casi demasiados para solo cuatro meses… difíciles de digerir para los que ahora estamos acostumbrados a ver “boberías” mientras te comes una hamburguesa…

Algunos cuentos de Wilde y unos poco conocidos relatos de Bécquer completan los asuntos en que hemos disfrutado y aprendido estos frescos cuatro meses del 2017… pero lo principal no es lo leído ni lo visto, lo mejor es lo que hemos hablado, pensado, compartido, hecho pensar al otro…
Hemos cambiado en estos cuatro meses… ¿Hemos crecido? ¿Hemos madurado? ¿Hemos envejecido?... habrá que evaluarlo desde cada persona y cada escala de valores…

Yo diría dos cosas en las que  podemos estar “casi” de acuerdo…
No nos hemos aburrido… ya es algo en este mundo tan soso donde los grandes alicientes son “pagar” para que te distraigan y aun así, todo es tan repetido y copiado de todo…

Y no hemos ganado nada material… esa máxima de nuestra época, donde todo debe ser rentable, beneficioso, ni banquetes, ni honores, ni medallas, ni copas…

Cuatro meses… seguimos…

¡Nos gusta leer!


Escrito por: Javier Morera

lunes, 24 de abril de 2017

¡CUÁNTO SABES CERVANTES!




En abril, en los entornos del día dedicado al libro… dos genios fundamentales de las letras nos regalan con sus obras nuestras sesiones y tertulias.
Este abril, de Don Miguel, sonreímos y aprendemos de los sabios asertos del Licenciado Vidriera.

¡Que falta nos haría, ahora, sus acertadas criticas a talantes y profesiones!... de cuantos que dicen ser…

-“Tratémonos bien, señor Vidriera, pues ya sabéis vos que soy hombre de altas y de profundas letras.
Respondióle Vidriera:
-Ya sé yo que sois un Tántalo en ellas, porque se os van por altas y no alcanzáis de profundas.”



Con su reparto de comentarios nos descubre Cervantes, en boca de Vidriera, que siempre sabemos los “ciudadanos” lo mal que hacen muchas cosas muchos de los “profesionales” y de los vulgares de calle…


Ese realismo de Cervantes para destapar tanta hipocresía nos asombra… pero desgraciadamente seguimos tirando del carro de una cultura falsa y enferma, que perdona el gran robo al que debe dar ejemplo y castiga enormemente al que no ha tenido ejemplo bueno y no ve más solución que el delito…

Como muy bien se ve en esta obra que es una expresa crítica social, no hay solución… os dejo con el triste discurso de Vidriera que cuando es Rueda ya solo le queda marcharse a Europa para hacer carrera…militar…


¡Que pena da que cuatrocientos años después, la solución de nuestros licenciados también es ir a Europa… y ni siquiera de guerrero… sino de camarero o peor…
¡Cuánto sabes Cervantes!


“Señores, yo soy el Licenciado Vidriera, pero no el que solía: soy ahora el Licenciado Rueda. Sucesos y desgracias que acontecen en el mundo, por permisión del Cielo, me quitaron el juicio, y las misericordias de Dios me lo han vuelto. Por las cosas que dicen que dije cuando loco, podéis considerar las que diré y haré cuando cuerdo. Yo soy graduado en Leyes por Salamanca, adonde estudié con pobreza y adonde llevé segundo en licencias: de donde se puede inferir que más la virtud que el favor me dio el grado que tengo. Aquí he venido a este gran mar de la Corte para abogar y ganar la vida; pero si no me dejáis, habré venido a bogar y granjear la muerte: por amor de Dios que no hagáis que el seguirme sea perseguirme, y que lo que alcancé por loco, que es el sustento, lo pierda por cuerdo. Lo que solíais preguntarme en las plazas, preguntádmelo ahora en mi casa, y veréis que el que os respondía bien, según dicen, de improviso, os responderá mejor de pensado”.





Escrito por: Javier Morera