sábado, 28 de mayo de 2016

SINDROME DE CRISÓSTEMIS, SERVIR AL TIRANO


Es cierto…
Es triste…
Es humano…
Es la vida…
Es la ley del más fuerte…
Es la sociedad y sus implicaciones…

CRISÓSTEMIS. — ¿Qué lamentos son esos, hermana, que acabas de lanzar a las mismas puertas del vestíbulo? ¿Por qué al cabo de los años, no quieres convencerte de que tu resentimiento es vano y que es inútil que te abandones a él? Yo sé bien cuánto sufro, por lo que al presente nos está pasando, y es tanto, que si tuviese valor para hacerlo, les demostraría los sentimientos que me inspiran. Pero ahora, con tan malos vientos, tengo que navegar arriando las velas y no darles a entender que les hago daño, siendo así que en realidad no hago nada. Esta es la conducta que, aun siendo diferente de la tuya, quisiera yo que tú adoptaras. Cierto es que lo justo no está en lo que yo diga, sino más bien en lo que tú haces. Sin embargo, para no perder mi libertad, me es preciso obedecer a nuestros tiranos.

Todos conocemos la tragedia griega de Electra, en la que, ayer, como hoy y como siempre, se han cometido las injusticias y los atropellos más ruines y nauseabundos de la humanidad… En este caso, las dos hermanas, Crisóstemis y Electra son dos modelos de cómo comportarse ante la injusticia cometida contra el padre… ambas saben quien es el tirano que cometió el delito, pero cada una reacciona de una manera.

Sófocles nos brinda a proyectarnos en cada una de ellas…. Debemos decidir…. Lo que pueden hacer estas hermanas frente al tirano es poco, nada… pero Crisóstemis decide la hipocresía, la doblez, la adulación y la falsedad… Y así, crece, es bien querida y acogida, es tolerada y aceptada… “dame pan y dime tonto”… Electra, por el contrario, opta por la mala cara, el desafió, la venganza y el ajustar cuentas… opta por honrar a su padre en vez de perdonar al asesino y servirle… Sabe que por ese camino le va a ir mal la vida… pero… somos idealistas, creemos en el orgullo, en la libertad, en el derecho a ser nosotros mismos… creemos en el amor… y eso es muy complicado y peligroso para nosotros… ¡y para el poder!… que casi siempre termina siendo tirano… y para crecer mas necesita siervos dóciles como este síndrome de Crisóstemis…

Esta Electra casi parece romántica…

Y a Crisóstemis solo le falta aprender ingles, trabajar en becas y soñar con un mal contrato en una “bolera” de USA… para que los tiranos sigan jugando con nosotros cuando nos han matado al padre…



Escrito por: Javier Morera

sábado, 21 de mayo de 2016

“Afectada por un cuento afectivo”


Erase que se era un maratón de cuentos que se realizaba un año más en una biblioteca del barrio de San José… todo en su interior eran sonrisas, amigos y amigas, afecto, cariño, fotos, cuentos y muchos cuentistas y más aplausos…


Entre cuentos se pasaban las horas… y de repente me tocaba compartir mi cuento… tras la amable presentación de Mario y el recuerdo de ese casual encuentro en el Entremon, allí me hallaba yo, rodeada de artistas de la narración oral y un público muy afectivo…


Me dijeron que contase un cuento… y lo difícil es ¡no contar un cuento!... la vida es un cuento… estudiar es aprenderse muchos cuentos… la amistad también tiene su cuento… y si cuento, el amor está de cuento de hadas… pero bueno aquí estoy, porque yo también tengo mucho cuento…”


Como decía, tuve el placer de contar un “cuento nuevo, afectivo y diferente, que será un afeccuento… o cardiocuento (que puede afectar a la tensión arterial), no sé si será un filiacuento o un fobiacuento, pero seguro que será un emocicuento… de pelo azul y vestido rosa, seguro que se enamora y se divorcia antes o después de casarse, seguro que tiene algo bueno y muchos, muchos defectos, como todo lo afectivo… seguro que está hecho en china y con marca alemana, seguro que no tiene trabajo pero una cuenta en Panamá…
Seguro que os gustará… porque cada día… nos hacemos más afectivos…”


¿Qué?... queréis saber como termina… ¡pues haber venido esta tarde! O decírmelo y quedamos un día de verano, a la sombra y con algunos refrescos y os lo cuento…


Desde aquí quiero agradecer a Albano Hernández, su invitación un año más a participar en esta estupenda maratón de cuentos de narración oral… a todo su equipo de la biblioteca y el centro cívico por su atención, amabilidad y buena acogida… También fue una sorpresa muy grata encontrarnos con Ana Alcolea y disfrutar de sus cuentos ¡Ha sido una tarde muy dulce y afectiva! Gracias a todos por venir y disfrutar juntos de este ratico tan afectuoso.


Y Gracias a mi padre, que me escribió este simpático cuento con mucho afecto y a mis queridísimos compañeros del “Rincón del Romántico” que me han ofrecido desde sus cuentos hasta su apoyo y aplausos en esta tarde tan entrañable y llena de magia…

Y colorín colorado este cuento se ha acabado…

Escrito por: Eva Morera

martes, 17 de mayo de 2016

NADA Y TODO


Hace casi doscientos años, el romántico Alejandro Pushkin, escribe la novela “La Hija del Capitán”.
Así como la lees, te introduces en ese mundo romántico del poeta ruso… Comienza con un joven que cuenta su historia… que luego resulta una crónica de tiempos pasados… continua con un “viaje de iniciación a la vida” de ese joven… acompañado por el sirviente bueno y valioso que es la conciencia de un “padre o abuelo”… y se suceden las aventuras… de la naturaleza, de la soledad, de los camaradas y peligrosos amigos… de la altanería y autosuficiencia del adolescente que se cree mayor…. Los trucos de la vida, las trampas de los humanos… el valor como único agarre para crecer, el esfuerzo, el miedo, el orgullo, el amor… la guerra, la revolución, las órdenes y el deber…. Las decisiones de nuestro presente que nos llevaran al futuro…. Escenas de nuestra vida si somos románticos… o escenas infantiles si somos escépticos y pragmáticos….

Héroes, traidores, fidelidad y amor sin intereses… todo y nada…. Todo del romanticismo y nada de las obras “socarronas y soeces” que ahora tanto gustan y luego se comentan en “terrazas” entre humo y risotadas…

Al final, una bonita historia… que pasa a ser una crónica…. De las que muchos gustosamente viviríamos o al menos escribiríamos…. Si no fuéramos tan cobardes, tan instalados, tan asegurados en el sofá… tan vulgares, tan mediocres, tan soeces… ¡Tanto miedo a perder todo… que es nada!...



Escrito por: Javier  Morera

domingo, 8 de mayo de 2016

LA ESCALERA DE LIBROS


Uno de los aspectos mas maravillosos de esas maravillas que son los libros, consiste en esa capacidad implícita que tienen ellos, inculcada y manifiesta por sus autores, de pedirnos el salto, la inferencia, la indagación en otro texto, en otro libro, en otra maravilla de ideas y conocimientos, términos e investigaciones que nos relaciona o completa nuestro tema, el saber que perseguimos…
Esta semana, en nuestra Asociación, humilde y poco docta, tratamos la obra de Gaarder; “Vita Brevis”, y, en cuanto lo comienzas, te apetece releer a Agustín de Hipona en su curioso texto de finales del siglo IV, “Las Confesiones”
Inmediatamente, te nacen los intereses y motivaciones por encontrar la explicación de cómo Agustín se revuelve entre los “maniqueos” y entre los “escépticos” de la Nueva Academia para, dejando a su concubina, encerrarse en una mística religiosa conventual que le llevara a ser considerado santo por la iglesia Católica… y te parece que estos párrafos del citado texto de Agustín “Confesiones, III, 4”, te lo pueden explicar…. ¿fue Cicerón y su libro perdido “Hortensius” la clave del cambio?…

“Entonces, en tan frágil edad, entre estos tales, yo estudiaba los libros de la elocuencia, en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana. Mas, siguiendo el orden usado en la enseñanza de tales estudios, llegué a un libro de un cierto Cicerón, cuyo lenguaje casi todos admiran, aunque no así su contenido. Este libro contiene una exhortación suya a la filosofía, y se llama el Hortensio. Tal libro cambio mis afectos y mudó hacia ti, Señor, mis súplicas e hizo que mis votos y deseos fueran otros. De repente apareció a mis ojos vil toda esperanza vana, y con el increíble ardor de mi corazón suspiraba por la inmortalidad de la sabiduría, y comencé a levantarme para volver a ti. Porque no era para suplir el estilo –que es lo que parecía que yo debía comprar con los dineros de mi madre en aquella edad de mis diecinueve años, haciendo dos que había muerto mi padre–; no era, repito, para pulir el estilo para lo que yo empleaba la lectura de aquel libro, ni era la elocuencia lo que a ella me incitaba, sino lo que decía.
 ¡Cómo ardía, Dios mío, cómo ardía en deseos de remontar el vuelo desde las cosas terrenas hacia ti, sin que yo supiera lo que entonces tú obrabas en mí! Porque en ti está la sabiduría. Y el amor a la sabiduría tiene un nombre en griego, que se dice filosofía, al cual me encendían aquellas páginas. No han faltado quienes han engañado sirviéndose de la filosofía, coloreando y encubriendo sus errores con nombre tan grande, tan dulce y honesto. Más casi todos los que en su tiempo y en épocas anteriores hicieron tal están indicados y descubiertos en dicho libro. También se pone allí de manifiesto aquel saludable aviso de tu Espíritu, dado por medio de tu siervo bueno y piadoso [Pablo]: Ved que no os engañe nadie con vanas filosofías y argucias seductoras, según la tradición de los hombres, según la tradición de los elementos de este mundo y no según Cristo, porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad."...

Primer problema. El libro de Cicerón se ha perdido, solo sabemos de su existencia por referencias como la citada y otras más explicitas….
Segundo problema: no nos coinciden las edades de Agustín, las épocas de su estudio de retórica, cuando lee estos textos…
La mejor solución leer al estudioso Gaarder y sus teorías algo presentistas sobre esa Floria que nos deja su carta… según el autor noruego…
Al fin un libro te lleva a otro libro, un autor a otro autor, como si fueras bajando por una escalera donde cada peldaño, al descender, te recreara un tiempo, un conocimiento, una cultura y unos conceptos que solo desde ahí se aprenden y explican esas circunstancias de Ortega que completan y concluyen el “Yo”… Bajas y les entiendes… hasta llegar a pozos muy puros, menos complejos, de autores y teorías… o subes por la escalera, todo se complica, todo debe ser tenido en cuenta y comprendido que se sostiene en edificios epistemológicos artificiosos y entramados en estructura, en sistema, en corpúsculos interactivos e interdependientes…. Y al ascender… alcanzas, casi, casi, el conocimiento del que tú eres capaz, sobre los hombros de tantos sabios, de tantos esfuerzos, de tantos libros…


  
 Escrito por: Javier Morera

jueves, 5 de mayo de 2016

El sueño de la cruzada


 Éste es el momento de demostrar que os anima el verdadero valor, el momento de expiar la violencia cometida en plena paz; las muchas victorias obtenidas a expensas de la justicia y de la humanidad. Si es que necesitáis sangre, mojad vuestras espadas en la sangre de los infieles. Os hablo con severidad porque así me obliga mi ministerio. ¡Soldados del infierno, sed los soldados del Dios verdadero!"

El efecto de estas palabras -que hoy despiertan en nosotros rechazo o incluso repulsa-, prendieron sobre las gentes de finales del siglo XI con el poder de una deflagración que conmovió sus mentes, cambió sus vidas y, empeñando estas en una magna empresa, alteró la Historia. Tales palabras son solo un fragmento del ferviente discurso que pronunció el papa Urbano II aquel  27 de noviembre de 1095 durante el Concilio de Clermont. No fueron hijas de una idea extraordinaria, sino la expresión racionalizada de las inquietudes de la sociedad latina de entonces, así como también una solución a las mismas. Fueron la arenga que abría las puertas a las titánicas expediciones que conocemos como “cruzadas”.  Y aunque Urbano no llegó a tener noticia de ello, cuatro años después los francos  conquistaban Jerusalén, “la ciudad santa”.

Este viernes hablaremos de “El Reino de los Cielos”, que nos ofrece una imagen de los últimos días de esa Jerusalén cristiana. De la Jerusalén de finales del siglo XII, de esa fascinante etapa protagonizada por trascendentales batallas y líderes carismáticos, por luchas intestinas e ideales puros, por ambiciones y anhelos, por traiciones y pactos, por ilusiones y tragedias… esa Jerusalén casi mítica en la que coincidieron personajes capaces de movilizar naciones y también de condenarlas: el “rey leproso” Balduino IV, Reinaldo de Chatillón, Saladino y Ricardo Corazón de León… y la reina Sibila de Jerusalén, su infame esposo Gui de Lusiñán, el iluso Raimundo III de Trípoli, el patriarca Heraclio, el caballero Balián de Ibelín… ¡Cuántos personajes históricos! ¡Cuántas vidas de sufrimiento, luchas, ilusiones…! Los unos lucharon por la eternidad y los otros por la grandeza; unos aniquilaron colosales ejércitos y otros conquistaron grandes ciudades…

Cuando menos, resulta curioso que, apenas diez años más tarde de esos momentos, todas las circunstancias cambiasen tanto y que todos sus protagonistas, con sus pugnas e ideas, hubiesen desaparecido. ¿Qué fue de ellos y sus sueños? Murieron todos con aquel siglo XII, con la Jerusalén de los cruzados y los miedos escatológicos.

También, en gran medida, murió con ellos el espíritu de la cruzada. Hubo más, si, pero el fin espiritual de esas expediciones ya no era siempre el de las originarias oleadas que marchaban a Tierra Santa… y no es casualidad, por ello, que el destino físico de las mismas no fuese ya siempre Jerusalén…



Escrito por: Eloy Morera

lunes, 2 de mayo de 2016

SHAKESPEARE Y CERVANTES


Hace unos días, en este mismo espacio, celebrábamos a un maestro del ingenio teatral y literario que fue Shakespeare… y este pasado jueves le hemos rendido nuestro homenaje al famoso Cervantes… ambos tiene su cita en el día del libro, 23 de abril, que también es la fiesta de nuestra comunidad autónoma… Y hoy mismo dedicamos nuestra felicitación a las madres, siempre importantísimas y maravillosas en la regeneración de la vida…. Y en la implantación del amor… y también es el día dedicado al trabajo… que hoy ha dejado de ser castigo divino para ser tesoro buscado y anhelado por todos…
En la sesión de este año dedicada a Don Miguel, tratamos la “novela ejemplar” “La Gitanilla”… que todas y todos habéis leído… y que recordáis que empieza…

“Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse con ladrones, estudian para ladrones y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo; y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como accidentes inseparables, que no se quitan sino con la muerte.”

Con sus divertidas historias entrecruzadas, el autor del Quijote, nos pone en bocas y ejemplos unos sabios consejos con los que ir enfrentándonos a esos momentos de pasión y emoción que la vida nos presenta… y que debemos afrontar con la debida serenidad y buen pensar para salir airosos y no cometer absurdas e innecesarias insensateces…
Y para terminar… el terminar de la Gitanilla… con sus ultimas aclaraciones a los avatares pasionales que intenta remediar Don Miguel…


“Olvidábaseme de decir cómo la enamorada mesonera descubrió a la justicia no ser verdad lo del hurto de Andrés el gitano, y confesó su amor y su culpa, a quien no respondió pena alguna, porque en la alegría del hallazgo de los desposados se enterró la venganza y resucitó la clemencia.”


Escrito por: Javier Morera