En su tercera “Cartas Desde
mi Celda”, nos encontramos a un Gustavo Adolfo Bécquer mas triste, melancólico,
casi depresivo, que ya no se acuerda de a quien ni para que escribe estas
cartas desde su “interior” a ese abstracto y anodino lector de un periódico de
Madrid, el “exterior”…
Y nos habla de un paseo… de
un pueblo, de un castillo, de naturalezas y de ensoñaciones… pero especialmente
nos escribe del cementerio… de las formas de enterrar… de su propia tumba… de
sus diferentes visiones sobre sus posibles enterramientos en los diferentes
momentos anímicos de sus etapas vitales…
Tal vez la carta más
triste… tal vez la carta más bella… tal vez la carta mas intima donde la pluma
libera pesares inconscientes y desde donde le podemos entender… su cansancio…
su hastío… su desgana…
Al menos él tuvo la idea de
pensar en como seria su enterramiento… nosotros no podemos… no tenemos tiempo…
no queremos… hay que seguir trabajando o corriendo para hacer “algo”… hay que
seguir con las “defensas del Yo”… hay que seguir creyéndonos eternos… y
ocupados eternamente… o tal vez deseamos no tener tiempo para pensar en estas
cosas…
Tres fragmentos bellísimos
de esta carta para celebrar su magnifica ternura y sensibilidad… pero hay que
leerla y releerla entera…
¡Si tenéis tiempo!
Escrito por:
Javier Morera Betés
“Sucede con estos pueblecitos tan pintorescos, cuando se ven en
lontananza tantas líneas caprichosas, tantas chimeneas arrojando pilares de
humo azul, tantos árboles y peñas y accidentes artísticos, lo que con otras
muchas cosas del mundo, en que todo es cuestión de la distancia a que se miran,
y la mayor parte de las veces, cuando se llega a ellos, la poesía se convierte
en prosa.”
“He aquí, hoy
por hoy, todo lo que ambiciono: ser un comparsa en la inmensa comedia de la
Humanidad y, concluido mi papel de hacer bulto, meterme entre bastidores sin
que me silben ni me aplaudan, sin que nadie se aperciba siquiera de mi salida.”
“Ello es que
cada día me voy convenciendo más que de lo que vale, de lo que es algo, no ha
de quedar ni un átomo aquí.”
Cartas desde Mi
Celda.
Fragmento de la
Carta Tercera.
Publicada en
“El Contemporáneo”, el 5 de junio de 1864
Gustavo Adolfo
Bécquer
2 comentarios:
Hola papá!!
Oh! que bonito post! la tercera carta es preciosa, aunque triste... en verdad en ella se conoce más a Bécquer... su forma de pensar... su viaje hacía su interior...
Gracias por profundizar y darnos a conocer a tan gran poeta... a su obra... gracias por llevarnos a esos lugares tan misteriosos... a los que llegamos siguiendo los pasos de Bécquer!!! Cuanto te pareces a él!!!
Gracias, gracias y más gracias!!!!! ^^
Un besito lleno de cariño,
Tu hija que te quiere y aprecia!
Este escrito me ha recordado este proverbio en latín... "cotidie morimur, cotidie conmutamur et tamen aeternos esse nos credimus"
Que viene a decir algo así como... "cada día morimos, cada día cambiamos y sin embargo nos creemos eternos"
Magnificas palabras Javier, como siempre: magnífico.
¡Un abrazo!
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