lunes, 9 de abril de 2018

CUENTOS DE LA ALHAMBRA




Esta semana hemos estado en La Alhambra… hemos viajado con Washington Irving, un romántico de finales del siglo XVIII que se enamoró de estos bellos rincones españoles.

“Como soy en cierto modo una especie de vagabundo por dondequiera que voy, propenso a detenerme en los lugares más agradables, decidí quedarme aquí, distraído siempre, fascinado diría, en este viejo palacio encantado.”

Irving fue el primer escritor norteamericano en lograr el reconocimiento como tal…embajador y amante de nuestra tierra, del pasado, de las leyendas y de ese mundo fantástico que encierra mil y una fantasías en su imaginación.
Le conquistó Granada y él difundió al mundo su interés por España y sus tradiciones, fue el precursor indiscutible del acercamiento americano a nuestra vieja civilización…

Otros lo habían hecho antes… el escritor francés Chateaubriand con El último abencerraje, Víctor Hugo con sus Orientales, Gautier… todos atraídos por ese afán orientalista que les proporcionaba estas ciudades españolas, pero ninguno como Irving con sus Cuentos de La Alhambra supo traspasar las fronteras con los encantos de la maravillosa Granada y su Alhambra.

El pueblo español, según Irving, tiene una tendencia oriental hacia los cuentos. Esta tendencia se desarrolla favorecida por la escasa instrucción, la incomunicación y la falta de lecturas y espectáculos. Muchas de sus leyendas son transmitidas por “los hijos de la Alhambra”, como él los llama, pobres huéspedes de salones suntuosos que no contentos con lo que ven y poseen todos los días, amontonan los tesoros de su imaginación.

“He observado que las historias de tesoros escondidos por los moros, tan populares en España, son cosa muy corriente entre las personas humildes. La Naturaleza, bondadosa, consuela con las sombras de la fantasía la carencia de realidades.”

Ávido lector, crítico y mordaz en sus artículos, con sentido del humor, solitario, soñador y gran viajero… Irving nos muestra con sus leyendas los mundos de Boabdil, los tesoros escondidos, los mágicos encantamientos, el amor…el viaje…

Una de sus leyendas que nos ocupa estos días es “La leyenda del príncipe Ahmed o El peregrino del amor”… que al igual que el príncipe Segismundo en La vida es sueño de nuestro Calderón de la Barca, es encerrado por su padre en una torre ante los augurios de los horóscopos. Es la peregrinación de un joven en busca del amor, atravesando lugares desconocidos, superando dificultades…escapando a los designios del destino y de los hombres.

Educación, destino, magia, coincidencias, tormento, felicidad… ¿qué es el amor?

Para el sabio que lo educa…“El amor es una ciencia peligrosa. Causa de todos los males que afligen a la pobre Humanidad, el origen de los odios y amarguras entre hermanos y amigos; el que engendra los crímenes, las traiciones, las crueles guerras, su séquito se compone de pesares e inquietudes, de días de congoja y noches de insomnio; él marchita la belleza, oscurece la alegría de la juventud y trae consigo los achaques y aflicciones de una prematura vejez.”

Para el palomo que ama“El amor es el tormento de uno, la felicidad de dos y la discordia y enemistad de tres. Es un encanto que atrae mutuamente a dos seres y los une por deliciosas simpatías, haciéndoles felices cuando están juntos y desgraciados cuando se separan... El amor es el gran misterio y principio de la vida, el sueño embriagador de la juventud y sereno deleite de la edad madura”.

Y seguimos deleitándonos con múltiples historias… La leyenda de Las tres Infantas o la del astrólogo árabe o la de La Rosa de la Alhambra, que según dicen es la más completa de las que ha escrito… y muchas más… gracias a Washington Irving... 



Escrito por: Rosa Andrés 


No hay comentarios: