Como cita de nuestro calendario
entorno a noviembre y por una razón que algunos sabemos, dedicamos una sesión a
esa saga de literatura juvenil de principio de este siglo, que consiste en las
aventuras de Harry Potter… este año, ya estamos con el quinto titulo de la
colección, “Harry Potter y la Orden del Fénix”…
¡Tantas cosas y apreciaciones
se podrían observar en esta lectura!…
Me centro en una interesante…
al final del tomo cuarto, “Harry Potter y el Cáliz de Fuego”, Harry reconoce
que no le interesa mucho la opinión que sobre él o sobre los acontecimientos en
los que se ve involucrado, tengan los otros; llega a distinguir algo parecido a
tres círculos o mundos, el muy exterior, que poco o nada le interesa; el
mediano, como sus compañeros de Hogwarts, que le preocupa solo un poco y el
intimo, formado por sus dos o tres amigos, algún profesor de los muy cercanos y
Hagrid… ese núcleo que solemos llamar grupo primario o de referencia, sí le
afecta y preocupa…. Es la “familia”.
En el capitulo primero del
quinto volumen, nos encontramos a un Harry Potter preocupado por oír las
noticias del amplio mundo en casa de sus tíos que lo acogen por el descanso del
verano… y se ve muy molesto ya que sus amigos no han ido a buscarlo para pasar
las vacaciones juntos…
Cuando estamos bien parece que
no necesitamos a nadie…
Cuando estamos mal, parece que
todos nos son necesarios…
No somos islas…
Nuestras referencias de
familias y amigos nos marcan…
Nos queremos si nos quieren…
Nos queremos como nos quieren…
Y solo cuando nos queremos
suficiente, queremos a los demás…
No se puede dar de lo que no se
tiene…
¿Y todo esto está en el libro
de Harry Potter?
No, la verdad es que si tienes
inteligencia puedes ver muchas cosas en muchos sitios y si no la tienes…. Ya te
lo pueden explicar…
¡Me gusta leer!
Escrito por: Javier Morera
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