Y llegamos a las épocas en que
todos los años recordamos las obras que versan y circundan al tema de Don Juan.
¡Hay tantas formas de acercarse y reformular este mito! Lo primero es conocer
bien y recordar las obras clásicas que le dan sustento teórico y clave de
interpretación, como son los textos de Tirso de Molina, Moliere, Zorrilla…
después es bueno ir acercándose a las otras variaciones sobre el tema… y
siempre es necesario interpretar, pensar, aplicar muchos contextos y muchas interrogantes
sobre significados y sentidos…
Este año, vemos una versión mas
moderna, “Ha llegado Don Juan”, de Don Jacinto Benavente… un autor inteligente
en sus múltiples y variadas obras de teatro… nos lo demuestra en sus criticas,
en sus ironías… ¡como sabe extractar una sonrisa de donde podría haber una
lagrima! ¡Como retuerce los temas sociales para que los mas inteligentes puedan
compadecerse de un gasto absurdo que es la conveniencia social y el bien quedar!…
Mientras tanto, los simples, que solo ven lo grosero, los burdos, que solo
gustan de lo chabacano, los lerdos que se duermen si no hay sexo o muertos… se
aburren… no ven nada…. No ven los árboles porque se los oculta el bosque… y
casi mas vale… ya que como decía Don Jacinto en la obra que nos ocupa, si te
leen o escuchan los tontos…
“Y Dios libre al mas sabio de que le oigan hablar los tontos,
porque al repetir ellos lo que han oído resultará que el sabio no ha dicho mas
que tonterías.”
Escrito por: Javier Morera
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