jueves, 29 de abril de 2021

LA TRAGEDIA DE HAMLET

 


Para muchos de nosotros, amantes de la literatura y el teatro, Hamlet es una de las mejores tragedias que se ha construido desde las clásicas griegas en su esplendor histórico. Tiene todos los valores e ingredientes de aquellas para estar entre ellas, menos uno fundamental, que nos descubre su clara vinculación a una época posterior al Renacimiento de nuestra cultura…Y es que no hay intervención divina… No se mezclan dioses del Olimpo, ni siquiera héroes míticos ayudados por esas fuerzas exteriores a lo humano…

Aun así, hay un momento en que Hamlet se confía al destino, como incapaz de torcer sus designios… nos recuerda lo poco que controlamos nuestro devenir, al menos para esa persona en esa percepción que ahí tiene de su realidad… Casi cuatro siglos mas tarde, autores tan famosos e importantes en la psicología cognitiva moderna, como Martin Seligman, denominarán a esta situación patológica de una personalidad: “Indefensión Aprendida”, y nos explicarán que el sujeto en este trance, se siente impotente para “controlar” o resolver su entorno, ya que otras fuerzas muy poderosas para él, actúan muy por encima de su capacidad…

En este momento del acto V, vemos al Hamlet que decide no decidir, que sufre su depresión, que actúa guiado por su emoción, mas vengativa y destructiva que racional y creativa… Sacará fuerza de su dolor, no de su amor… Se lanzará a destruir y romper, no a construir y recuperar su puesto de heredero y líder…

Una gran obra con la se puede pensar y aprender mucho…

Os dejo la cita, pero hay que recorrer el camino entero de la pieza…

"… Hasta en la caída de un gorrión interviene una providencia especial. Si es ésta la hora, no está por venir; si no está por venir, ésta es la hora; y si ésta es la hora, vendrá de todos modos. No hay más que hallarse prevenido. Pues si nadie es dueño de lo que ha de abandonar un día, ¿qué importa abandonarlo tarde o pronto? Sea lo que fuere."

 


 

Escrito por: Javier Morera

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