domingo, 22 de diciembre de 2019

ME ERES ESENCIAL, QUERIDO WATSON


En “La Aventura del Hombre que Reptaba”, uno de los varios relatos de la serie Sherlock Holmes, en su última entrega titulada: “El Archivo de Sherlock Holmes”, nos encontramos a un Doyle más cercano y humano, más sincero y humilde… Es bonito como en voz de Watson leemos esa verdad que todos hemos sospechado en otros escritos de este autor, aunque no se han dicho explícitamente:

“Yo era la piedra de afilar en la que se aguzaba su inteligencia. Yo lo estimulaba. Le gustaba pensar en voz alta estando yo delante. No se podía decir que sus observaciones iban dirigidas a mí (muchas de ellas podían ir dirigidas lo mismo a su cama que a mí); pero, una vez adquirida la rutina, le agradaba hasta cierto punto que yo tomase nota y que interviniese. Si esa especie de lentitud metódica de mi mentalidad lo irritaba, esa irritación servía únicamente para que sus llamaradas de intuición y sus impresiones estallasen con mayor viveza y rapidez. Ése era mi humilde papel en nuestra alianza”

Aunque, de vez en cuando, nos vuelve a recordar sus principios de método que tan buen resultado le dan…

“—¡Siempre el mismo, viejo Watson! Jamás comprenderá usted que los más graves problemas pueden depender de las cosas más insignificantes”.

Un poco mas adelante nos recuerda su maravillosa vitalidad que es siempre el arma de un ser frente a su destino, la energía, la fuerza, sentirse vivo y sentirse capaz… Hemos desarrollado verdaderos cursos de autoestima y motivación en el siglo XX para afrontar las dificultades… Pero Holmes simplemente decía…

“—No tenemos sino que intentarlo.

—¡Magnífico, Watson! Algo así como una mezcla de “siempre adelante y manos a la obra”. No tenemos sino que intentarlo. Es la divisa de la firma. Encontraremos, con seguridad, alguna persona amiga en el pueblo que nos sirva de guía”.

Y para terminar… me despido con el bueno de Watson que agradece a Dios el poder encontrar relaciones entre hechos que no parecen estar vinculados…

“—Gracias a Dios que encontramos algo que puede relacionarse con algo —dije yo—. Por el momento, parece que nos encontramos frente a una larga serie de incidentes inexplicables y totalmente desconectados unos de otros”.

Gracias a Doyle por tantas horas de compañía y tantos ejemplos de buenas practicas para obtener información… tanto ejemplo de amistad y honradez… tantas refinadas estrategias para encontrar verdades y ayudar a inocentes… Y gracias a Watson por su labor de “piedra de afilar” a esa navaja de la perspicacia de Holmes… ¡Buen equipo!... ¡Si hubieran sido políticos!... ¡que buen gobierno! 




Escrito por: Javier Morera

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