“El atardecer es sosegado, todo está como en suspenso: el invierno
es tan apacible para quien sabe oírlo…
Pues de eso se trata: de aprender a oír de nuevo. Oír el silencio,
el espacio entre las palabras, la calma en la tormenta y el paso del tiempo.
Aprender a paladear de nuevo: el gusto de un instante, el sabor de un plato, la
espuma de los días y el calor del fuego.
Aprender a sentir de nuevo: el contacto de las manos, un corazón
palpitante, el espacio que se abre y el tiempo que se detiene… Desde luego, ¡se
trata de un programa vastísimo!
Pero, para empezar, como en cualquier materia de estudio, debemos
definir el marco. Siempre que el asunto en cuestión –el silencio- se muestre
conforme, desde luego, pues es un tipo astuto, que no se deja encerrar
fácilmente en una casilla, por suave y mullida que sea. Así que intentaremos
amansarlo un poco… ¡y ya veremos!”
Este fragmento, esta copiado
del capitulo primero: “Las Virtudes del Silencio”, del libro que intento
comentar: LA MAGIA DEL SILENCIO de
la francesa Kankyo Tannier, monja
budista, además de profesora de canto, música, periodista, escritora,
traductora…
Y digo intento comentar, porque
incurro en la clásica paradoja de escribir y emplear palabras y conceptos para
describir y enseñar a vivir el silencio... que supone la ausencia de esas
palabras y conceptos…
A lo largo de mas de 200
paginas, 7 capítulos y muchas historias y ejercicios, nos invita la autora, a
conocer y practicar ese sosiego tan imprescindible para la humanidad y especialmente
para muchos de nosotros que vivimos en mundos de agitación, ruido y confusión…
que supone el silencio… la meditación… el sosiego de la paz de nuestro exterior
y nuestro interior…
Nos escribe sobre el silencio
de los animales, tanto los de compañía, como los salvajes que podemos notar en
nuestros paisajes menos concurridos de los bulliciosos humanos… El silencio de
los bosques, llenos de vida y sonidos… pero tranquilos y silenciosos de prisas
y contenidos artificiales… El silencio de las montañas, de los lagos y los
ríos, mares…. El silencio de nubes, vientos, celajes y estrellas…
El silencio de las sombras… de
la oscuridad… y especialmente el silencio de la soledad…
“Al silencio le encanta desplegarse en la soledad…”
En esta cultura donde nadie nunca
puede estar en silencio, donde todo es ruido y demanda de atención… en esta
caótica cultura donde hay mucha más información y oferta de emociones que la que
se puede digerir… es necesario leer estos libros y atender estos mensajes…
Empezar por conseguir momentos de soledad, momentos de sosiego… y tiempos de
silencio… no para dormir, ni para descansar… ni siquiera para pensar… Es
necesario silenciar hasta los pensamientos… para poder oír el silencio… y dejar
salir el ser que tenemos dentro… en vez del parecer y pretender que nos gana y
enajena hasta convertirnos en marionetas de un juego de rol.
¡Que el silencio te ayude a limpiarte y puedas llegar a SER!
Escrito
por: Javier Morera
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