sábado, 14 de diciembre de 2019

LAS OLAS DE LA VIDA




No enviaré a mis hijos a la escuela, ni pasaré una sola noche de mi vida en Londres, Aquí, en esta amplía estación, todo son ecos y hueco tronar. La luz es como la amarilla luz bajo un alero, Jinny vive aquí. Jinny saca de paseo a su perro en estos pavimentos. Aquí, la gente recorre de prisa y en silencio las calles. Nada miran, como no sea los escaparates de las tiendas. Todos mueven la cabeza arriba y abajo, y sus cabezas están todas situadas, aproximadamente, a la misma altura. Las calles están atadas entre sí con hilos de telégrafo. Las casas son todo vidrio, guirnaldas y brillo…” dijo Susan en la segunda sección de “Las olas”

Adelina Virginia Stephen, más conocida con el apellido de su esposo: Virginia Woolf, nació en Londres el 25 de enero de 1882, y tuvo una vida rodeada de libros y de intelectuales, en lo que se conoce como el círculo de Bloomsbury, del que también formaba parte su hermana, Vanessa Bell aunque no tan conocida, fue una artista, qué en lugar de palabras utilizaba colores… fue una de las introductoras del impresionismo en Inglaterra…

Este jueves compartimos una tertulia sobre estas interesantes mujeres del S. XX… y en particular sobre “Las olas” (1931)… esa obra que al comenzar a leer te confunde y te sumerge en un mar lleno de olas… y cada vez te lleva en una dirección… hasta que te elevas en la ola que rompía en la playa del conocimiento… y con ella ves más allá de las letras… y sientes y al sentir, sabes más de los seis personajes que existen… del constante movimiento del libro, del paso del tiempo… de la vida. Y descubres que el protagonista de esos poéticos fragmentos que inicia cada parte, es el SOL… su trayectoria desde que nace hasta que muere en el horizonte de las olas… y que nada es casualidad…
El Sol es un milagro… como cada uno de esos seis personajes que aparecen en la obra…
Las olas son como las etapas de ese mar, que es la vida que nunca está quieta… el tiempo pasa…

Un texto muy original, muy poético, sin una trama concreta, sin diálogos, pero lleno de emociones y sentimientos, en el que lees los pensamientos  de esas seis personas que flotan en la corriente donde todo es liquido, todo fluye… y en el que se preguntan ¿Quién soy?...


Y os dejo con la última frase de esta obra… con la cita que cierra el círculo y el ciclo de la vida, por que las olas sí que tiene una estructura, un sentido, una dirección, mucha sensibilidad,  simbolismo y poesía:
Las olas rompían en la playa.

Escrito por: Eva Morera

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