A los románticos nos gustan
mucho las escenas campesinas y las naturalezas sueltas y salvajes… lo natural y
la naturaleza en su libertad y exultante belleza.
Recordemos que el romanticismo
nace como repulsa a esas ordenaciones del racionalismo y como rechazo a las
sobrecargas del barroco…
Recordemos que al romanticismo
le apasiona lo emotivo, la pasión, lo sencillo y la expresión libre de lo más
puro de nuestro interior…
Esta semana tuvimos la alegría
de comentar y debatir sobre una obra simple pero muy bella de esa mujer culta y
resuelta que se llamó George Sand, para poder asistir a mundos muy masculinos
que no permitían allí a una dama como era ella…
Os pongo una pequeña cita de su
“Nota de Autor”, en la que nos explica su interés y su humilde visión de incapacidad
para llevarnos a lo bello de lo sencillo… y con esa insinuación nos invita a
meternos en su obra, en sus análisis de “costumbres”, en su introducción antropológica
a una época y unas clases sociales que siempre sufrían el agobio de sus
trabajos y de tener que sostener sobre sus vidas el mantenimiento de otras
gentes mas “afortunadas” y pudientes.
“Si
me preguntan cuales han sido mis intenciones, contestaré que he pretendido
hacer algo muy conmovedor y muy sencillo y que no lo he conseguido del todo.
Ciertamente, he visto y sentido la belleza en la sencillez, ¡pero ver y pintar,
son dos cosas muy diferentes! Lo mejor que el artista puede esperar es inducir
a cuantos tienen ojos a mirar también. Así pues, vosotros, contemplad la
sencillez, el cielo, los campos, los árboles, y, sobre todo, a los campesinos,
en lo que tienen de noble y verdadero. Podréis verlos en mi libro y los veréis
mucho mejor en la naturaleza.”
Leer la obra, que no es fácil
de encontrar, se titula: “La Charca del Diablo”… y buscar en la sencillez la
belleza… es cuestión de no atender tanto a todo lo grosero y chabacano que nos
invade y contamina… el sol, el agua, la luna, una nube… el cielo azul… un árbol,
un niño, una caricia… la vida es compleja. La sociedad es barroca. La felicidad
puede ser encontrar la esencia sencilla de la vida. ¡Busquémosla!
Escrito por: Javier Morera
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