lunes, 10 de abril de 2017

¡NOS INVADIÓ ABRIL!




Nos invadió Abril, el abrir de las flores nos ha sorprendido entre colores y alegría… Terminó Marzo, el mes de la guerra, el primer trimestre que ya nos ha dejado sus libros y temas…

Pasan las hojas de los libros y salen las hojas de los árboles jóvenes y chispeantes de clorofila y verde… y nos han alcanzado Adolphe  de Benjamín Constant con su nostalgia de romanticismo melancólico y Macbeth con sus manchas rojas de claro simbolismo Shakesperiano…

Obras duras, situaciones críticas donde los humanos tienen que decidir… afrontar, responsabilizarse de sus actos, pensar lo que han hecho… penar… sufrir…
Llega la Semana Santa… ¡Hay que viajar! Recorrer el mundo buscando algo o alguien… gastar… visitar… gozar… presumir de lo hecho… ¡vivir! ¿Pensar? ¡Ver! ¿Conocer? ¡Leer! ¿Entender?

Tal vez el problema de Adolphe fue no saber aprovechar ese tesoro de amor que había conseguido con Ellénore… tal vez el problema de Macbeth y de su esposa fue no saber disfrutar de su amor y sus nuevos títulos bajo la protección y el cariño del “padre” protector rey…

No estoy proponiendo conformarse con lo que se tiene… me planteo si sabemos poner atención en lo que tenemos y reflexionar sobre lo que deseamos… y prever lo que costará y lo que perderemos para conseguir ese “sueño”que solo a los augurios de brujas les parece normal para nosotros.

La ambición es mala consejera… pero la inmadurez en la que nos movemos es terreno pantanoso donde nada sólido y permanente puede construirse…
Seguiremos abandonando los tesoros cercanos para buscar espejismos en Hollywood… deprisa, deprisa… sin razón…


Escrito por: Javier Morera

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