Comentando el entrañable texto de Miguel Delibes, Señora de
Rojo Sobre Fondo Gris… Al
principio y más adelante de esta magnifica obra, se leen estas palabras:
“Una mujer, dijo, que
con su sola presencia aligeraba la pesadumbre de vivir”…
Un gran hombre, Miguel Delibes, que sabe reconocer por una parte la
pesadumbre de vivir y por otra la fuerza revivificadora de la sola presencia de
su compañera… la maravillosa tranquilidad de sentirse acompañado por alguien
que te quiere, que te valora, que te entiende…
En esa maravillosa relación de pareja no es necesario sorprender, ni
seducir, no hay que ofrecer, no hay que aguantar, solo se trata de sentirse
querido y de sentirse querer…
Por la mitad del libro nos dice:
“Nos bastaba mirarnos
y sabernos. Nada importaban los silencios… estábamos juntos y era suficiente”…
No les hacia falta distracciones, diversiones, series de televisión o
amigos de tertulia…
Como una mano ayuda a la otra, como un ojo se complementa con el otro…
como novios, como niño con su mascota… no es vivir del otro, ni vivir para el
otro, es vivir con el otro, es convivir…
Pero esa relación tiene un peligro, la pérdida de ese otro, que no era
imprescindible, pero si irremplazable, que no era extraordinario, pero si
incomparable… Por eso al final de su libro, nos dice:
“Esta sensación de
fracaso, de verme de pronto sin nada por haberlo deseado todo”…
No quiero decir con esto que Miguel fuera romántico, pero si celebro con
él y como él que el amor es maravilloso… y eso si que nos encanta a los
románticos…
Escrito por: Javier Morera
Betés
1 comentario:
Excelente selección; unos fragmentos preciosos que reflejan una experiencia vital intensa y muy hermosa.
Un saludo.
Eduardo
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