Seguimos este año con nuestro querido Nicholas Sparks. Su ciclo,
iniciado el año pasado, continúa estos días en nuestra asociación con el libro
y la película "Cuando te encuentre".
Y al igual que en la vida, por la que continuamente vamos tomando
decisiones, eligiendo sendas, giros, cambios de rumbo, sin saber si somos
juguetes de un destino...me he permitido abrir en este mundo de ficción, en el
que todo es posible, un nuevo camino a este maravilloso libro, escribiendo una carta
en la que Beth, en un momento crítico de su relación, le dirige a Logan,
nuestro protagonista.
Mi querido
Logan… mi gran amor:
Te escribo
desde mi silencio, mi tristeza y mi soledad…
Llegaste un
día a mi vida sin hacer ruido, sencillamente, caminando… venías de otro mundo…
tan diferente… mundos más duros, desconfiados, agresivos y solitarios… de
guerras inexplicables y amargas.
Pero poco a
poco, a paso lento, nuestras vidas se fueron engranando, fuimos compartiendo
espacios, trabajo, familia, te ganaste la adoración y admiración de los míos,
de Ben, de Nana… y llegaste a mi corazón.
En un
principio resultaba desconfiada, buscaba explicaciones, me hacía preguntas a
las que no encontraba respuestas… casi de forma intuitiva sentía que algo me
ocultabas, que tras ese aspecto de hombre tranquilo, correcto, amable… algo te
atormentaba y rehuías de ciertas situaciones y conversaciones… a veces una sombra de misterio y silencio
velaba el brillo de tus ojos, y como una coraza que te protegía, resultaba
impenetrable llegar hasta lo más profundo de tus pensamientos y de tus
sentimientos… y mis dudas e incertidumbres permanecían latentes mientras convivían
con profundos sentimientos que se iban despertando de amor y pasión hacia ti.
Confieso un
cierto recelo, lo sé, no podía ser así, aquello no podía ser cierto, cada vez
te iba viendo más perfecto, tan perfecto para mi que me gustaban hasta tus
imperfecciones…
Lo cierto es
que cada vez íbamos ganando más momentos juntos, compartiendo más ratitos de
vida, construyendo un mundo sólo nuestro… en el que la sensación de felicidad y
de plenitud cada vez era mayor.
Sentía que
estaba viviendo un sueño… y no quería pensar que algún día sin saber cómo ni
porqué… desaparecerías y aquella fuerza misteriosa, mágica que te hizo irrumpir
en mi vida… se esfumaría… y las líneas del destino que nos habían unido
volverían a separarse siguiendo sus caminos.
Hoy… mientras
veo caer la lluvia con toda su fuerza… te escribo… son cartas desde mi
silencio… sin destino…
Cuando supe
lo de la foto, no pude entender que una foto significara tanto para ti, que se
hiciera inseparable de ti… tu obsesión.
Después de
la discusión, no pude evitar sentir que todo había sido una farsa, me sentí
engañada, traicionada… pero tras la tormenta viene la calma… y lo que ha
ocurrido entre nosotros es demasiado fuerte e importante como para perderlo. Me
di cuenta que todo este tiempo que Keitch había manejado mi vida no había sido
tiempo perdido, que todos estos años estaba esperándote… y como dice Nana... mi
querido Logan… eres el hombre de mi vida.
Teníamos que
hablar… debíamos aclararnos muchas cosas, expresar sinceramente toda nuestra
tormenta interior, sin miedos pero sin hacernos daño, sin ocultar y sin
malinterpretar… comunicarnos…
Volví a tu
cabaña… empapada… llovía torrencialmente fuera de mí y dentro de mí… mi corazón
galopaba según me iba acercando a tu puerta y ni un atisbo de luz ni de ti
asomaba a ella… oscuridad… otra vez silencio…y lluvia.
He vuelto
varias veces… te busco y no te encuentro… estás lejos… recorro los lugares que
frecuentábamos juntos… como aquel bar testigo de nuestras conversaciones…
Paseo cada
tarde por el camino hacia el río… y en mi fantasía apareces por el puente y
paseamos como lo hacíamos entonces… cogidos de la mano. Tu presencia permanece
cuando me siento al volante y recuerdo aquellos momentos robados… entre
susurros y abrazos... y volábamos.
Vuelvo al
papel… quisiera tener una dirección dónde enviar estas cartas, saber de un
lugar donde encontrarte… pensar que tu corazón me está esperando… pero hoy me
puede la desesperanza… siento que te he perdido, que tu alma vaga libre,
viajero por algún lugar del mundo… y quizás algún día… un mensaje… una foto… una
casualidad o un hilo del destino vuelvan a cruzarse en este complicado laberinto
que es la vida…
Quizás… algún
día… cuando te encuentre…
Escrito por: Rosa Andrés
1 comentario:
Mis más sinceras felicitaciones a Rosa.
Acabo de leer esta carta y... en pocas palabras, se me ha encogido el corazón.
Eres una escritora estupenda, sigue así y quién sabe, quizá pronto escribas un libro (yo lo leería, sin duda)
Aprovecho también el comentario para unirme a la felicitación que navega ahora por los e-mail... Tu sesión del pasado Jueves fue magnifica. Pienso, igual que Javier, que tendrías que hacer más sesiones, que dos se nos quedan cortas...
¿Qué harán ahora todos aquellos que quieran "encontrarte"?
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