sábado, 2 de marzo de 2013

CUANDO TE ENCUENTRE...


Seguimos este año con nuestro querido Nicholas Sparks. Su ciclo, iniciado el año pasado, continúa estos días en nuestra asociación con el libro y la película "Cuando te encuentre".
Y al igual que en la vida, por la que continuamente vamos tomando decisiones, eligiendo sendas, giros, cambios de rumbo, sin saber si somos juguetes de un destino...me he permitido abrir en este mundo de ficción, en el que todo es posible, un nuevo camino a este maravilloso libro, escribiendo una carta en la que Beth, en un momento crítico de su relación, le dirige a Logan, nuestro protagonista.



Mi querido Logan… mi gran amor:

Te escribo desde mi silencio, mi tristeza y mi soledad…
Llegaste un día a mi vida sin hacer ruido, sencillamente, caminando… venías de otro mundo… tan diferente… mundos más duros, desconfiados, agresivos y solitarios… de guerras inexplicables y amargas.
Pero poco a poco, a paso lento, nuestras vidas se fueron engranando, fuimos compartiendo espacios, trabajo, familia, te ganaste la adoración y admiración de los míos, de Ben, de Nana… y llegaste a mi corazón.
En un principio resultaba desconfiada, buscaba explicaciones, me hacía preguntas a las que no encontraba respuestas… casi de forma intuitiva sentía que algo me ocultabas, que tras ese aspecto de hombre tranquilo, correcto, amable… algo te atormentaba y rehuías de ciertas situaciones y conversaciones…  a veces una sombra de misterio y silencio velaba el brillo de tus ojos, y como una coraza que te protegía, resultaba impenetrable llegar hasta lo más profundo de tus pensamientos y de tus sentimientos… y mis dudas e incertidumbres permanecían latentes mientras convivían con profundos sentimientos que se iban despertando de amor y pasión hacia ti.
Confieso un cierto recelo, lo sé, no podía ser así, aquello no podía ser cierto, cada vez te iba viendo más perfecto, tan perfecto para mi que me gustaban hasta tus imperfecciones…
Lo cierto es que cada vez íbamos ganando más momentos juntos, compartiendo más ratitos de vida, construyendo un mundo sólo nuestro… en el que la sensación de felicidad y de plenitud cada vez era mayor.
Sentía que estaba viviendo un sueño… y no quería pensar que algún día sin saber cómo ni porqué… desaparecerías y aquella fuerza misteriosa, mágica que te hizo irrumpir en mi vida… se esfumaría… y las líneas del destino que nos habían unido volverían a separarse siguiendo sus caminos.
Hoy… mientras veo caer la lluvia con toda su fuerza… te escribo… son cartas desde mi silencio… sin destino…
Cuando supe lo de la foto, no pude entender que una foto significara tanto para ti, que se hiciera inseparable de ti… tu obsesión.
Después de la discusión, no pude evitar sentir que todo había sido una farsa, me sentí engañada, traicionada… pero tras la tormenta viene la calma… y lo que ha ocurrido entre nosotros es demasiado fuerte e importante como para perderlo. Me di cuenta que todo este tiempo que Keitch había manejado mi vida no había sido tiempo perdido, que todos estos años estaba esperándote… y como dice Nana... mi querido Logan… eres el hombre de mi vida.
Teníamos que hablar… debíamos aclararnos muchas cosas, expresar sinceramente toda nuestra tormenta interior, sin miedos pero sin hacernos daño, sin ocultar y sin malinterpretar… comunicarnos…
Volví a tu cabaña… empapada… llovía torrencialmente fuera de mí y dentro de mí… mi corazón galopaba según me iba acercando a tu puerta y ni un atisbo de luz ni de ti asomaba a ella… oscuridad… otra vez silencio…y lluvia.
He vuelto varias veces… te busco y no te encuentro… estás lejos… recorro los lugares que frecuentábamos juntos… como aquel bar testigo de nuestras conversaciones…
Paseo cada tarde por el camino hacia el río… y en mi fantasía apareces por el puente y paseamos como lo hacíamos entonces… cogidos de la mano. Tu presencia permanece cuando me siento al volante y recuerdo aquellos momentos robados… entre susurros y abrazos... y volábamos.
Vuelvo al papel… quisiera tener una dirección dónde enviar estas cartas, saber de un lugar donde encontrarte… pensar que tu corazón me está esperando… pero hoy me puede la desesperanza… siento que te he perdido, que tu alma vaga libre, viajero por algún lugar del mundo… y quizás algún día… un mensaje… una foto… una casualidad o un hilo del destino vuelvan a cruzarse en este complicado laberinto que es la vida…
Quizás… algún día… cuando te encuentre…



Escrito por: Rosa Andrés



1 comentario:

Anónimo dijo...

Mis más sinceras felicitaciones a Rosa.

Acabo de leer esta carta y... en pocas palabras, se me ha encogido el corazón.

Eres una escritora estupenda, sigue así y quién sabe, quizá pronto escribas un libro (yo lo leería, sin duda)

Aprovecho también el comentario para unirme a la felicitación que navega ahora por los e-mail... Tu sesión del pasado Jueves fue magnifica. Pienso, igual que Javier, que tendrías que hacer más sesiones, que dos se nos quedan cortas...

¿Qué harán ahora todos aquellos que quieran "encontrarte"?