sábado, 11 de febrero de 2012

Hace frío, amigo Bécquer...



Comparto un emotivo escrito de Javier… sus sentimientos, los de un romántico en “La Cueva de la Mora”… mientras contemplaba el mismo paisaje que tantas veces vio Bécquer… simplemente genial.



Preguntamos por el pueblo, los perros ladran a caras extrañas.
Hace mucho frío y tomamos un café. Los lugareños nos indican y se extrañan ante turistas tan curiosos. Dinosaurios en febrero, tarde de viento.
Con las indicaciones, nos perdemos por caminos que no van a ningún sitio, huertos, obras, crisis de manos y de hijos… cazadores de la ciudad matan a fauna de los montes con todo terreno de anuncio… cierzo frío.
Hace frío y el sol decae contra el viento.
Hemos estado “viviendo” varios lugares “Becquerianos”, de leyenda…
Ni un cartel, ni un signo… Reconocemos gestos insensibles que siempre ha habido a los sentimentales que fácilmente nos llaman sensibleros.
Reconocemos ese párrafo final de una gran leyenda…
Al pensar que oyendo el desenlace de mi historia habían dicho: “¡es raro!”¡Exclamé yo para mi mismo: “¡ES NORMAL!”…
Hace mucho frío, unos amables rústicos nos acercan con sus indicaciones… ¡ya estamos!
¡Ahí esta!, ¡Aquí estamos!
En el lugar, leemos lo que aquí se inspiró, donde él estuvo…
Donde él dice que pasó lo que aquí pasó… ¿o nunca pasó?
Hace frío.
¿Es real la realidad?
La leyenda leída… ¿Es real?
Hoy, para mí, es real, la leo…
Hoy la he leído… la he leído y me ha gustado…
Hoy creo en ti…
Hace frío.
Subimos a la ruina de lo que fue un castillo…
Imaginamos la pena de lo que fue una conquista, un valor, un valuarte…
Es real que estamos aquí… que él estuvo aquí y que escribió lo que hemos leído… y nos embarga la emoción de cumplir todos estos encuentros de leyenda y admiración…
Hace frío.
Hace 150 años que escribió esta leyenda… pronto 176 años de su nacimiento… Hace frío, mucho frío en este mundo materialista y frío donde las emociones tienen desprecio…
Hace frío…
¡Que tristes, que solos se quedan los muertos! 



Recordando a Bécquer en “La Cueva de la Mora.
Javier  Morera  Betés


3 comentarios:

Roberto L. A. dijo...

Mi más sincera anhorabuena por http://elrincondelromantico.blogspot.com/

Creo que todos, cada uno a su manera, podemos ser románticos y soñadores. Escuchando una canción, haciendo una fotografía, escribiendo unas líneas, haciendo un dibujo, viendo una película (a quién no le puede gustar por ejemplo Notthing Hill)...
Es dificil sin embargo a veces manifestarlo y ponerlo en práctica, por que no sabemos, por miedo, porque no hay quien nos acompañe...Especialmente porque en esta sociedad nos falta en la escuela esa asignatura llamada aprender a dar carino

Mucho ánimo por el entusiasmo de crear un sitio así, donde al leer un rato, podamos ver e imaginar, aunque sea momentaneamente, una vida de otra manera...una vida romántica.

Saludos.
Roberto L. A.

Anónimo dijo...

¡qué romántico!...y´, tristemente, que real.

Al menos, algunos viven y valoran genios que, con su magia, hicieron únicos lugares tan fríos como una ruina, una cueva... quizá mejor así.

Si fuesen muchos los que fueran en busca de estos lugares, quizá el único calor que se ganaba era de las calefacciones del parador que algún listo levantase en las ruinas.

Enhorabuena por tu escrito. Es muy bonito.

Eloy Morera Gracia.

J. L. Pallaruelo dijo...

Gracias por compartir una vez más ese rincón.
Besos.

J. L. Pallaruelo