Cuando ves en el estante de la
biblioteca, el azulado libro de Janice
Kaplan: “EL DIARIO DE LA GRATITUD”,
ya te apetece tomarlo y abrirlo. En cuanto empiezas el prologo, te das cuenta
de que es una obra de arte en la difícil
practica de las relaciones humanas. Pronto lees sus primeros consejos… “Cada
día busca lo bueno y agradece que lo tienes, que te lo dan, que lo consigues…
que lo ves”…
Así pues, lo primero, gracias,
Janice Kaplan por recordarme que vea lo bueno… que lo anote… que lo agradezca…
Estamos en un momento y cultura
de ver especialmente lo malo, lo que falta, lo que falla, lo sucio, lo feo, lo
erróneo, lo negativo, lo delictivo… los sucesos y los crímenes, las
catástrofes, la guerra, el insulto, la destrucción… la muerte…
¡Miremos también lo bueno!...
veamos la maravillosa gente y preciosa naturaleza que nos regalan miles de
cosas bellas y agradables, útiles y buenas…
¡Agradezcamos!
En sus capítulos y apartados,
esta autora, nos va llevando por historias y teorías, por grandes pensadores
como Aristóteles, Epícteto o Séneca… por famosos de la política, del deporte,
del espectáculo, de los negocios… hasta los conocidos terapeutas e
investigadores de estas áreas como Martín Seligman…
Si decides leer el libro y
pensar un poco en todo esto, te incito a que contemples los diferentes planos
en los que nos afecta toda esta “actitud” de acercarse a la gente y a las cosas
con el sentido de gratitud…
Por una parte nos ayuda a ver
la colaboración y amabilidad de las personas, y así, les agradecemos lo que
hacen aunque podamos “saber” que son sus obligaciones o deberes… por otra, nos
plantea nuestro respeto y responsabilidad ante objetos que se dan para
nosotros, como la comida, la energía, los útiles y los recursos… Y por ultimo
llegamos a ese plano en el que agradecemos, ¡vemos con gratitud!, esas cosas
que ocurren y no somos la causa ni el objetivo de sus circunstancias… como la
belleza de un amanecer... la pureza de unas aguas vírgenes… las sombras de un
bosque nativo… las lluvias que dan la fertilidad a la Tierra…
Si conseguimos “ver” esas
formas de gratitud, nos hacemos sobre humanos, semidioses… filósofos de otra
galaxia… donde no habrá tanto negocio, tanto consumo, tanto delito, tanto
derecho y deber obligado y exigido… pero si habrá mas paz, mas armonía, mas
amor, mas vida… mas felicidad en nuestra alma…
Gracias por haberme leído…
Gracias por tu bella sonrisa al
leerme…
Gracias.
Escrito por: Javier Morera
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