La primavera esta alojando a un verano inminente que se desparrama con el sol y la luz que siempre le acompañan. El invierno es ya un recuerdo que como los abrigos y las bufandas se amontonan en estantes olvidados con olores de conserva.
La feria del libro, como una vieja postal de otros tiempos, nos recuerda que aún quedan tradiciones y leyendas de otros siglos, pero con detalles de presente, como las limitaciones de aforo, las mascarillas, el control de espacios y protocolarias desinfecciones…
Recuerdos de cuando pasabas la tarde “curioseando” tapas de libros, lomos de textos… autores, ediciones, precios, ofertas…
Nos resistimos al cambio… Instaurarse en lo antiguo, en lo conocido, nos da seguridad, placer, recuerdos y evocaciones que propician el reencuentro con nuestros momentos pasados y esperanzas de ayer, casi siempre mas bellas que los realismos presentes del hoy y menos tétricas que las ilusiones del mañana desde nuestro ahora.
La feria del libro, para los amantes de estos tesoros de papel, era el puente, la conexión posible con otros universos… Como la cabina de teléfono que nos podía acercar a seres lejanos, mundos distantes… por unas monedas…
Hoy existen, pero son testimonios petrificados del pasado… ¿nostalgia?... ¿añoranzas?... ¿Cuánto tardarán a extinguirse en nuestra devoradora cultura telemática?
Es muy atractivo cuando estudias el origen de la cultura y civilización de Roma. Primero un pueblo que se organiza y crece, se civiliza y conquista… se especializa y aprende, copia de lo que coloniza y extiende lo que consigue…
Los hijos de esos romanos, defienden a sus mayores… los mayores gobiernan a los jóvenes… aparece la Republica… Pero pronto, por exceso de ambición, se busca el control del poder, los pocos dominan a los muchos… Se impone el Imperio… y poco a poco, el absolutismo de algún insensato provoca el sufrimiento de todos, el sacrificio de los más valiosos, de los más sensatos…
¡Que Calígula o Nerón pidieran a un sabio como Séneca que se suicidara, solo por sus caprichos o infantiles antojos!... ¿Eso es civilización? ¿Eso es progreso?
De cualquiera de estos temas y pensamientos puedes disfrutar si paseas por la Feria del Libro… o por una Biblioteca bien surtida… o por una librería que se precie… Los editores, como ciudadanos han apostado por unos escritores…. Los compradores pueden invertir sus monedas en conocimientos y placeres… ¡Aprovecha!... ya queda poco… El Imperio donde todo estará controlado y censurado esta llegando…
Se terminan las editoriales aunque sigan las imprentas…
Se terminan las librerías aunque sigan los libros…
Se terminan las bibliotecas aunque sigan los archivos…
El futuro es una red donde estarás preso, aunque leas o veas películas… solo podrás acceder a lo que te permita y suministre el Imperio, el emperador… y tendrás que suicidarte como Séneca cuando te lo indique el poder…
El Imperio abarcará todo… decidirá todo… venderá todo… … ya esta creciendo… se llama ¡Amazón!
Escrito por: Javier Morera
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