miércoles, 22 de agosto de 2018

MI GUSTO ES A MI GUSTO



 
Durante estos días de calor y vacaciones, los que leemos y leemos y seguimos y volvemos a leer, nos dedicamos a esas obras más largas y menos conocidas que pocos suelen comentar en los círculos de lectores.

Pronto nos cita la obra de Jane Austen, Mansfield Park. En ella, en su tranquilo discurrir entre las vivencias emocionales de esa familia romántica, inglesa, de los principios del siglo XIX, nos encontramos muchas actitudes ante la vida de esa sociedad… que era, como todas, o un poco mas que otras, una forma de vivir y socializarse excesivamente pendiente y dependiente de las modas, costumbres y comentarios controladores de las muchísimas normas implícitas que se contagiaban entre las clases sociales altas de la época…

En el capitulo VI de dicha obra, hay un párrafo donde uno de los protagonistas, que será fundamental en el desarrollo de toda la narrativa, el celebre Edmund, nos da una lección de respetar mas nuestro propio gusto, aun cuando no sea de la mejor estética imperante,  que de hacer caso a tendencias menos afines a nuestra personalidad pero mas acordes con las oleadas de opinión o gusto frecuente entre las elites que gestionan nuestra apariencia en sus múltiples variedades y objetos…

Es bonito leer que una autora del XIX ya nos recomienda en la persona de su protagonista masculino, que debemos atender mas a nuestros gustos y orientaciones que a los profesionales que nos intentan colonizar…
Cuanta verdad y cuanta relación tiene este consejo frente a lo que hoy llamamos personalidad, madurez, autoestima, asertividad y tantas otras claves que hoy trabajamos los psicólogos y otros profesionales…

Que triste que hoy sigamos dejándonos llevar por las riadas de las tendencias de moda… como manadas integradas por “borregos” seguimos donde nos dicen los pastores… que hoy no son lideres ni caudillos sino gestores de publicidad y agentes de mercadotecnia que nos encauzan de cómo debemos vestir, comer, hablar, veranear, divertirnos… y hasta leer…

Y cuando ves un miembro de esas multitudes que se diferencia, que contrasta, que enfrenta las soluciones de manera original, propia… ¡que duro le resulta!, ¡qué mal se lo hacemos pasar!, ¡que poco triunfa en los lugares y redes públicos y sociales!…

Te dejo con la cita… pero es mejor leer el libro entero… y no lo compares con una película de moda… claro que no encontraras entre todo tu “mundo” alguien con quien hablar de este libro y menos de este tema…

Para hablar es mejor que leas el “best seller” más “best seller”… y serás un “guay de guay”

“-No es mi intención ejercer ninguna influencia en el señor Rushworth –prosiguió Edmund-, pero si yo tuviera una propiedad que quisiera modernizar, no me pondría en manos de un paisajista. No me importaría que el grado de belleza fuese inferior con tal de que fuese de mi propia elección y que lo fuera adquiriendo progresivamente. Preferiría tener que atenerme a mis propias equivocaciones que a las del paisajista.”



Escrito por: Javier Morera
 

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