sábado, 5 de octubre de 2019

COMER MENOS PARA LEER MÁS


En el relato corto de Arthur Conan Doyle: “La aventura de la piedra preciosa de Mazarino” que está publicada dentro de la colección titulada: El Archivo de Sherlock Holmes” nos encontramos este párrafo tan cierto como interesante:

—¿Y por qué no come?
—Porque las facultades se afinan cuando se les hace pasar hambre. Seguramente que usted querido Watson, como médico que es, reconocerá que lo que la digestión nos hace ganar en aporte de sangre nos lo quita en capacidad cerebral. Yo soy un cerebro, Watson. Todo el resto de mi ser es un simple apéndice. Por consiguiente, es el cerebro al que yo tengo que atender.

Una forma estupenda de valorarse como ser humano y de conocerse…
¿Quién estudia y aprende con una digestión pesada?
¿Cuándo aparecen las mejores ideas y soluciones más que en los momentos de abstinencia, de necesidad, de centrar todo el interés en el problema que nos acorrala?

¡Si hiciéramos todos como Holmes!, ¿cuánta basura dejaríamos de comer?...  Y siendo mas inteligentes, mientras el hambre nos espabila… ¿Cuánto inservible dejaríamos de oír, de ver, de hacer… de aguantar?

¿Cuánto ganaríamos en otros muchos temas de pensamiento y salud mental si no estuviéramos tan llenos, tan satisfechos, tan repletos de grasas y proteínas que solo nos queda el reposo abotargado y muelle del sofá?...
¿Cuánto haríamos si no mandara en nosotros la barriga… las posaderas… o ciertos apéndices sexuales?…

¡Si comiéramos menos… abusivamente… leeríamos mas… concienzudamente!… ¡Seguro!… Como hace Holmes y soluciona hasta lo imposible!



Escrito por: Javier Morera

No hay comentarios: