martes, 5 de agosto de 2014

PAGIOLO Y BASTIAN


Pagiolo era solo una página de “La Historia Interminable” y estaba muy preocupado por lo que ocurría a Bastian, sabía que ya se había encontrado con Atreyu, sabia que habían pasado muchas cosas en los capítulos anteriores al que pertenecía nuestro personaje… ¿Qué como lo sabia? Pues porque se lo había oído leer en voz alta a una madre que le leyó “La Historia Interminable” a su hijito jovencito… pero como el pequeño se puso a leer él solo el resto del libro y solo lo leía para si mismo, Pagiolo se quedó sin saber que sucedía en las paginas siguientes…

Pagiolo se puso muy contento cuando un extraño grupo que se autodenominaban “El Rincón del Romántico” en unas sesiones que las llamaban “Leertes”, comenzaron por el mes de julio de 2014 a leer en voz alta toda la Historia… y además, comentaban y reflexionaban sobre todo lo que leían… y Pagiolo se sintió muy feliz, al fin entendía todo y además muy ilusionado… al fin podría oír y conocer de la A a la Z todo este libro del que formaba parte, pero no podía controlar….

Estaba decidido a decirles a su presidenta, una niña muy mona y muy fina y al joven que parecía el centro de atención de todos los asistentes, que “Muchas Gracias” por leer todo y tan bien, para él y para todos los que quisieran oírles… ¡no sabia como hacerlo, pero ya se le ocurriría algo… al fin de cuentas era una importante pagina de un importante libro, escrito por un importante autor de sobradísima y reconocida inteligencia… ¡Ya pensaría algo!...

Pero el problema de Pagiolo empezó cuando a finales de julio el grupo sufrió un paron… dejaron de leer… y el miedo recorrió la amarilla pagina que era el cuerpo de Pagiolo… al cabo de unos días volvieron y retomaron todas las ilusiones… Pasó mitad del libro… y no solo leían muy bien sino que también pintaban, modelaban, recortaban figuras y siluetas de los principales protagonistas del libro… y hacían fotos… Pagiolo sintió un inmenso placer y hasta escalofríos de gusto cuando una tarde, sintiose leído por la joven que dirigía toda aquella fiesta de lecturas… ¡Hasta salio en la foto del día y junto con otras compañeras en el facebook de estas personas tan modernas e importantes…

De repente, una tarde, de principios de agosto, se le helaron las letras entre las líneas… ¡no podía ser cierto lo que oía!… los lectores no podían quedar para leer… y no tenían tiempo para terminar el libro… y se corría el riesgo de dejarlo inacabado… pendiente… inconcluso… indefinido… Interminable

Pagiolo se asustó, se preocupó, se impacientó y le pidió a uno de los lectores, que aunque leía poco ahora, llevaba fama de haber sido un veterano devorador de libros en sus juventudes… le pidió que intercediera por que continuaran… por que siguiera esta Historia… por que así podría Pagiolo llegar al final… y ser de una vez terminable… y descansar sin tanta incertidumbre…

Y… el veterano lector… Pero esa es otra Historia y tendremos que contarla en otra parte…


Escrito por: Javier  Morera  Betés

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