sábado, 17 de febrero de 2018

¿DE DÓNDE VENGO?...




¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.

¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas;
en donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
(Rima LXVI de Bécquer)

Hoy, 17 de Febrero de 2018, se cumplen 182 años del nacimiento de Gustavo Adolfo Bécquer, que en realidad se llamaba Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida.

Nosotros, estos días, todos los años, le recordamos con alguna tertulia dedicada a sus obras, lecturas de sus bellos poemas, excursiones a esos lugares donde se formaron los ambientes que él representó en sus creaciones…y así vamos conociendo y celebrando a la par que se disfruta, los recónditos paisajes de sus emociones…

Seguramente Gustavo no creía que tantos  y tan lejos en el tiempo le admirarían su obra y recordarían sus creaciones… y se identificarían con sus palabras, con sus sentires, con sus problemas…

Cuando leemos un autor y nos gusta ¿Qué ocurre en nuestro cerebro para sentir ese interés y ese gozo?... ¿recorremos circuitos neurológicos parecidos a los que él  configuró? ¿Fabricamos proteínas de memoria similares a las que Gustavo sintetizó? ¿Serán fantasmas de todos sus personajes los que nos enajenan como a él le hicieron? ¿Podría ser una conexión espiritual que aun no sabemos medir? Tal vez explicaciones de enfermedades mentales son más acordes con la pragmática conformidad de las “masas” actuales…

Desde luego es fenómeno curioso que cuando te absorben las obras de este y otros románticos durante unas horas… la cara se languidece, la pupila se dilata, la mano busca otra mano y la luz de la vela tiembla, decrece… muere el día y nos invade la noche larga y triste, que sin quererlo se ha colado por las rendijas de las ventanas hasta humedecer con sus impalpables ondas el débil aliento de nuestra vida… ¿Qué será lo que ocurre en esta extraña y sofocante invasión del ser por otro espíritu sin nombre, indefinible esencia, yo vivo con la vida sin formas de la idea
Gustavo ya nos lo dijo… Yo, en fin, soy el espíritu, desconocida esencia, perfume misterioso de que es vaso el poeta.
(Fragmentos de la Rima V)




Escrito por: Javier Morera

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