25 de Junio, hace seis meses
era, en nuestra cultura la fiesta de Navidad y en nuestro punto geográfico del
hemisferio norte, teníamos escasas horas de luz con unos tenues y sesgados
rayos de sol que apenas nos calentaban unos grados por encima del hielo… con
unas noches largas y oscuras…
Hoy, por el contrario, medio
año después, nuestro rincón del planeta donde vivimos, explota de luz, de
clorofila y vida… y la noche es nada… el día infinitamente todo… largo y
caluroso…
Es un problema para nosotros el
tiempo… es un problema de la inteligencia humana o es por ella que tenemos
tiempo… Primero hubo que descubrirlo o tal vez podría decirse hubo que
inventarlo… y meterlo en parámetros, en reglas de medida... y cada cultura ha
ido inventando las suyas… algunas dependientes de la luna, otras del sol, otras
mas de las cosechas y otras pendientes de mareas o de lluvias…
Nuestro calendario, como todos sabéis
es mas que nada romano… y se ha ido “perfeccionando” según descubrimientos físicos
o eventos sociales… pero no es el único… y puede que hoy nos resulte algo
farragoso e inexacto…
Pero también hay calendarios
mas cercanos a la biología…y podemos observar como las células y los tejidos,
los órganos y las especies de vida nos relatan “su tiempo” que no es tan
asimilable a las medidas del físico o de la técnica…
Los calendarios siderales nos
hacen dudar de la infantil objetividad del tiempo… La “teoría de la
Relatividad” nos dejó perdidos en la comprensión lineal y equivocada de tiempo…
La filosofía nos hace pensar
que lo que tenemos en la vida es una oportunidad de tiempo para actuar… y la
psicología nos pide un esfuerzo de comprensión para entender la percepción
subjetiva y personal de cada tiempo, de cada momento de vida en cada conciencia…
Si no hubiera inteligencia
¿habría tiempo?...
Cuando yo desaparezca de la
Tierra y se termine mi tiempo consciente… ¿seguirá el tiempo?
Si te parece todo muy sencillo…
es que no lo estas entendiendo…
También podemos citar esa
experiencia que circula por los correos ociosos de Internet en la que una
profesora, para hacer comprender el tiempo y su subjetividad, les comenta a sus
alumnos la siguiente cuestión.
¿Cuánto pesa este vaso con
agua?... 250 gramos… ¡El peso absoluto no es importante!, depende de cuanto
tiempo lo sostengo. Si lo mantengo elevado en una mano durante 1 minuto… no
pesa nada… si lo tengo una hora me dolerá el brazo… si lo sujeto un día, se me
entumecerá y paralizará…
El peso del vaso no cambia,
pero cuanto más tiempo lo mantengo, más pesado, mas difícil resulta de
soportar…
Las preocupaciones son como el
vaso de agua, si las tienes un rato… pero si las mantienes mucho tiempo… son
incapacitantes para el sujeto…
El tiempo es tan subjetivo como
el propio sujeto…
Escrito por: Javier Morera
No hay comentarios:
Publicar un comentario