El verano se desliza
sudoroso y lleno de luz entre los libros que leemos y comentamos.
Los antiguos romanos,
padres de Europa y de Occidente, nos marcaron el tiempo con sus nombres, con
sus fiestas, con sus emperadores y sus ritos…
El reloj, con las precisas
ruedas del norte, nos dice, como un sol exacto, cuando termina un día y
comienza el siguiente…
Los conocidos, los amigos,
las noticias, los trabajos, como hitos exentos a nosotros, nos van jalonando el
camino como faros, como torres, como vértices que marcan, que orientan, que dan
norte o accidentes a nuestra existencia…
Pero para algunos de
nosotros, los lectores, son los libros, los verdaderos compañeros de nuestra
vida…a veces se meten en nuestra piel y nos dan escudos contra otros problemas,
contra la apatía y contra la indefensión…
Otras veces nos revuelven
el estomago o ajetrean nuestra respiración… y algunas nos clavan espinas en el
corazón… y otras nos dilatan las arterias en éxtasis de entusiasmo…
Los libros son como
estaciones en que te apeas cuando termina tu lectura…
Los libros son túnel y vía
por donde van discurriendo tus tramos de vida…
Los libros son la chispa
que ajetrea nuestras pólvoras que aun no se han mojado por políticos y
consumistas de la mentira y la comodidad…
Los libros son la esencia,
el perfume de épocas y sentires…
Los libros son la cima
cuando las personas ya no llegan a la altura, ya no dan la talla, para la que
estábamos diseñados...
Los libros son los cerebros
de una cultura…
Los libros son guias, son
rumbos, son puertos y son posada para el viajero, para el navegante, para el
que busca…
Los libros son el norte para
los pocos que pueden escaparse de una cultura dominada por las pasiones que se
alojan del vientre hacia el suelo…
Escrito por: Javier Morera
1 comentario:
Muy bueno. Sin duda, este blog ya es un libro más que contribuye a alimentar nuestras vidas.
Un abrazo.
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