sábado, 27 de septiembre de 2025

UNA CURIOSA CARTA

 


El admirable filosofo y escritor noruego Jostein Gaarder nos regaló recientemente otra de sus magnificas obras de “divulgación” de la filosofía. Se trata del libro publicado en 2022 por Siruela: SOMOS NOSOTROS LOS QUE ESTAMOS AQUÍ AHORA, que con su largo titulo, nos recorre por muchos interesantes aspectos de nuestra época.

Comienza como una cariñosa carta desde el autor, ya jubilado, famoso y reconocido, pero con la humildad de ser un ciudadano de un tiempo que ya se escapa…un habitante de la Tierra y un representante de la “conciencia humana”… que se dirige a los seis nietos reales que ahora tiene… Y les cuenta y repasa de forma resumida y sencilla, los grandes pasos y misterios del universo, de la Tierra, de la evolución, de la vida con sus diversidades y variedades… y de esa rareza extraordinaria que es la humanidad y la conciencia que poseemos de todo…

También deja claras sus opiniones, científicas, contrarias a la parapsicología, las visitas de extraterrestres, las creencias religiosas… la magia y la superstición…

Al final, como buen filosofo, reconoce lo poco que sabemos de todo…Y nos deja claro la altísima responsabilidad que ostentamos de muchos problemas que hoy acechan al planeta y especialmente a la diversidad y a la humanidad.

Viendo el panorama, intenta no ser pesimista… tampoco es optimista… da paso a una esperanza que debe estar apoyada en cambios y responsabilidad, tanto individual como social, política… humana.

Terminando el texto, nos brinda consejos de ética sobre la “reciprocidad” no solo en que intentes tratar a todos como te gustaría que te trataran, sino también en la “reciprocidad vertical”… que plantea que trates a las generaciones venideras como hubieras deseado que te trataran a ti tus ancestros… Clara implicación a temas de conservación de la naturaleza, diversidad de especies, cambio climático…

Y una vez más nos cuenta sus experiencias de extrañeza y sorpresa ante este mundo tan complejo y difícil de entender… la cantidad de circunstancias aleatorias y diversas que han llevado a que exista este planeta azul tan lleno de vida y misterios… Nos dice que la vida es una rareza… y la conciencia a la que hemos accedido la humanidad es la rareza de la rareza…

Se despide Gaarder de esos nietos suyos preguntando y deseando como será el mundo, sus montañas y sus paisajes tan queridos, cuando este finalizando la época de estos niños… terminando el presente siglo XXI.

Una reflexión interesante, valiente y bella, como todo lo que sale de Gaarder. Para leerlo aunque no seas su nieto, y pensar…

 


Escrito por: Javier Morera

sábado, 13 de septiembre de 2025

CIEN AÑOS CON GATSBY

 


En el año 1925 se publicó la obra más famosa y tal vez la mejor y más sentida del autor norteamericano F. Scott Fitgerald: El Gran Gatsby.

Cientos de veces reimpreso, decenas de veces llevado a la gran pantalla y recreado detalladamente por series, óperas, músicas, ilustraciones y modas… Esta novela, como todos sabéis, corta y escueta en sus escenas, nos cuenta muchas cosas de una cultura, de una época y de unos prototipos.

Una cultura, la norteamericana de 1920, que presumía de dar oportunidades y hacer posible conseguir metas sociales y económicas a clases sociales desfavorecidas… cuando nada de eso era fácil ni siquiera probable… recordemos a los indios en sus reservas, a los negros marginados por ley, a los pobres muy poco beneficiados por ayudas y becas…

Una época, los llamados “felices años 20”, que en realidad encerraban el desencanto y el fracaso de una Primera Guerra Mundial catastrófica, preparando la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial…

Unos prototipos que aunque aparentaban triunfo y derroche, fuerza y belleza, estaban enfermos de mentira, de falsedad, de inseguridad y de miedo… que viven engañando y traficando, que se evaden con alcohol y otras formas de escapar del tedio y la depresión…

Una pequeña novela, en nueve capítulos que encierra una gran fotografía de vivencias y sentimientos, de frustraciones y pasiones, de miedos y obsesiones, de soledad.

De vez en cuando releo esta magnífica obra y siempre le encuentro algún matiz nuevo y sugerente que me enriquece y revaloriza el testimonio de Fitgerald. Nuevas relaciones con otras historias, nuevos vínculos con otros autores y sus relatos… Totalmente actualizada en una Norteamérica que sigue cayendo en los mismos pecados y aun se polariza más en sus errores hipócritas y negacionistas… Presumiendo del “sueño americano” y convirtiéndose en pesadilla y lobo feroz del resto del mundo…

Cien años de esta obra. Pero poco se comenta este recuerdo… como ocurre con la inexistente asistencia al entierro de Gatsby en la propia novela.

Sigue de actualidad ese interés de llegar a la fama, de sobresalir, de tener éxito en el dinero y ser popular… de ganar aunque solo sea en apariencia, en fachada, en exterior… sin interior… en tener amistades aunque solo sean por acercarse a un famoso… sin intimidad, sin amor…

Especialmente en este aniversario de su publicación quiero citar las referencias tan interesantes que se hacen en la obra al tiempo y su subjetividad… En el capítulo VI, cuando Nick conversa con Gatsby y le advierte:

“-yo no le pediría demasiado –aventuré- no se puede repetir el pasado.

-¿Cómo que no? –Exclamó con incredulidad-.

¡Pues claro que se puede!

Miró espantado su alrededor, como si el pasado acechara fuera del alcance de su mano entre las sombras de la casa.

-Haré que todo vuelva a ser como antes –dijo asintiendo con mucho convencimiento-. Así ella lo entenderá”.

Y, poco después, en el siguiente capítulo, es Daisy la que comenta:

“-¿Qué será de nosotros esta tarde? –exclamo Daisy- ¿y mañana? ¿y los próximos treinta años?”

Dos formas distintas de huir en el tiempo. Gatsby quiere huir al pasado, reencontrar a su amor. Daisy desea huir hacia el futuro, como casi todos los que nos rodean… La solución nunca es huir y menos en el tiempo… Solo existe el presente y ambos lo pierden en sus búsquedas equivocadas.

 

Escrito por: Javier Morera