Este
viernes volveremos a hablar de Historia. Seguiremos rememorando, con motivo del
900 aniversario de la conquista de Zaragoza, la época del Batallador y sus
avatares.
Pero no
es tan importante que nos refiramos al siglo XII o al siglo II a.C. Lo
importante es intentar entender la complejidad de un tiempo y de una sociedad
pasados; lo importante es pensar. Porque, a fin de cuentas, eso es la Historia:
pensamiento, y no una ciencia. Y por eso es tan importante no perderla nunca de
vista.
Pensar
la Historia es comprender al ser humano y al conjunto de las sociedades, la
manera en la que interactúan, se unifican, y se enfrentan, la manera en la que
participan de un sistema socioeconómico que construye y destruye culturas e
ideas. Estudiar la Historia es animar las figuras de una fotografía en blanco y
negro, las letras carolinas de un documento notarial, la miniatura de un códice
medieval, y la ruina de un viejo teatro romano; es buscar el alma que hay
detrás de todo ello y captar el movimiento que un día les alumbró vida.
Hablar
de Historia no es hablar de muertos, es devolver la vida a quienes nos
precedieron en el camino y transcendieron en esa ruina, en ese documento, y en
aquella fotografía. Hablar de Historia
es hablar de gente como nosotros que amó, sufrió, creyó, y luchó como lo
hacemos nosotros, pero en un tiempo diferente. ¿Sufrían de igual modo? ¿Amaban
como nosotros? ¿Luchaban por lo mismo? A veces parece que todo ha sido igual,
que muy poco han cambiado las motivaciones y problemáticas humanas más
fundamentales; otras, sin embargo, da la sensación de que nada tenemos que ver
con unos seres de los que ya solo guardamos unas determinadas características
biológicas… que también han ido cambiando… ¿Realmente somos lo mismo?, ¿en qué
nos parecemos? ¿Por qué? ¿Qué fueron ellos? ¿Qué somos nosotros? ¿Qué es lo que
nos define? ¿Tiene algo que ver el tiempo en todo ello?
Hoy es
8 de marzo, y las mujeres protagonizan una jornada reivindicativa con motivo de
la desigualdad, de la brecha salarial, de la violencia machista… Nos dicen que
es un movimiento nuevo que surge en un contexto concreto. Es cierto, pero
miramos atrás y encontramos un movimiento encabezado por mujeres como el origen
de la famosa Revolución Francesa; y también una serie de protestas de mujeres fue
la primera expresión de la más reciente Revolución Rusa. ¿Qué quiere esto
decir? ¿Qué es lo que perdura, qué es lo que cambia?
Este
viernes volveremos a hablar de Historia… Sí, otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario