jueves, 16 de noviembre de 2017

SON MALOS LOS QUE LO PARECEN… Y LA MAYOR PARTE DE LOS QUE NO…





Este año, el sexto de este Ciclo de Harry Potter en nuestra Asociación, leemos y ponemos en común el titulo: “Harry Potter y el Misterio del Príncipe” que, casualmente es el sexto volumen de esta colección de la escritora inglesa J. K. Rowling.

Este año, Harry Potter ha crecido, es un adolescente que tiene que luchar contra el mal, como siempre, tiene que aprender muchas cosas, como siempre, tiene que ayudar y ser ayudado por sus amigos y algún profesor de Hogwarts, como siempre…

Pero este año, además, se enfrenta al difícil problema de la DECISIÓN.
En psicología sabemos que una motivación, cuando se impide su realización por un obstáculo, genera un nivel de frustración y nos produce una serie de síntomas que nos conducen a diferentes cuadros o síndromes patológicos o casi… Y eso lo sabemos casi todos… desde que somos jóvenes y sufrimos y hacemos sufrir a los demás los componentes agresivos (no digo violentos) y ansiógenos de nuestra naturaleza, se vierten hacia el obstáculo… y es difícil “verlo”, reconocerlo y más aun, controlarlo…

Pero este año, Harry Potter, adolescente, se encuentra con una frustración mas complicada, la situación de conflicto, en la que debe decidir… si obedece y toma las direcciones que le dicen sus maestros, sus amigos… especialmente Dumbledore… puede caer en el error total… Si hace lo que le dictan sus intuiciones, los pequeños detalles y “corazonadas”… y quita del medio, al menos de su vida, a esos “obstáculos” que siempre te cierran el paso… se enfrentará a todo su universo de “buenos” y confiados ejemplos…

Si ya has leído el libro que nos ocupa... Atiende al segundo capitulo, cuando ya se anuncian los problemas y los desastres que pueden ocurrir… Luego en el capitulo XXIV toma decisiones duras nuestro Harry… pero no puede terminar… y desde el capitulo XXV… Snape, como siempre

¿Cuánto hay que aguantar? ¿Hasta cuantos detalles, insultos, faltas…tenemos que soportar para saltar el obstáculo, para decidir contra el obstáculo, para ser conscientes de que ya es suficiente…?

Si yo hubiera seguido la dirección de mi madre… inteligente y buena como Dumbledore, por lo menos, ahora seria un jesuita misionero… o estaría enterrado en alguna selva bajo unas piedras en cruz… y lo más curioso es que si mi madre hubiera seguido los consejos de su padre, otro Dumbledore bueno y formal… yo no hubiera nacido…

¿Y tú?


 
Escrito por: Javier Morera

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