sábado, 28 de octubre de 2017

ESCRIBIR EL DESTINO… EN OTOÑO



  
Se ha ido el verano, poco a poco, escurriéndose entre tardes de sol tranquilo y noches secas que se alargan… se duerme el sol por las mañanas y se recoge tempranero por las tardes… se nos ha hecho tímido y perezoso el que enseñoreaba el verano…

El viento, con su sequito de ruidos y algaradas, invade hoy el valle, limpia las hojas que ayer eran verdes y arremolina las flores secas de los baldíos… viene fuerte y rápido bajando en corrientes y encorrido por los barrancos y vaguadas… después de haber castigado con látigo del norte las alturas y los páramos…

Estamos en otoño… pleno y señorial otoño, otoño de oro y otoño de lecturas… otoño de nuestro año literario…

Y, con Shakespeare, tomamos Francia, en otoño, derrotamos a los caballeros galos, en otoño, en Agincourt… con Enrique V… una gran obra… historias del maestro ingles… poco conocida, nunca representada en nuestros otoños teatrales, poco proclives a estos temas y autores; historias de otoño…
Y pasamos la tertulia, pocos, los valientes, como en el momento de la batalla, con el discurso de San Crispín, obra preciosa y perfecta del dramaturgo… enfrentados a los mas, que siguen el fútbol o las series de Gran Imbecil… disfrutamos de lo que sabía el poeta ingles en 1600… y de lo mucho que nos queda por leer, desentrañar, comentar, aprender, vivir… ¡Demasiado para ser otoño!

¡Vivir!, una expresión que cada uno interpreta a su manera, no hay vida, si hay vivos, mi vida, la tuya… ¡Siempre mas vivos que lectores! ¡Siempre mas libros muertos que vivos!... ¿Otoño de la lectura?
Historia, teatro, Shakespeare, aprender, incógnitas, vivimos leyendo… leemos vida en las obras… vivimos en las lecturas otras vidas y nuestra vida se lee en nuestras lecturas…como caen las hojas con el viento… como sucede el invierno al verano… en nuestro presente que es otoño…

Se ha ido la juventud, poco a poco, escurriéndose entre tardes de adulto tranquilo y las mañanas de trabajo aburridas que se alargan… se duerme el vivir frente a las tareas y se recoge el sentir entre las perdidas y los olvidos… se nos ha hecho tímido y perezoso el genio que pretendía dominar el mundo, cambiarlo todo, escribir el destino… 



Escrito por: Javier Morera

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