Cuando lees a
escritores tan magníficos como PÍO CARO
BAROJA, que es el autor del precioso libro que nos ocupa esta semana en el
“Rincón del Romántico”, te quedas triste…
Es cierto que describe
con una precisión realista el
crecimiento de su protagonista en su obra “EL
ÁRBOL DE LA CIENCIA”… Vemos cómo va conociendo la vida, los estudios en esa
universidad que no enseña… con esa ciencia que nadie práctica… con esa política
que no sirve para nada… en esas guerras de colonias que sólo inflaman orgullos
de los que no van al frente…
Es cierto que describe
la vida… el trabajo… el desengaño, el amor entre químico y supersticioso, la
religión como costumbre, los valores sólo de fachada, la hipocresía más
educada… la enfermedad, la muerte.
Es cierto que leyendo
este libro ves la realidad de nuestros abuelos y las raíces de muchos de
nuestros males, cómo ves que la enfermedad y la ignorancia se resisten a
marcharse de nuestros mundos al igual que los microbios no desaparecían de esas
habitaciones oscuras y mal ventiladas del siglo XIX… y había que matarlos
abriendo la ventana al Sol…
Cuándo lees el mundo de
Baroja te das cuenta de porque otros somos románticos… Necesitamos abrir en
nuestra vida la ventana a un Sol de ilusiones y esperanza, para no caer en esa
tristeza del filosofo de este autor, Schopenhauer, para no terminar cómo el
protagonista Andrés Hurtado…
Cuando leáis a Baroja y
a otros que también describen nuestro mundo real, abrir la ventana… para que
entre el Sol… en vuestra vida…
Escrito por: Javier Morera
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