Uno de los fenómenos más
misteriosos de la comprensión humana es el descubrimiento del tiempo.
Pronto, de niños, con esa
capacidad mágica que es nuestra inteligencia, aprendemos a conocer, entender,
contar, nombrar… el tiempo…
El día y la noche, ayer y
mañana, el verano y el invierno, son pequeños escalones que ascendemos con
nuestras incipientes estrategias cognitivas y que de forma experimental,
empírica, nos ayudan a situarnos, situar y concebir ese curso de fluencias
infinitas sin origen y sin limite que en algún momento de la adolescencia con
su identidad abstracta, nombramos como Tiempo.
Los matemáticos, los físicos,
los filósofos… se citan y se rechazan en sus teorías sobre el tiempo… lo que
ayer fue magma, hoy es roca, mañana será arena y polvo…
Lo que ayer fueron unas
lecturas infantiles, hoy son partes de la personalidad de un sujeto, mañana
serán explicaciones biográficas de un héroe o de un asesino… ¿Y si hubiera
habido otras lecturas en lugar de aquellas?... ¿Y si hubiera leído en vez de
pandillear suburbios de pillaje y vandalismo?
Si repasamos nuestra biografía
literaria… ¿nos hubiéramos leído este libro si no hubiéramos leído aquel, hace
diez años o veinte? ¿Hubiera entendido este texto si no hubiéramos pasado antes
por aquellos artículos y ensayos?... ¿Te gusta un libro mas si antes te
preparan y sensibilizan para algunos detalles u observaciones que de otra
manera es difícil de percibir?...
Las preparaciones a ciertos
libros y el saber hacer lecturas escalonadas es tan esencial como el transito
alimenticio de la lactancia al cocido o como el difícil progreso de la
numeración a las altas funciones matemáticas… deberán ser adecuadas, dirigidas…
guiadas… de lo contrario… puede que llegues tu mismo y con éxito o como tantos
millones… puede que te quedes en analfabeto funcional… sin solución para el
resto de tu… Tiempo…
Estos días se cumplen seis años
de nuestras sesiones para introducir el Romanticismo y sus conceptos clave… y
cinco de la introducción a la Literatura Romántica… que ahora conocemos y hemos
leído y comentado con amplitud…
También los ciclos y su
progresiva ampliación en diferentes aspectos o versiones de un todo muy amplio,
nos ayudan a ver para entender…
La otra solución… la Biblia o
el Quijote… sin previos ni comentarios… de un bocado… y ¡Que aproveche!...
Escrito por: Javier Morera
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