martes, 1 de diciembre de 2015

¡QUÉ SERÍA DE NUESTRA VIDA SIN LIBROS!




Se termina el año, se pasan las hojas del calendario y con ellas, se han pasado muchas páginas de estupendos libros que nos habíamos propuesto, no para leer, sino para disfrutar en sus análisis y comentarios…
Ya son historia, memoria de muchas tardes de jueves al calor de la amistad, oyendo y hablando de las mil ideas que nos surgen de los ratos de lectura y películas que vamos recorriendo en nuestro programa…
Esta semana, “Cuento de Invierno”, pero ahora la película del año 2014, una bella historia donde el amor es protagonista y la fantasía o lo imposible se acerca más a nuestras realidades… tan aburridas…. tan anodinas….

No es casualidad que hace dos semanas nos dedicáramos al mismo título, pero la obra de William Shakespeare…

No es casualidad que sean obras de invierno…. de tardes de frío y noches largas…. 

No es casualidad para los románticos que salga en los libros y hasta en nuestros títulos el otoño, el invierno… la nostalgia que levanta y la melancolía que nos rodea como la niebla que entorpece la búsqueda en la celebre noche de “El Sabueso de los Baskerville”…

Nada es casualidad… lectores románticos… raros, solitarios, extraños y místicos… idealistas… autónomos… pasando de un mundo que pasa de nosotros y busca las modas, las ofertas, el triunfo, el consumismo…

Y para verlo escrito… curioso…. Os cito un fragmento del capítulo tres, del libro: “Cometas en el Cielo”, de Khaled Hosseini, que nos ocupará la tertulia de la semana próxima, que ya todos estamos leyendo, pasando hojas como las del calendario…

“Así fue como escapé del distanciamiento de mi padre, con los libros de mi madre muerta. Con ellos y con Hassan, por supuesto. Lo leía todo, Rumi, Afees, Saadi, Victor Hugo, Julio Verne, Mark Twain, Ian Fleming. Cuando acabé con los libros de mi madre (no con los aburridos libros de Historia, pues ésos nunca me gustaron mucho, sino con las novelas, los poemas), empecé a gastar mi paga en libros. Todas las semanas compraba un ejemplar en la librería que había cerca del Cinema Park, y en cuanto me quedé sin espacio en las estanterías, comencé a almacenarlos en cajas de cartón.
Naturalmente, una cosa era estar casado con una poetisa…, pero ser padre de un hijo que prefería enterrar la cara en libros de poesía a ir de caza… Supongo que no era ésa la idea que se había hecho Baba. Los hombres de verdad no leían poesía ¡y Dios prohibía incluso que la escribieran! Los hombres de verdad, los muchachos de verdad, jugaban a fútbol, igual que había hecho Baba de joven."


¡Que sería de nuestra vida sin libros!


Escrito por Javier Morera Betés


1 comentario:

VdeVane dijo...

El invierno ,hermosa estación, cargada de belleza y que invita a la introspección. La vida sin libros sería muy triste ya que son los compañeros ideales de estos días fríos y noches largas. Como siempre bellas palabras. Un saludo.