Cuantas veces te encuentras
solo o sola en este mundo… Cuantas veces en la escuela, en esos exámenes y
trabajos donde parece que tenemos que abandonar la amistad, la compañía, la
familia y la felicidad por esa “obligación” que conlleva y exige la soledad
sacrificada…
También hay ocios y deportes
solitarios como la natación, el esquí, el paracaidismo, las carreras de motos,
el surfeo… y otros en los que parece que solo te rodean enemigos que quieren
ganarte el puesto…
Pero lo peor es cuando te dejan
solo por y ante las dificultades… ante una crisis de muchos, de varios o
incluso, las peores, de uno solo… crisis laborales y económicas, culturales,
religiosas, sentimentales, de salud… y las más difíciles de encontrarse ante un
peligro tan grande como la persecución y la muerte…
¡Que bonita la idea de los
guerreros griegos que se acompañaron ante aquella muerte inminente para
defender su mundo!...
¡Como agradecemos a esos pocos
amigos que vienen a acompañar en momentos difíciles y nos quedamos casi solos!
¡Que castigo las horas del reo
que sabe que va a ser ejecutado y no puede ver a nadie!
En la historia sencilla y monográfica
de la película de 1952 “Solo Ante el Peligro”, se dramatiza una circunstancia
muy especial, la de una persona que debe enfrentarse a una situación injusta y
peligrosa… y le dejan solo y debe resolverlo como puede y pasa miedo y termina
solucionando el problema con la pistola porque no tiene otra solución…
recordemos que es un asesino que ya ha sido detenido y condenado pero que
vuelve al pueblo con sus esbirros a por su victima que es el “comisario” que lo
apresó… Y ¿Por qué vuelve?... pues porque un juez lo indultó no se sabe porqué…
¿Habéis visto la película?...
Nosotros trabajamos hace unos días las muchas observaciones que se pueden hacer
de este tema tan… actual…
¡Que suerte que solo es una
película y estas cosas no suceden nunca en la realidad!… y menos ahora con el
control de validez y calidad que tienen los veredictos de los jueces… ¡esos no
se equivocan nunca! Y si ocurre y sale mal… los denunciamos… lo malo es cuando
el error es que ya han vuelto a asesinar… o violar… o esas cosas que hacen los
malos…
Escrito por: Javier Morera
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