viernes, 30 de octubre de 2020

LECTURAS Y TIEMPO


Parar, mirar, atender, observar, buscar, entender, cuestionarse, reflexionar, relacionar… Volver a leer, releer…

¡Vamos tan rápido!

Hubo un tiempo en que se planteaban si viajar en tren podría ser malo para la salud, ya que la velocidad de este caballo de hierro, tan artificial para nuestra naturaleza y sus posibilidades, parecía o podría hacer pensar que afectaba patológicamente a nuestros sistemas biológicos y psicológicos.

Luego llegó el automóvil con sus velocidades y exigencias de conducción… y el avión que nos cambia sin tiempo a geografías y climas antes de que nos asista la suficiente capacidad de adaptación.

La naturaleza y en particular la psicología, necesita tiempo para adaptarse, que es un aprender y evitar los desajustes…

Las diferentes formas de alimentos y sus condiciones de condimentación, también necesitan su tiempo de “acostumbramiento” y no solo por los factores de gusto, sino por las adecuaciones digestivas que hay que “aprender”.

Las estaciones, para los que vivimos en zonas alejadas del ecuador, suponen otro esfuerzo que hay que “asumir” en forma de diferencias drásticas en luz y clima al recorrer el año.

No es diferente el libro. Cada uno y para cada lector y para los diferentes estados de éste, precisa su velocidad… Unas hojas para presentarse, unos capítulos para entender la trama, el camino, los personajes… la crisis, el desenlace…

Al final, tras cerrar y dar fin al texto, empieza la comprensión, la digestión de toda la historia, las evocaciones de otros autores y narraciones que son próximas, las diferencias con los comparables… las esperanzas cumplidas y las sorpresas no previstas… el recuerdo que empieza a nacer, irá desarrollándose y evolucionando, para dar lugar a resúmenes, criticas, alabanzas, reseñas y citas…

Lectura, velocidad, subjetividad, recuerdos… Tiempo…


 

Escrito por: Javier Morera

viernes, 23 de octubre de 2020

FELIZ DÍA DE LAS BIBLIOTECAS: “SIEMPRE A TU LADO”

 

Como ya sabéis, hoy 24 de octubre es el Día de las bibliotecas… una fecha importante para recordar y celebrar. Este año el lema que le acompaña es “Bibliotecas siempre a tu lado”… y es que en los momentos de crisis, es cuando más falta nos hacen los libros, porque muchos de los libros que leemos son resultados de crisis personales, o situaciones de crisis históricas, o ficticias, o han sido causas de crisis… pero es cierto que en los momentos de crisis es más fácil evadirse con mundanas distracciones, que adentrarse en los textos que llenan las estanterías de las bibliotecas, esperando a que llegues, te acerques y te atrevas a escoger uno de esos libros, para conectar tus pensamientos, ideas, inteligencia, alma… con la de esa persona que lo creó, que lo decidió escribir, sin pensar en que algún día tu llegarías a interesarte en su libro…

Como dice Marcel PrevostEl libro que no se lee es una lámpara apagada” tan sólo nos iluminan cuándo les dedicamos nuestro tiempo, nuestro interés… siempre están ahí, quietos, silenciosos, esperando a que tu quieras encender esa luz… ¿A qué esperas?...

Estos días he estado releyendo el “Elogio del libro”, “Leer para vivir” ambas obras de José Antonio Perez-Rioja, también “Una habitación propia” de mi admirada Virginia y “El infinito en un junco” de mi amiga Irene Vallejo… y que mejores textos para comentarlos en este post dedicado a la celebración del 24 de octubre, día de las bibliotecas y por ende del libro y de las bibliotecarias y bibliotecarios que tanto bien hacen a la sociedad.

A continuación os regalo unos fragmentos muy sabios de los dos primeros libros citados:

“Los libros no son simples objetos, guardan un poco de las almas de cada persona que los escribe, que los crea… por lo que son objetos con una esencia que los hace especiales… son un poco materiales y un mucho espirituales… y cuándo nos atrevemos a adentrarnos en esa lectura, las palabras nos van guiando hasta la profundidad de un ser”

Descartes: “La lectura de todo buen libro es como una conversación con los hombres más esclarecidos de siglos pasados; una conversación selecta en la cual nos descubren sus mejores pensamientos.”

Los libros son la memoria escrita de la humanidad. Leer es conversar con los espíritus más selectos de todos los países y de todos los tiempos

Charles Baudelaire “Hay gentes que no pueden divertirse más que en rebaño. El verdadero héroe (la persona lectora por ejemplo) se divierte sólo”

¡Me voy a celebrar el día de las bibliotecas! ¿Qué cómo? Muy fácil, seguiré leyendo en mi rincón tranquilo, con una taza de chocolate caliente y acompañada tan sólo de mis libros… algunos de la biblioteca, otros míos… pero todos son grandes amigas y amigos que esperan a que tenga tiempo… a que me sumerja en sus páginas… a que nuestras almas se fundan y emerja el conocimiento…

André Maurois: "La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en el que el libro habla y el alma contesta."


 

Escrito por: Eva Morera

 

lunes, 12 de octubre de 2020

LEER, LEER, LEER

 


¿Qué ocurre cuando te recoges en un rincón, protegiéndote del frío y de la gente bulliciosa, amparado por una luz que te ilumina, contorsionado por la naturaleza y sosteniendo un libro entre tus manos?... Un misterio indescifrable se vuelve a reproducir, como tantas veces, sin duda, ya te ha ocurrido… La magia de la lectura se apodera de tu presente… el tiempo desaparece, el pasado es la narración que estas descifrando, el futuro es ese incierto camino de papel y tinta que un dios humano te ha creado… La vida es el libro… tu cerebro esta persiguiendo al de un autor… tus ojos ven lo que él puso… tu mente es su conversador… tu inteligencia digiere el alimento cognitivo de unas ideas y unos hechos que solo se crean entre dos mundos inmateriales…

Todo esta en otra parte… tu estas en un paréntesis posible pero no real… todo es un vínculo, una conexión, una función entre inteligencias…

Leer, leer, leer… mucho mas que una mecánica, que una habilidad…

Un escritor y famoso lector mundial… Alberto Manguel que tiene una biblioteca personal de más de 40.000 libros… empezaba así un artículo sobre su gran afición:

“Mi biblioteca es una suerte de autobiografía. En la proliferación de anaqueles hay un libro para cada instante de mi vida, para cada amistad, para cada desilusión, para cada cambio. Jalonan mis años como esas piedras blancas que marcan la ruta de un peregrino. Una anotación en el margen, una mancha de café, un olvidado boleto de tranvía sirven para señalar antiguos aniversarios.”

Es cierto que a los que somos enamorados de los libros y de leer, los autores y los títulos nos sugieren épocas, situaciones de nuestra vida, etapas y personas, ilusiones y tristezas que hemos pasado o que nos han embargado durante periodos de nuestra vida…

Libros que nos han llevado a estados…

Personas que nos han llevado a Libros…

Libros que hemos releído para presentar y elogiar a otras personas…

Momentos que se han unido a tipos o a facetas de nuestras vidas…

Puede que a muchas personas le ocurra esto con canciones… o con poesías… o con películas… o con modas de vestir o de condicionar nuestras formas de peluquerías y complementos…

A algunos, a los que somos de libros, se nos han agarrado las etapas de nuestra vida a los libros… con ellos hemos caído en aprendizajes y emociones… con ellos intentamos salir de pozos y desastres… Aunque como dice este escritor en sus escritos…

La lectura no consuela. En cambio puede, misteriosamente, servir de espejo”

 

 Escrito por: Javier Morera

martes, 6 de octubre de 2020

LIBROS, LIBROS, LIBROS

 


Siempre estamos con el libro, en los libros… mi cuarto, la biblioteca, mi paraíso la librería… mi afición… el libro, los libros… leer… vivir en libros y leer la vida entre libros que nos llevan…

Todas las edades tienen sus libros… Todas las estaciones traen sus libros… todos los tipos y las personas están en los libros… salen de libros… se meten en libros…

Un autor mexicano ya desaparecido, Sergio Pitol, nos definió en un punto de su discurso de inauguración del Instituto Cervantes en Bulgaría, en breves palabras, muchas y bellas cosas del libro… Todas y todos lo conoceréis… pero os lo pongo para volver a disfrutar este artesano del castellano y maestro de los conceptos…

“La palabra libro está muy cercana a la palabra libre; solo la letra final las distancia: la o de libro y la e de libre. No sé si ambos vocablos vienen del latín liber («libro»), pero lo cierto es que se complementan perfectamente; el libro es uno de los instrumentos creados por el hombre para hacernos libres.

Libres de la ignorancia y de la ignominia, libres también de los demonios, de los tiranos, de fiebres milenaristas y turbios legionarios, del oprobio, de la trivialidad, de la pequeñez. El libro afirma la libertad, muestras opciones y caminos distintos, establece la individualidad y al mismo tiempo fortalece a la sociedad y exalta la imaginación.

Ha habido libros malditos en toda la historia, libros que encarcelan la inteligencia, la congelan, y manchan a la humanidad, pero ellos quedan vencidos por otros, generosos y celebratorios a la vida, como el Quijote, Guerra y paz, las novelas de Galdós, todo Dickens, todo Chéjov, todo Shakespeare, La montaña mágica, el Ulises, los poemas de Whitman y los de Rubén Darío, Leopardi, López Velarde, Rilke, Pablo Neruda, Octavio Paz, Antonio Machado, Luis Cernuda, Gil de Biedma y tantísimos más que derrotan a los otros.

Si el hombre no hubiese creado la escritura no habríamos salido de las cavernas. A través del libro conocemos todo lo que está en nuestro pasado. Es la fotografía y también la radiografía de los usos y costumbres de todas las distintas civilizaciones y sus movimientos. Por los libros hemos conocido el pensamiento chino, griego, árabe, el de todos los siglos y todas las naciones. En fin, el libro es para nosotros un camino de salvación. Una sociedad que no lee es una sociedad sorda, ciega y muda.”

Como recordareis a este premio “Príncipe de Asturias 2005”, como él nos dice… gracias a los libros y la escritura… seguimos disfrutando y aprendiendo de tantos genios que nos dejaron sus ideas, sus pensamientos, sus libros… libros… libros…

 


Escrito por: Javier  Morera