Parece que todos sabemos lo que
es la conocida frustración.
Cuando la estudiamos de una
forma académica, desde las ciencias psicológicas, resulta más complicada de
conocer, de observar, de definir, de clasificar, de medir… de diagnosticar… que
los rápidos asertos coloquiales que cualquier ciudadano nos regala en una
conversación superficial.
Para empezar, la frustración
esta en relación con las motivaciones que no pueden desarrollarse… y en
proporción directa a sus intensidades…
Después podemos investigar si
la frustración aparece por obstáculo ante la motivación o por conflicto de
decisión… y dentro de estas nos derivamos en conflictos de rechazo-rechazo, de
acercamiento-rechazo, y de acercamiento-acercamiento…
No me pongo a explicar todo
esto ahora… a los que nos interesa ya lo sabemos, y a los que nunca se lo
plantean… que se dediquen a la cocina y al baile que están de moda en
televisión…
Pero si que me sorprende la
falta de tacto, la inexistente sensibilidad que demuestra el hermano mayor de
los personajes que Jane Austen nos sitúa en su novela Mansfield Park, cuando
este “educado impresentable” le dice a su prima tímida y sensible, Fanny, que
la saca a bailar solo por evitarse el compromiso menos deseado de jugar a las
cartas con unos seniles y aburridos familiares.
Como todos sabemos es una
muestra estupenda de conflicto de decisión por rechazo-rechazo, ya que ninguna
de las dos opciones le gustan, pero es mas frustrante la de jugar… así que saca
a bailar a la chica… y se lo cuenta… y se queda tan bien con su propia
sinceridad y altanería…
Que lastima que la señorita no
le haya dicho la mitad de las groserías e insultos que se merece… ¡que lastima
no haber estado allí para soltarle una parte de la basura que es él y derrocha,
encima!.
Es claro que la autora sabía y conocía
la naturaleza humana mejor que muchos catedráticos de psicología, aunque no
supiera citar autores y textos cada diez palabras como hacen los eruditos de la
ciencia y los pedantes del academicismo…
En esta cita de final del
capitulo XII se empieza a entender… pero si lees el libro entero veras otros
muchos ejemplos de especímenes humanos que tienen mucha educación y saben
ingles… pero estarían muy bien en una granja o un corral… procurando que no se
reproduzcan mas…
“-¡Habrase visto lo que me propone! –exclamó indignado según se
alejaban-. Querer tenerme atado dos horas a una mesa de juego con el doctor
Grant y con ella, que están siempre discutiendo, y con esa fisgona que sabe de
whist lo mismo que de álgebra. Ojalá mi querida tía fuese un poco menos
metomentodo. ¡Y encima la forma en me lo ha pedido! Sin ceremonia alguna,
delante de todos, para que no tuviese oportunidad de poder negarme. Eso es lo
que mas me molesta. No hay cosa que me irrite más que el que hagan como si me
pidieran algo o me diesen a elegir, pero que al mismo tiempo me lo digan de un
modo que lo obliga a uno a hacer lo que sea que te están pidiendo. De no
ocurrírseme por fortuna lo de sacarte a bailar, no habría habido forma de
librarme. Mira que me gusta poco la cosa, pero es que cuando a la tía se le
mete algo en la cabeza, no hay forma de pararla.”
Escrito por: Javier Morera
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