lunes, 22 de abril de 2019

TRADUCCIONES, TRADICIONES, TRANSPORTES Y TRANSMUTACIONES


A mediados del Acto II de la simpática obra de Shakespeare, titulada según algunos traductores como “La Fierecilla Domada”, nos encontramos con este coloquio…

Bautista: Si, cuando la cuestión central esté asegurada, me refiero a su amor, pues ese es el asunto.

Petrucho: Pero si eso no es nada, pues es digo, padre, que soy tan autoritario como ella altanera, y cuando dos fuegos furiosos se encuentran, consumen aquello que su furia alimenta.
Aunque el fuego pequeño crece con viento suave, las ráfagas violentas extinguen cualquier fuego.
Así seré con ella y así a mi cederá, pues soy rudo y no cortejo como un niño.

Pero esta es una de las muchas traducciones que tenemos en castellano… de otro texto se puede sacar esta parecida que no igual cita…

Bautista. —Bueno. (Tímidamente) Pero aún nos falta saber si Catalina consiente en amaros…

Petruchio. —¡Bah! Puro trámite. Os aseguro, caballero, que si vuestra hija es altanera y difícil, yo soy terco y obstinado. Todo buen viento absorbe los débiles vientecillos… Ella será la brisa y yo el huracán. Porque, sabedlo de una vez: mi carácter es rudo y no hago el amor como un chiquillo, ¿eh?

Y así hasta tantas copias de distinta traducción como hallemos… un pequeño problema que nos hace pensar en los cambios, en ocasiones, muy sustanciosos, con los que nos encontramos los lectores…
Yo me quedo con la frase:

… “cuando dos fuegos furiosos se encuentran, consumen aquello que su furia alimenta”…

Creo que hasta nos lleva a delimitar pronósticos de salida de estas situaciones muy diferentes al otro párrafo de la otra traducción…
Lo cual nos hace pensar lo difícil de traducir, que es transportar conceptos y planteamientos complejos de una cultura a otra, de una tradición a otra… las palabras son formas de expresar profundos pensamientos que difícilmente entendemos sino compartimos el universo significante del emisor… y si a nuestras carencias de léxico y etimología de significados, añadimos posibles tendencias del traductor tendencioso… la cosa se complica… y mas que una traducción parece una transmutación de la materia prima que podría ser purísima en origen en otra fabricada artificialmente con poca gracia y contaminada…

Por otra parte que diferente forma de entender el encuentro vigoroso por Shakespeare a través de Petrucho en esta obra cómica, de la perspectiva romántica, desesperada y trágica de Bécquer en su sentencia en rima (XLI)…

Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!...

¡No pudo ser!



Escrito por: Javier Morera

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