Ayer os decía que la sesión dedicada al
Lobo Estepario de H. Hesse, nos daría vueltas y mas vueltas por tertulias y
pensamientos… ya que afecta, acierta, atina, corroe, muerde… cuesta de digerir
y mas de hacerla parte de tu sabiduría y filosofía de vida…
Hoy os pongo un par de citas, largas y
especialmente movilizadoras de nuestras espirales introspectivas y
psicodinamicas…
Si ya habéis leído este ensayo de Hesse…
ya las habéis reflexionado… y si no… a que esperamos para prepararos una horas
de lectura interesante…
Buen provecho… ir preparando una
manzanilla para la digestión…
“¿Cómo no había yo de ser un lobo estepario y un pobre anacoreta
en medio de un mundo, ninguno de cuyos fines comparto, ninguno de cuyos
placeres me llama la atención? No puedo aguantar mucho tiempo ni en un teatro
ni en un cine, apenas puedo leer un periódico, rara vez un libro moderno; no
puedo comprender qué clase de placer y de alegría buscan los hombres en los
hoteles y en los ferrocarriles totalmente llenos, en los cafés repletos de
gente oyendo una música fastidiosa y pesada; en los bares y varietés de las
elegantes ciudades lujosas, en las exposiciones universales, en las carreras,
en las conferencias para los necesitados de ilustración, en los grandes lugares
de deportes; no puedo entender ni compartir todos estos placeres, que a mí me
serían desde luego asequibles y por los que tantos millares de personas se
afanan y se agitan. Y lo que, por el contrario, me sucede a mí en las raras
horas de placer, lo que para mí es delicia, suceso, elevación y éxtasis, eso no
lo conoce, ni lo ama, ni lo busca el mundo más que si acaso en las novelas; en
la vida, lo considera una locura. Y en efecto, si el mundo tiene razón, si esta
música de los cafés, estas diversiones en masa, estos hombres americanos
contentos con tan poco tienen razón, entonces soy yo el que no la tiene,
entonces es verdad que estoy loco, entonces soy efectivamente el lobo estepario
que tantas veces me he llamado, la bestia descarriada en un mundo que le es
extraño e incomprensible, que ya no encuentra ni su hogar, ni su ambiente, ni
su alimento”.
Y esta otra… para enfrentarla…
“El burgués es consiguientemente por naturaleza una criatura de
débil impulso vital, miedoso, temiendo la entrega de sí mismo, fácil de
gobernar. Por eso ha sustituido el poder por el régimen de mayorías, la fuerza
por la ley, la responsabilidad por el sistema de votación.
Es evidente que este ser débil y asustadizo, aun existiendo en
cantidad tan considerable, no puede sostenerse, que por razón de sus cualidades
no podría representar en el mundo otro papel que el de rebaño de corderos entre
lobos errantes. Sin embargo, vemos que, aunque en tiempos de los gobiernos de
naturalezas muy vigorosas el ciudadano burgués es inmediatamente aplastado
contra la pared, no perece nunca, y a veces hasta se nos antoja que domina en
el mundo. ¿Cómo es esto posible? Ni el gran número de sus rebaños, ni la
virtud, ni el common sense, ni la organización serían lo bastante fuertes para
salvarlo de la derrota. No hay medicina en el mundo que pueda sostener a quien
tiene la intensidad vital tan debilitada desde el principio. Y sin embargo, la
burguesía vive, es poderosa y próspera. ¿Por qué?”
Escrito por Javier Morera
1 comentario:
Magníficos fragmentos, y tristes realidades. Pienso que la salvaguarda de ese rebaño de ovejas que es la burguesía lo constituye, en efecto, otro elemento que no es burgués: sus perros guardianes de afilados colmillos y collares de pinchos... el fascismo, cuyas correas siempre suelta la burguesía ante la amenaza de sus intereses y comodidades... ¿Y quiénes son esa amenaza? Muchos: de los cuales, los más peligrosos son los lobos esteparios, como esos que se reunen en el Rincón del Romántico, cuyos melancólicos aullidos son este blog... menos mal que aún somos pocos, sino, los burgueses soltarán a los perros, y ya sólo nos quedará una cosa: la luna.
Dos Calcetines.
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