sábado, 20 de febrero de 2021

ZORRILLA SIGUE VERSIFICANDO

 


Mañana, 21 de febrero de 2021, se cumplirán 204 años del nacimiento de José Zorrilla. Como otras veces, es grato deber recordarlo y recordarnos sus graciosas y profundas composiciones con esa gran capacidad de versificación y lírica en su palabra y sus sentimientos.

Todos conocemos esa circunstancia tan comentada y conocida de la intervención del autor, antes de cumplir los veinte años, en el doloroso entierro de Larra, el 15 de febrero de 1837, con esos versos que tantas veces se citan…

 

“Ese vago clamor que rasga el viento

es la voz funeral de una campana;

vano remedo del postrer lamento

de un cadáver sombrío y macilento

que en sucio polvo dormirá mañana.”

 

Más aún, conocemos esa obra que lo hizo inmortal y famoso, El Don Juan Tenorio… Pero Zorrilla fue mucho más que esas noticias por las que lo recordamos siempre. Tiene montañas de versos y poemas dedicadas a cosas, personas, ciudades, símbolos… Obras de teatro y canciones… Regalos de su ingenio que poco se conocen…

Me permito recordar un fragmento de su simpática poesía a la amapola…

       Flor solitaria y silvestre

Que a la luz sacas del sol

Cuatro pendones de púrpura

Que guarda tosco botón;

Pues en el campo te quedas

Y yo del campo me voy,

Tú con tus hojas de fuego

Y con mis lágrimas yo,

Dile al alma de mi alma

Que voy muriendo de amor;

Que entre tus hojas la dejo

Un ósculo y un adiós.

 

Y esas múltiples y cuidadas rimas dedicadas a la luna, a la cual adoraba…

 

       Bendita mil veces la luz desmayada

Que avaro te presta magnífico el sol;

Bendita mil veces ¡oh luna callada!

Tu luz, que no enturbia dudoso arrebol.

 

Tantas y tantas bellezas nos dejó… No quiero dejar este momento que hemos compartido con mi apreciado Zorrilla sin alabar una vez mas esas estrofas donde sabe como nadie y canta como nadie, las desastrosas esperas llenas de incertidumbre que pasan los enamorados desesperando de sus amados… me despido con este pedacito precioso de “A BUEN JUEZ, MEJOR TESTIGO”

 

   Pasó un día y otro día,

un mes y otro mes pasó,

y un año pasado había,

mas de Flandes no volvía

Diego, que a Flandes partió.

 

   Lloraba la bella Inés,

su vuelta aguardando en vano,

oraba un mes y otro mes

del crucifijo a los pies

do puso el galán su mano.

 

   Todas las tardes venía

después de transpuesto el sol,

y a Dios llorando pedía

la vuelta del español,

y el español no volvía.

 

   Y siempre al anochecer,

sin dueña y sin escudero,

en un manto una mujer,

el campo salía a ver

al alto del Miradero. 

 

    ¡Ay del triste que consume

su existencia en esperar!

¡Ay del triste que presume

que el duelo con que él se abrume

al ausente ha de pesar!

 

    La esperanza es de los cielos

precioso y funesto don,

pues los amantes desvelos

cambian la esperanza en celos

que abrasan el corazón.

 

   Si es cierto lo que se espera,

es un consuelo en verdad;

pero siendo una quimera,

en tan frágil realidad

quien espera, desespera.

 

   Así Inés desesperaba

sin acabar de esperar,

y su tez se marchitaba,

y su llanto se secaba

para volver a brotar.

 


 

Escrito por: Javier Morera

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