domingo, 14 de febrero de 2021

¿CON CUAL TE QUEDAS?

 


Yo sé un himno gigante y extraño

Saeta que voladora

Sacudimiento extraño

No digáis que, agotado su tesoro,

Espíritu sin nombre,

Como la brisa que la sangre orea

Del salón en el ángulo oscuro,

Cuando miro el azul horizonte

Besa el aura que gime blandamente

Los invisibles átomos del aire

-Yo soy ardiente, yo soy morena,

Porque son, niña, tus ojos

Tu pupila es azul, y cuando ríes,

Te vi un punto, y, flotando ante mis ojos,

Cendal flotante de leve bruma,

Si al mecer las azules campanillas

Hoy la tierra y los cielos me sonríen

Fatigada del baile,

Cuando sobre el pecho inclinas

Sabe si alguna vez tus labios rojos

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas

¿Cómo vive esa rosa que has prendido

Por una mirada, un mundo;

Dos rojas lenguas de fuego

Cuando en la noche te envuelven

Voy contra mi interés al confesarlo;

Despierta, tiemblo al mirarte;

Cuando entre la sombra oscura

Sobre la falda tenía

Asomaba a sus ojos una lágrima

Nuestra pasión fue un trágico sainete

Pasaba arrolladora en su hermosura

Es cuestión de palabras y, no obstante

Cruza callada, y son sus movimientos

¡No me admiró tu olvido! Aunque de un día

Si de nuestros agravios en un libro

Antes que tú me moriré: escondido

Los suspiros son aire y van al aire.

¿A qué me lo dices? Lo sé: es mudable,

Su mano entre mis manos,

Tú eras el huracán y yo la alta

Cuando me lo contaron sentí el frío

Dejé la luz a un lado, y en el borde

Como en un libro abierto

En la clave del arco mal seguro

Me ha herido recatándose en las sombras

Yo me he asomado a las profundas simas

Como se arranca el hierro de una herida

Alguna vez la encuentro por el mundo,

Lo que el salvaje que con torpe mano

De lo poco de vida que me resta

Olas gigantes que os rompéis bramando

Volverán las oscuras golondrinas

Cuando volvemos las fugaces horas

Entre el discorde estruendo de la orgía

Hoy como ayer, mañana como hoy,

Esta armazón de huesos y pellejo,

¿Quieres que de ese néctar delicioso

Yo sé cuál el objeto

Mi vida es un erial,

Al ver mis horas de fiebre

Primero es un albor trémulo y vago

Como enjambre de abejas irritadas,

Como guarda el avaro su tesoro

Llegó la noche, y no encontré un asilo,

¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero

¡Qué hermoso es ver el día

No sé lo que he soñado

Al brillar un relámpago nacemos

¡Cuántas veces, al pie de las musgosas

No dormía, vagaba en ese limbo

Las ondas tienen vaga armonía,

Cerraron sus ojos

Las ropas desceñidas,

¿Será verdad que cuando toca el sueño

En la imponente nave

Dices que tienes corazón, y sólo

Fingiendo realidades

Una mujer me ha envenenado el alma,

Es un sueño la vida,

Podrá nublarse el sol eternamente;

Tu aliento es el aliento de las flores

La gota de rocío que en el cáliz

Lejos y entre los árboles

Para que los leas con tus ojos grises,

¿No has sentido en la noche,

Yo soy el rayo, la dulce brisa,

Si copia tu frente

Apoyando mi frente calurosa

Patriarcas que fuisteis la semilla

 

El próximo miércoles, 17 de febrero celebraremos los 185 años del nacimiento de Gustavo Adolfo Bécquer. Como todos los años, le recordamos y cómo mejor, que con sus rimas que le han edificado como uno de los más grandes poetas del amor.


 Escrito por: Javier Morera

 

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