Estamos en el primer día del
verano en el hemisferio norte. Las lluvias de estos pasados meses, junto al
baño largo de sol que ahora nos regala nuestra situación geografía, nos dan una
naturaleza verde, florida, exuberante… La noche casi no llega… y aun no se ha
desvanecido del todo el fulgor de ese astro que nos alienta la vida, cuando
vuelve muy pronto a despertar en pequeños resplandores por el otro lado de
nuestro horizonte…
Ayer empezamos a leer esa
pequeña obra de ese gran autor que fue Dostoyevski… “LAS NOCHES BLANCAS”… En su primera
noche conoce a esa mujer, esa jovencita insegura llorosa, que fija todos los
anhelos del protagonista… y hablan, apoyándose en una circunstancia, en un
detalle… se cruzan sus caminos, se encuentran sus destinos en un momento y en
un lugar… Todo misterio, todo casualidad, todo magia romántica… imposible, como
el milagro de la vida y del amor…
En esta segunda noche, ya se
presentan, ella es Nastenka… la mujer perfecta para el protagonista… él es un
soñador… y nos describe mejor que nadie lo que eso significa… un tímido e
inteligente constructor de mundos de ilusión, de fantasía, de amores y de
novelas… Y ella nos cuenta sus miedos y sus dramas… y él se enamora… y ella
esta enamorada, pero de otro sueño…
Recordar que os recomiendo leer
cada noche separada de las otras… es corto el texto pero es largo el
sentimiento… es enorme el impacto que a los románticos nos pueden hacer estas
obras, estas esencias de sentimientos y amores…
Os pongo una cita emocionante
de la segunda noche…
“Nos hemos vuelto a
encontrar, Nastenka, tras de una larga separación… porque hace ya mucho tiempo
que la conozco. Hace muchos años que buscaba a alguien, a usted precisamente, y
estaba escrito que habíamos de encontrarnos.”
Un poco más adelante, sigue el
protagonista abriendo su corazón a Nastenka, como nunca lo había hecho y ya
nunca volvería a hacerlo…
“El, que esta
convencido de que la vida es pequeña, mezquina, vulgar, no se pregunta si
llegará quizá una hora en que, por una jornada de tal existencia, daría con
alegría todos los años de ensueño vividos.”
¿Qué cuatro temas se citan en
estas cuatro noches blancas de Dostoyevski?... Ayer y hoy vemos la importancia
de la luz, símbolo de la esperanza, de la ilusión, de conocer, de ver, de
entender… de creer…
Hoy en las presentaciones de
sus protagonistas vemos ese infinito sufrimiento del humano en su paso por la Tierra…
la soledad… El gran novelista nos describe como sus protagonistas viven
rodeados de gente… pero solos… tristemente solos… Muchos años después nos
explicarían grandes psicólogos y filósofos como ese miedo a la soledad
explicará muchas cosas… Pero ahora sigamos
disfrutando… esta segunda “noche
blanca” es el momento bueno para nuestro héroe… dejémosle que viva su
sueño, su noche de luz…
¡Ha encontrado a Nastenka!
Escrito por: Javier Morera
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