Esta semana tratamos el famoso
relato de Albert Camus llamado “El Extranjero”. Una vez mas salieron los temas
del ambiente filosófico de este autor galardonado por el Nobel en 1957 y esas
polémicas que siempre suscitan sus personajes existencialistas, así como el
enfrentamiento con leyes y creencias altamente idealistas, cuyo momento de
crisis da resultados tan absurdos como nefastos…
De vez en cuando hay que releer
este texto breve dividido en dos partes y que nos lleva a muchos pensamientos y
alguna discusión de grupo…
Recordarás que la primera
parte, cuando empieza el libro, nos da la noticia de la muerte de su madre…
casi sin detalles y fuera de pasiones o tragedias tan acostumbradas en estos
temas…
“Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama
del asilo: «Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias.» Pero no
quiere decir nada. Quizá haya sido ayer. El asilo de ancianos está en Marengo,
a ochenta kilómetros de Argel. Tomaré el autobús a las dos y llegaré por la
tarde. De esa manera podré velarla, y regresaré mañana por la noche. Pedí dos
días de licencia a mi patrón y no pudo negármelos ante una excusa semejante.
Pero no parecía satisfecho. Llegué a decirle: «No es culpa mía.» No me respondió.
Pensé entonces que no debía haberle dicho esto. Al fin y al cabo, no tenía por
qué excusarme. Más bien le correspondía a él presentarme las condolencias. Pero
lo hará sin duda pasado mañana, cuando me vea de luto. Por ahora, es un poco
como si mamá no estuviera muerta. Después del entierro, por el contrario, será
un asunto archivado y todo habrá adquirido aspecto más oficial.”
Luego nos explica uno de los
pocos detalles que tiene el protagonista de su padre, contado y recontado por
la madre y que consiste en el desagradable episodio que sufrió ese padre al
contemplar una ejecución en público… y que parece es un recuerdo real del
verdadero autor con su verdadero padre…
Y para terminar vuelve y
concluye con su madre y sus reflexiones sobre ella…
Léete el libro entero,
despacio, piensa en lo que te quiere decir, más que en lo que te dice… Y
aprenderás mucho… de cómo somos y como nos tratamos…
…. /….. “Por primera vez desde hacía mucho tiempo pensé en mamá.
Me pareció que comprendía por qué, al final de su vida, había tenido un
«novio», por qué había jugado a comenzar otra vez. Allá, allá también, en torno
de ese asilo en el que las vidas se extinguían, la noche era como una tregua
melancólica. Tan cerca de la muerte, mamá debía de sentirse allí liberada y
pronta para revivir todo. Nadie, nadie tenía derecho de llorar por ella. Y yo
también me sentía pronto a revivir todo. Como si esta tremenda cólera me
hubiese purgado del mal, vaciado de esperanza, delante de esta noche cargada de
presagios y de estrellas, me abría por primera vez a la tierna indiferencia del
mundo. Al encontrarlo tan semejante a mí, tan fraternal, en fin, comprendía que
había sido feliz y que lo era todavía. Para que todo sea consumado, para que me
sienta menos solo, me quedaba esperar que el día de mi ejecución haya muchos
espectadores y que me reciban con gritos de odio”.
Escrito por: Javier Morera
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