Esta semana, primera de abril,
hemos retomado en nuestra tertulia del jueves, el cuento clásico, que llamamos
de siempre. Como el día 2 se cumplían los 214 años del nacimiento de Hans
Christian Andersen, le rendimos el debido homenaje con uno de sus más famosos y
mejores cuentos: El Patito Feo, publicado en 1843, y no para niños.
Otra vez nos lo leímos y
pensamos en sus múltiples simbolismos y aplicaciones en nuestras vidas, tanto
cuando somos pequeños, torpes y desvalidos frente a los hábiles y engreídos
“mayores”, como en esas otras situaciones que caemos en nidos o charcas en las
que ya todos son expertos en “hacernos sentir” torpes e indefensos… como nos
ocurre en el Instituto, en la Universidad, en los trabajos, en los gimnasios…
Otra vez salieron los datos
biográficos y psicosomáticos de Andersen que le llevaron a ser un patito feo en
la infancia y en mas momentos y lugares… Tanto que le llevó a escribir su
biografía con el titulo de este cuento…
Otra vez sonreímos al encontrarnos
con el espejo de este cuento y reconocernos como pobres y solitarios patitos
feos que deben emigrar para intentar ser ellos… para encontrarse con sus
verdaderos iguales que son los cisnes… Otra vez nos reconocimos y reflexionamos
sobre una sociedad y una educación que aun podrían ser mejores y ayudar mas a
aceptar y valorar esas diferencias entre nosotros…
Otra vez comentamos la gran
cantidad de aprendizajes psicológicos y sociales que este y otros cuentos
encierran… Y lo condensado y simple que viene recogido en esa semilla que es el
cuento…
Otra vez lamentamos que los
adultos, los padres o simplemente los inteligentes ciudadanos no dediquen algo
de su valioso tiempo para oír y reflexionar sobre este cuento, sobre estos
temas, sobre lo complicado que es vivir en una sociedad donde lo que se valora
es “ser” como los demás, hacer lo mismo, decir lo mismo, pensar lo mismo… o
mejor aun… pensar como los demás… Nada… y seguir nadando en la charca con los
otros patos…
Escrito por: Javier Morera
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