“No enviaré a mis hijos a la escuela, ni pasaré una sola noche de mi
vida en Londres, Aquí, en esta amplía estación, todo son ecos y hueco tronar.
La luz es como la amarilla luz bajo un alero, Jinny vive aquí. Jinny saca de
paseo a su perro en estos pavimentos. Aquí, la gente recorre de prisa y en
silencio las calles. Nada miran, como no sea los escaparates de las tiendas.
Todos mueven la cabeza arriba y abajo, y sus cabezas están todas situadas,
aproximadamente, a la misma altura. Las calles están atadas entre sí con hilos
de telégrafo. Las casas son todo vidrio, guirnaldas y brillo…” dijo Susan
en la segunda sección de “Las olas”
Adelina Virginia Stephen, más
conocida con el apellido de su esposo: Virginia
Woolf, nació en Londres el 25 de enero de 1882, y tuvo una vida rodeada de
libros y de intelectuales, en lo que se conoce como el círculo de Bloomsbury, del que también formaba parte su hermana,
Vanessa Bell aunque no tan conocida,
fue una artista, qué en lugar de palabras utilizaba colores… fue una de las
introductoras del impresionismo en Inglaterra…
Este jueves compartimos una
tertulia sobre estas interesantes mujeres del S. XX… y en particular sobre “Las olas” (1931)… esa obra que al
comenzar a leer te confunde y te sumerge en un mar lleno de olas… y cada vez te
lleva en una dirección… hasta que te elevas en la ola que rompía en la playa
del conocimiento… y con ella ves más allá de las letras… y sientes y al sentir,
sabes más de los seis personajes que existen… del constante movimiento del
libro, del paso del tiempo… de la vida. Y descubres que el protagonista de esos
poéticos fragmentos que inicia cada parte, es el SOL… su trayectoria desde que
nace hasta que muere en el horizonte de las olas… y que nada es casualidad…
El Sol es un milagro… como cada
uno de esos seis personajes que aparecen en la obra…
Las olas son como las etapas de
ese mar, que es la vida que nunca está quieta… el tiempo pasa…
Un texto muy original, muy
poético, sin una trama concreta, sin diálogos, pero lleno de emociones y
sentimientos, en el que lees los pensamientos
de esas seis personas que flotan en la corriente donde todo es liquido,
todo fluye… y en el que se preguntan ¿Quién soy?...
Y os
dejo con la última frase de esta obra… con la cita que cierra el círculo y el
ciclo de la vida, por que las olas sí que tiene una estructura, un sentido, una
dirección, mucha sensibilidad,
simbolismo y poesía:
Las
olas rompían en la playa.
Escrito por: Eva Morera
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